/ jueves 11 de marzo de 2021

Frena pandemia nuevos policías

Por años se ha dicho que no hay policías que alcancen para atender los índices de inseguridad que nos aquejan como poblanos y que los procesos para la preparación de nuevos elementos son lentos puesto que suponen filtros y una buena capacitación para que los egresados no se coludan y hagan frente a la delincuencia de mejor manera.

Desde 2012, la Academia de Formación y Desarrollo Policial Puebla-Iniciativa Mérida "General Ignacio Zaragoza" cuenta con instalaciones que sirven para el entrenamiento y adiestramiento de nuevos cuadros policiacos de donde anualmente han egresado cientos de uniformados.

El año pasado no fue la excepción, cinco grupos de unos 40 cadetes cada uno inició, a mediados de ese marzo, su preparación con la promesa de una beca quincenal de más menos 3 mil 500 pesos quincenales durante los seis meses de capacitación y una vez graduados obtuvieran una plaza en la Policía Estatal Preventiva.

Para su desgracia, la amenaza de un riesgo de contagio a grandes proporciones, por la propagación de la Covid 19, venía creciendo como una bola de nieve y los aspirantes solamente pudieron concretar las primeras dos semanas de capacitación presencial en la Academia Ignacio Zaragoza.

Luego vino una etapa en la que su formación teórica comenzó a darse de manera virtual como una forma de ir avanzando en temas como derechos humanos, actuación policial, introducción al derecho, instrucción y disciplina o bien comunicación oral y escrita.

No hubo pago de becas o al menos no para todos.

Las clases fueron suspendidas a inicio de junio, hasta nuevo aviso. A todos les dijeron que no se preocuparan, que el proceso seguía en curso, solamente tenían que esperar que las condiciones mejoraran.

De la generación de 240 cadetes, los que corrieron con mejor suerte fueron convocados en septiembre a continuar su preparación. Hablamos de los grupos 1,2,3 y 4, quienes lograron graduarse y fueron contratados en febrero pasado ya como elementos de la Policía Estatal.

Pero los 80 aspirantes policiacos restantes siguen a la espera de una definición. Están a cinco días de cumplir un año desde que atendieron la convocatoria para formar parte de los cuerpos de seguridad y carecen de certeza sobre su apuesta laboral.

Desde septiembre preguntaron a sus profesores que qué sabían de sus procesos de graduación. En un primero momento les dijeron que fueran pacientes, pero después ni los mensajes de whatsapp les contestan. Por ahí algún maestro se despidió diciendo que cambiaría de trabajo, pero nada que les diera certeza.

De la Academia les han dicho que el tema está en manos del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, mejor conocido como el C5, pero de ahí los vuelven a mandar a la Academia y de ahí a la Academia Estatal de las Fuerzas de Seguridad Pública de la 10 Poniente 904 donde les han comentado que aparecen como graduados, pero ignoran sobre su estatus laboral.

No estaría nada mal que el secretario de Seguridad, Raciel López Salazar, investigara el tema e instruyera a algún subaltrerno que les resolviera si siguen en el proceso de contratación o que mejor busquen trabajo en otra parte.

Por años se ha dicho que no hay policías que alcancen para atender los índices de inseguridad que nos aquejan como poblanos y que los procesos para la preparación de nuevos elementos son lentos puesto que suponen filtros y una buena capacitación para que los egresados no se coludan y hagan frente a la delincuencia de mejor manera.

Desde 2012, la Academia de Formación y Desarrollo Policial Puebla-Iniciativa Mérida "General Ignacio Zaragoza" cuenta con instalaciones que sirven para el entrenamiento y adiestramiento de nuevos cuadros policiacos de donde anualmente han egresado cientos de uniformados.

El año pasado no fue la excepción, cinco grupos de unos 40 cadetes cada uno inició, a mediados de ese marzo, su preparación con la promesa de una beca quincenal de más menos 3 mil 500 pesos quincenales durante los seis meses de capacitación y una vez graduados obtuvieran una plaza en la Policía Estatal Preventiva.

Para su desgracia, la amenaza de un riesgo de contagio a grandes proporciones, por la propagación de la Covid 19, venía creciendo como una bola de nieve y los aspirantes solamente pudieron concretar las primeras dos semanas de capacitación presencial en la Academia Ignacio Zaragoza.

Luego vino una etapa en la que su formación teórica comenzó a darse de manera virtual como una forma de ir avanzando en temas como derechos humanos, actuación policial, introducción al derecho, instrucción y disciplina o bien comunicación oral y escrita.

No hubo pago de becas o al menos no para todos.

Las clases fueron suspendidas a inicio de junio, hasta nuevo aviso. A todos les dijeron que no se preocuparan, que el proceso seguía en curso, solamente tenían que esperar que las condiciones mejoraran.

De la generación de 240 cadetes, los que corrieron con mejor suerte fueron convocados en septiembre a continuar su preparación. Hablamos de los grupos 1,2,3 y 4, quienes lograron graduarse y fueron contratados en febrero pasado ya como elementos de la Policía Estatal.

Pero los 80 aspirantes policiacos restantes siguen a la espera de una definición. Están a cinco días de cumplir un año desde que atendieron la convocatoria para formar parte de los cuerpos de seguridad y carecen de certeza sobre su apuesta laboral.

Desde septiembre preguntaron a sus profesores que qué sabían de sus procesos de graduación. En un primero momento les dijeron que fueran pacientes, pero después ni los mensajes de whatsapp les contestan. Por ahí algún maestro se despidió diciendo que cambiaría de trabajo, pero nada que les diera certeza.

De la Academia les han dicho que el tema está en manos del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, mejor conocido como el C5, pero de ahí los vuelven a mandar a la Academia y de ahí a la Academia Estatal de las Fuerzas de Seguridad Pública de la 10 Poniente 904 donde les han comentado que aparecen como graduados, pero ignoran sobre su estatus laboral.

No estaría nada mal que el secretario de Seguridad, Raciel López Salazar, investigara el tema e instruyera a algún subaltrerno que les resolviera si siguen en el proceso de contratación o que mejor busquen trabajo en otra parte.