/ lunes 27 de julio de 2020

Frustran estudios a internos de Penal de Tepexi

En teoría, el objetivo de los reclusorios es trabajar en las condiciones para que los internos logren habilidades, conductas o hábitos que los preparen para alejarse de las motivaciones delictivas que los llevaron al encarcelamiento y que al momento de su salida puedan reincorporarse a la vida social de mejor manera.

Mediante talleres productivos, actividades deportivas o educativas, los presos deben orientar su tiempo para que se cumpla el objetivo dentro de los llamados Centros de Reinserción Social del Estado de Puebla.

Sin embargo, en el Penal de Tepexi, en el terreno del incentivo educativo la realidad es otra. El sello del ahora subdirector técnico de pedagogía Zenon Nieva Bautista ha dejado mucho que desear desde que era jefe de pedagogía.

Para que el lector se dé una idea, en este reclusorio, de los cerca de 780 internos que existen solamente un 10 por ciento estudia la primaria, secundaria o preparatorio; impera un alto grado de analfabetismo, incluso entre aquellos que ya tienen la secundaria.

Pero si de estudios universitarios hablamos, hasta hace un mes solamente dos encarcelados cursaban el nivel superior, uno de ingeniería en computación y otro en derecho. No obstante, al último de estos Nieva Bautista le truncó su posibilidad de seguir su carrera al aplicarle diversas sanciones por utilizar internet y Facebook en la computadora portátil que le permitieron ingresar para realizar sus estudios.

El interno José Antonio N. estudiante de la carrera de Derecho en la Universidad Tecnología Latinoamericana (UTEL), con número de matrícula 010254567, lleva un mes sin poder continuar con su formación puesto que el subdirector técnico de pedagogía lo señaló de violar el reglamento interno por hacer uso indebido de internet.

Entre las sanciones que el preso se hizo acreedor fue al decomiso de la computadora personal que había ingresado desde tiempo atrás con los permisos con fines educativos y a la que se le instaló un software, precisamente para monitorear un uso inapropiado.

De esta penalización el interno acusó que no se le había permitido su derecho a defenderse, pero no le dieron trámite a su queja por lo que presentó un recurso ante la jueza de Ejecución que le corresponde, Rosa Gisela Barranco Baños.

En su defensa, José Antonio alega que, si bien ha utilizado Internet para fines educativos e incluso para tener contacto con el mundo exterior y su familia, esto no violenta las normas jurídicas y que incluso en el sistema penitenciario no queda claramente tipificado el uso de las redes sociales como una falta disciplinaria.

Este recluso, que lleva 10 años en prisión, donde ha culminado sus estudios de primaria, secundaria, preparatoria y un semestre de licenciatura, alega que, si los miembros del Comité Técnico Interdisciplinario consideran que cometió una falta, la sustenten en los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales y sobre todo se tome como referencia el Artículo 40 de la Ley Nacional de Ejecución Penal.

Esto le pasa a un recluso por querer estudiar, vaya paradoja.

Hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Twitter: @elsalvadorrios

En teoría, el objetivo de los reclusorios es trabajar en las condiciones para que los internos logren habilidades, conductas o hábitos que los preparen para alejarse de las motivaciones delictivas que los llevaron al encarcelamiento y que al momento de su salida puedan reincorporarse a la vida social de mejor manera.

Mediante talleres productivos, actividades deportivas o educativas, los presos deben orientar su tiempo para que se cumpla el objetivo dentro de los llamados Centros de Reinserción Social del Estado de Puebla.

Sin embargo, en el Penal de Tepexi, en el terreno del incentivo educativo la realidad es otra. El sello del ahora subdirector técnico de pedagogía Zenon Nieva Bautista ha dejado mucho que desear desde que era jefe de pedagogía.

Para que el lector se dé una idea, en este reclusorio, de los cerca de 780 internos que existen solamente un 10 por ciento estudia la primaria, secundaria o preparatorio; impera un alto grado de analfabetismo, incluso entre aquellos que ya tienen la secundaria.

Pero si de estudios universitarios hablamos, hasta hace un mes solamente dos encarcelados cursaban el nivel superior, uno de ingeniería en computación y otro en derecho. No obstante, al último de estos Nieva Bautista le truncó su posibilidad de seguir su carrera al aplicarle diversas sanciones por utilizar internet y Facebook en la computadora portátil que le permitieron ingresar para realizar sus estudios.

El interno José Antonio N. estudiante de la carrera de Derecho en la Universidad Tecnología Latinoamericana (UTEL), con número de matrícula 010254567, lleva un mes sin poder continuar con su formación puesto que el subdirector técnico de pedagogía lo señaló de violar el reglamento interno por hacer uso indebido de internet.

Entre las sanciones que el preso se hizo acreedor fue al decomiso de la computadora personal que había ingresado desde tiempo atrás con los permisos con fines educativos y a la que se le instaló un software, precisamente para monitorear un uso inapropiado.

De esta penalización el interno acusó que no se le había permitido su derecho a defenderse, pero no le dieron trámite a su queja por lo que presentó un recurso ante la jueza de Ejecución que le corresponde, Rosa Gisela Barranco Baños.

En su defensa, José Antonio alega que, si bien ha utilizado Internet para fines educativos e incluso para tener contacto con el mundo exterior y su familia, esto no violenta las normas jurídicas y que incluso en el sistema penitenciario no queda claramente tipificado el uso de las redes sociales como una falta disciplinaria.

Este recluso, que lleva 10 años en prisión, donde ha culminado sus estudios de primaria, secundaria, preparatoria y un semestre de licenciatura, alega que, si los miembros del Comité Técnico Interdisciplinario consideran que cometió una falta, la sustenten en los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales y sobre todo se tome como referencia el Artículo 40 de la Ley Nacional de Ejecución Penal.

Esto le pasa a un recluso por querer estudiar, vaya paradoja.

Hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Twitter: @elsalvadorrios