/ viernes 11 de enero de 2019

Fractura en Morena: la lucha por la candidatura pasa primero por el interinato

La pugna que ahora mismo protagonizan Gabriel Biestro Medinilla y José Juan Espinosa Torres tiene más de fondo que solo la gubernatura interina. Lo que en realidad pelean los diputados lopezobradoristas es la definición del candidato a gobernador que irá a las urnas en la elección extraordinaria. El primero la disputa para Luis Miguel Barbosa Huerta y el segundo para él mismo o para su esposa, Nancy de la Sierra Arámburo.

Pese a las expresiones de la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, que en dos ocasiones posteriores a la muerte de Martha Erika Alonso ha dicho que Barbosa Huerta será otra vez candidato a gobernador, Espinosa es de los que cree que esa no es todavía una decisión tomada y que puede haber cambio de planes en la oficina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El jefe de la Mesa Directiva del Congreso y líder de la bancada del PT es de los pocos personajes al interior del lopezobradorismo que no ha secundado las palabras de Polevnsky. Incluso las cuestionó, las llamó poco inteligentes y prefirió responder que esperará los tiempos para poder hablar de nombres y aspirantes.

Antes del fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuando en Morena se esperaba que los magistrados anularan la contienda de gobernador y ordenaran la reposición de los comicios, Espinosa Torres no dudaba en pronunciarse por Barbosa para repetir en las boletas.

Eso cambió con el fallecimiento del matrimonio Moreno Valle-Alonso, pues hoy está decidido a luchar contra el ex senador perredista para hacerse de la candidatura, ya sea para él o para su esposa, quien es secretaria de la Mesa Directiva del Senado.

En esa ruta es fundamental la designación del mandatario interino.

Barbosa pretende poner a uno de los suyos para hacerse, por anticipado, de la nominación.

Aquí es donde aparece el nombre de Biestro.

La presumible ocurrencia del presidente del Congreso en realidad no lo es.

Su aspiración es real y obedece al intento de Barbosa por tener el control del aparato gubernamental para treparse a un vehículo imparable, con acceso directo a Casa Puebla.

Para José Juan Espinosa, frenar a Biestro o a cualquier otro emisario de Barbosa es prioridad en sus proyectos políticos.

Sabe de sus diferencias con el ex candidato a gobernador y asume que no tendrá ninguna posibilidad de crecer en el futuro si este se convierte en mandatario estatal.

Ahí radica el verdadero motivo de la afrenta con Biestro.

La muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso adelantó la guerra interna por una sucesión que debía haberse dado hasta el 2024.

Barbosa y la dupla José Juan Espinosa-Nancy de la Sierra no son, sin embargo, los únicos jugadores que participan en la puja al interior de los partidos que conformaron la coalición Juntos Haremos Historia: Morena, PT y PES.

El tercer integrante en competencia es Alejandro Armenta Mier, solo que, a diferencia de los otros dos, no pelea frente a los reflectores ni exhibe sus cartas.

El senador morenista no le pone buscapiés a Barbosa ni se pronuncia en su contra.

Al revés, se expresa bien de él cada que puede.

Eso no significa que le prenda veladoras e incienso.

Armenta Mier tampoco asume que la decisión ya esté tomada en favor del ex perredista.

Por eso teje relaciones a nivel nacional y recorre el estado, para intentar posicionarse como la mejor opción de Morena, la más competitiva, ante una segunda contienda electoral.

Cinco largos meses vienen por delante.

En ese tiempo ayudarán a los rivales de Barbosa pronunciamientos como el de Fernando Fernández Font, rector de la Ibero, que dijo que postular de nuevo al ex senador conducirá a Morena a la derrota.

Un poco radical la afirmación, pero importante por provenir de quien fuera el mayor crítico del morenovallismo, un actor público de probada calidad moral.

Guste o no, el nacido en Zinacatepec arranca en primer lugar, gracias al apoyo reiterado de Polevnsky, que podría significar al mismo tiempo el respaldo de Palacio Nacional.

Los otros dos competidores –Espinosa y de la Sierra cuentan como uno por ahora—parten detrás, con la expectativa de que las condiciones se reacomoden en el camino y les favorezcan, de rebote, en sus aspiraciones.

Ese es el fondo de la fractura en la bancada mayoritaria del Congreso: la guerra por el poder, que pasa en una primera batalla por el interinato.

