/ domingo 9 de agosto de 2020

Fuerte de San Javier o ex Penitenciaría

En la ciudad de Puebla podemos encontrar diversos elementos históricos y culturales, que la hacen muy singular y que para todos los que somos residentes se han vuelto en referentes para ubicarnos en alguna zona.

En esta ocasión compartiré algunos datos e información sobre el Fuerte de San Javier o también conocido como la “ex penitenciaría”, que se ubica en la avenida Reforma 1309, muy cerca del centro de la capital poblana.

De acuerdo con datos históricos de consulta pública, en 1743, los superiores de la Compañía de Jesús dispusieron adquirir en Puebla los terrenos aledaños a la plazuela de Guadalupe para construir una iglesia y el colegio de San Francisco Javier, última obra importante de la Compañía antes de su salida de nuestro país.

En diciembre de 1751, se realizó Ia apertura de la iglesia y del colegio para impartir doctrina cristiana y las primeras letras entre los indígenas, además de llevar a cabo actividades en barrios de Puebla, así como para preparar jesuitas en las lenguas naturales.

Para 1834, San Javier pasa a ser propiedad del Gobierno del Estado de Puebla y es entonces cuando se construye junto al templo y colegio, la nueva Penitenciaría del Estado.

Las obras de construcción y mantenimiento de los inmuebles se desarrollaron por casi 20 años, periodo en el cual hubo algunas interrupciones derivadas de las intervenciones que sucedieron en el país.

Posterior a la batalla del 5 de mayo de 1862, se convirtió a la entonces penitenciaría en el denominado Fuerte Iturbide para la defensa de la ciudad, llegando a ser un elemento fundamental para el heroico sitio de 1863. Según datos históricos, San Javier fue un bastión muy importante en esa gesta, en donde las tropas mexicanas hicieron todo lo posible por resguardar nuestra ciudad; se dice que el edificio quedó casi destruido en su totalidad a causa de los enfrentamientos.

Ya en el siglo XX, la Penitenciaría de Puebla estuvo funcionando hasta 1984, año en que se dispuso que se remodelaran los inmuebles y se rescatara San Javier, para dedicarlos a actividades culturales que permitieran difundir la memoria histórica poblana. En fechas más recientes, fue sede del Archivo General del Estado y también alberga oficinas y ofrece servicios del Gobierno del Estado.

Y tú, ¿qué más nos puedes compartir sobre el Fuerte de San Javier o ex Penitenciaría? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como mencionó el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright: “La arquitectura es vida, o por lo menos es la vida misma tomando forma y por lo tanto es el documento más sincero de la vida tal como fue vivida siempre.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx

En la ciudad de Puebla podemos encontrar diversos elementos históricos y culturales, que la hacen muy singular y que para todos los que somos residentes se han vuelto en referentes para ubicarnos en alguna zona.

En esta ocasión compartiré algunos datos e información sobre el Fuerte de San Javier o también conocido como la “ex penitenciaría”, que se ubica en la avenida Reforma 1309, muy cerca del centro de la capital poblana.

De acuerdo con datos históricos de consulta pública, en 1743, los superiores de la Compañía de Jesús dispusieron adquirir en Puebla los terrenos aledaños a la plazuela de Guadalupe para construir una iglesia y el colegio de San Francisco Javier, última obra importante de la Compañía antes de su salida de nuestro país.

En diciembre de 1751, se realizó Ia apertura de la iglesia y del colegio para impartir doctrina cristiana y las primeras letras entre los indígenas, además de llevar a cabo actividades en barrios de Puebla, así como para preparar jesuitas en las lenguas naturales.

Para 1834, San Javier pasa a ser propiedad del Gobierno del Estado de Puebla y es entonces cuando se construye junto al templo y colegio, la nueva Penitenciaría del Estado.

Las obras de construcción y mantenimiento de los inmuebles se desarrollaron por casi 20 años, periodo en el cual hubo algunas interrupciones derivadas de las intervenciones que sucedieron en el país.

Posterior a la batalla del 5 de mayo de 1862, se convirtió a la entonces penitenciaría en el denominado Fuerte Iturbide para la defensa de la ciudad, llegando a ser un elemento fundamental para el heroico sitio de 1863. Según datos históricos, San Javier fue un bastión muy importante en esa gesta, en donde las tropas mexicanas hicieron todo lo posible por resguardar nuestra ciudad; se dice que el edificio quedó casi destruido en su totalidad a causa de los enfrentamientos.

Ya en el siglo XX, la Penitenciaría de Puebla estuvo funcionando hasta 1984, año en que se dispuso que se remodelaran los inmuebles y se rescatara San Javier, para dedicarlos a actividades culturales que permitieran difundir la memoria histórica poblana. En fechas más recientes, fue sede del Archivo General del Estado y también alberga oficinas y ofrece servicios del Gobierno del Estado.

Y tú, ¿qué más nos puedes compartir sobre el Fuerte de San Javier o ex Penitenciaría? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como mencionó el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright: “La arquitectura es vida, o por lo menos es la vida misma tomando forma y por lo tanto es el documento más sincero de la vida tal como fue vivida siempre.”

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