/ lunes 4 de abril de 2022

Frente de Batalla | El impacto social de la generación de energía

Estamos acostumbrados y se nos hace de lo más normal el uso de la energía todos los días, pero no hemos hecho conciencia de lo importante que es para la vida diaria.

La vida cotidiana depende en gran medida de la energía, ya sea en forma de electricidad, de gas, o de combustibles, por lo que existe un gran nexo entre energía y otros ámbitos esenciales del desarrollo, como el agua, la alimentación, la salud, la movilidad.

Es importante mencionar que hay diferentes instrumentos internacionales que hacen referencia al derecho humano a la energía, tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales y, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer.

En ese contexto fue que, en el Senado de la República, se formalizó una iniciativa con la que se busca consagrar el derecho a la energía como un derecho fundamental, además de defender la prestación de la energía no como una simple mercancía sino como un derecho social.

De esa manera, reforzamos un derecho humano y básico simplemente por el hecho de tener la condición de seres humanos.

Los beneficios de considerar a la energía como un derecho para lograr la autosuficiencia se centran en el aseguramiento de un desarrollo vital mínimo, así como el garantizar a la población acciones tan básicas como cocinar, conservar alimentos, disponer de agua caliente o iluminación.

De esa manera, se protegerá a los individuos y grupos de acciones y omisiones que vulneren su derecho a la energía, haciendo que se respete, proteja y garantice el derecho a la energía; en caso de que no se cumpla, pueda ser reclamado jurídicamente.

Basta revisar las cifras: en 2021 se registró una cobertura del sistema eléctrico del 99.15% de la población del país; sin embargo, aún queda 0.85% de la población que no tiene acceso a electricidad, lo que equivale a 1 millón 71 mil 119 personas.

Hasta noviembre de 2021, como parte del Fondo de Servicio Universal Eléctrico, han sido beneficiadas 30 mil 455 viviendas con sistemas fotovoltaicos y extensión de la red general de distribución.

El gobierno federal apoyó a mil 529 pequeñas comunidades y a 128 mil 563 personas que no contaban con servicio eléctrico.

De enero a octubre de 2021, en el caso, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) produce el 55% de la generación de electricidad a través de fuentes limpias, mientras que el 45% la genera los privados, con lo que se demuestra la capacidad y diversidad de la empresa de la CFE.

La energía es necesaria para todo, hasta para subsistir; debemos preservar y garantizar este derecho que se ha vuelto tan elemental como un derecho humano.

Por lo que la iniciativa presentada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de defensa de la industria eléctrica y del litio, es para fortalecer nuestra soberanía, seguridad energética además de que el manejo sea transparente y en beneficio primero de los mexicanos.

Es momento de transformar la concepción que tenemos de lo que representa la energía para los seres humanos.


Estamos acostumbrados y se nos hace de lo más normal el uso de la energía todos los días, pero no hemos hecho conciencia de lo importante que es para la vida diaria.

La vida cotidiana depende en gran medida de la energía, ya sea en forma de electricidad, de gas, o de combustibles, por lo que existe un gran nexo entre energía y otros ámbitos esenciales del desarrollo, como el agua, la alimentación, la salud, la movilidad.

Es importante mencionar que hay diferentes instrumentos internacionales que hacen referencia al derecho humano a la energía, tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales y, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer.

En ese contexto fue que, en el Senado de la República, se formalizó una iniciativa con la que se busca consagrar el derecho a la energía como un derecho fundamental, además de defender la prestación de la energía no como una simple mercancía sino como un derecho social.

De esa manera, reforzamos un derecho humano y básico simplemente por el hecho de tener la condición de seres humanos.

Los beneficios de considerar a la energía como un derecho para lograr la autosuficiencia se centran en el aseguramiento de un desarrollo vital mínimo, así como el garantizar a la población acciones tan básicas como cocinar, conservar alimentos, disponer de agua caliente o iluminación.

De esa manera, se protegerá a los individuos y grupos de acciones y omisiones que vulneren su derecho a la energía, haciendo que se respete, proteja y garantice el derecho a la energía; en caso de que no se cumpla, pueda ser reclamado jurídicamente.

Basta revisar las cifras: en 2021 se registró una cobertura del sistema eléctrico del 99.15% de la población del país; sin embargo, aún queda 0.85% de la población que no tiene acceso a electricidad, lo que equivale a 1 millón 71 mil 119 personas.

Hasta noviembre de 2021, como parte del Fondo de Servicio Universal Eléctrico, han sido beneficiadas 30 mil 455 viviendas con sistemas fotovoltaicos y extensión de la red general de distribución.

El gobierno federal apoyó a mil 529 pequeñas comunidades y a 128 mil 563 personas que no contaban con servicio eléctrico.

De enero a octubre de 2021, en el caso, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) produce el 55% de la generación de electricidad a través de fuentes limpias, mientras que el 45% la genera los privados, con lo que se demuestra la capacidad y diversidad de la empresa de la CFE.

La energía es necesaria para todo, hasta para subsistir; debemos preservar y garantizar este derecho que se ha vuelto tan elemental como un derecho humano.

Por lo que la iniciativa presentada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en materia de defensa de la industria eléctrica y del litio, es para fortalecer nuestra soberanía, seguridad energética además de que el manejo sea transparente y en beneficio primero de los mexicanos.

Es momento de transformar la concepción que tenemos de lo que representa la energía para los seres humanos.