Un interinato, por cierto, que no definirá ninguno de los 22 diputados lopezobradoristas, sino el jefe de todos ellos, el Presidente.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

La pugna que ahora mismo protagonizan Gabriel Biestro Medinilla y José Juan Espinosa Torres tiene más de fondo que solo la gubernatura interina. Lo que en realidad pelean los diputados lopezobradoristas es la definición del candidato a gobernador que irá a las urnas en la elección extraordinaria. El primero la disputa para Luis Miguel Barbosa Huerta y el segundo para él mismo o para su esposa, Nancy de la Sierra Arámburo.

Pese a las expresiones de la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, que en dos ocasiones posteriores a la muerte de Martha Erika Alonso ha dicho que Barbosa Huerta será otra vez candidato a gobernador, Espinosa es de los que cree que esa no es todavía una decisión tomada y que puede haber cambio de planes en la oficina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El jefe de la Mesa Directiva del Congreso y líder de la bancada del PT es de los pocos personajes al interior del lopezobradorismo que no ha secundado las palabras de Polevnsky. Incluso las cuestionó, las llamó poco inteligentes y prefirió responder que esperará los tiempos para poder hablar de nombres y aspirantes.

Antes del fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuando en Morena se esperaba que los magistrados anularan la contienda de gobernador y ordenaran la reposición de los comicios, Espinosa Torres no dudaba en pronunciarse por Barbosa para repetir en las boletas.

Eso cambió con el fallecimiento del matrimonio Moreno Valle-Alonso, pues hoy está decidido a luchar contra el ex senador perredista para hacerse de la candidatura, ya sea para él o para su esposa, quien es secretaria de la Mesa Directiva del Senado.

En esa ruta es fundamental la designación del mandatario interino.

Barbosa pretende poner a uno de los suyos para hacerse, por anticipado, de la nominación.

Aquí es donde aparece el nombre de Biestro.

La presumible ocurrencia del presidente del Congreso en realidad no lo es.

Su aspiración es real y obedece al intento de Barbosa por tener el control del aparato gubernamental para treparse a un vehículo imparable, con acceso directo a Casa Puebla.

Para José Juan Espinosa, frenar a Biestro o a cualquier otro emisario de Barbosa es prioridad en sus proyectos políticos.

Sabe de sus diferencias con el ex candidato a gobernador y asume que no tendrá ninguna posibilidad de crecer en el futuro si este se convierte en mandatario estatal.

Ahí radica el verdadero motivo de la afrenta con Biestro.

La muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso adelantó la guerra interna por una sucesión que debía haberse dado hasta el 2024.

Barbosa y la dupla José Juan Espinosa-Nancy de la Sierra no son, sin embargo, los únicos jugadores que participan en la puja al interior de los partidos que conformaron la coalición Juntos Haremos Historia: Morena, PT y PES.

El tercer integrante en competencia es Alejandro Armenta Mier, solo que, a diferencia de los otros dos, no pelea frente a los reflectores ni exhibe sus cartas.

El senador morenista no le pone buscapiés a Barbosa ni se pronuncia en su contra.

Al revés, se expresa bien de él cada que puede.

Eso no significa que le prenda veladoras e incienso.

Armenta Mier tampoco asume que la decisión ya esté tomada en favor del ex perredista.

Por eso teje relaciones a nivel nacional y recorre el estado, para intentar posicionarse como la mejor opción de Morena, la más competitiva, ante una segunda contienda electoral.

Cinco largos meses vienen por delante.

En ese tiempo ayudarán a los rivales de Barbosa pronunciamientos como el de Fernando Fernández Font, rector de la Ibero, que dijo que postular de nuevo al ex senador conducirá a Morena a la derrota.

Un poco radical la afirmación, pero importante por provenir de quien fuera el mayor crítico del morenovallismo, un actor público de probada calidad moral.

Guste o no, el nacido en Zinacatepec arranca en primer lugar, gracias al apoyo reiterado de Polevnsky, que podría significar al mismo tiempo el respaldo de Palacio Nacional.

Los otros dos competidores –Espinosa y de la Sierra cuentan como uno por ahora—parten detrás, con la expectativa de que las condiciones se reacomoden en el camino y les favorezcan, de rebote, en sus aspiraciones.

Ese es el fondo de la fractura en la bancada mayoritaria del Congreso: la guerra por el poder, que pasa en una primera batalla por el interinato.

Un interinato, por cierto, que no definirá ninguno de los 22 diputados lopezobradoristas, sino el jefe de todos ellos, el Presidente.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx