/ viernes 7 de febrero de 2020

Genoveva se cobija con aliados de Gali

La presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, gusta de contraatacar al enemigo para no mostrarse débil ante las adversidades políticas.

Menos de 24 horas después de que los magistrados del Tribunal Electoral del Estado dieran por bueno el arribo de Jesús Zaldívar Benavides al Comité Directivo Municipal de Puebla, la dirigente devolvió el golpe a sus adversarios internos dando a conocer la virtual incorporación de Jacobo Ordaz Moreno, regidor en el ayuntamiento de Puebla, a las filas del partido blanquiazul.

Ordaz Moreno fue secretario particular de José Antonio Gali Fayad y es en la actualidad un personaje muy cercano al ex gobernador, uno de sus colaboradores de mayor confianza, condición que manda un mensaje muy claro a Zaldívar Benavides y a todos aquellos que se apostaron por él en la puja contra Eduardo Alcántara Montiel.

“Nos da mucho gusto recibir en la familia del @PANPUEBLA al regidor @JacoboOrdazM quien ha iniciado su proceso de afiliación”, publicó Genoveva Huerta en Twitter, junto con una fotografía en la que además de ella y el regidor figura el diputado local Oswaldo Jiménez López, sobrino político, claro, de Gali.

“No importa que hayan ganado la dirigencia municipal con Zaldívar, yo me alío con el ex gobernador”, pareció ser el mensaje de respuesta que quiso mandar la presidenta del partido a ese grupo de panistas en el que cohabitan varios tiradores a la presidencia municipal de Puebla.

Metido en el PAN, con el visto bueno del también ex alcalde de la capital, Ordaz Moreno se convertirá en automático en serio aspirante a un cargo de elección popular para los comicios intermedios del 2021.

No será precandidato a edil, pero podrá competir por una diputación local e incluso federal.

La importancia del fichaje de Jacobo, sin embargo, trasciende más allá de lo que él pueda lograr para sí mismo en el futuro.

Aunque no fuese así, su próxima incorporación al panismo reforzará las interpretaciones que se le han dado al intento, aún sin concretar, de colocar a Oswaldo Jiménez como coordinador de los diputados panistas en el Congreso del Estado.

Las acciones de la presidenta del CDE parecen estar encaminadas a mostrar una alianza política con José Antonio Gali, sobre todo después de que el grupo opositor a ella, liderado, entre otros, por Ana Teresa Aranda, Jorge Aguilar, Blanca Jiménez, Humberto Aguilar, Mario Riestra, Eduardo Rivera y Pablo Rodríguez, a través de su esposa Mónica, le asestó un duro revés con la resolución de los magistrados electorales.

Dos días antes del fallo del tribunal, Alcántara todavía sugería la posibilidad de llegar a acuerdos sobre la mesa, de repartir candidaturas incluso desde ahora, más de un año antes de los comicios, para ceder en su impugnación.

Eso ya no fue necesario.

En respuesta, la presidenta exhibe un aparente acuerdo político celebrado con el último ex gobernador emanado del PAN, aunque no panista, y se fortalece de cara a la opinión pública, que la ha visto padecer una cacería por parte de aquellos que no le perdonan haber sido puesta en esa posición por Martha Erika Alonso Hidalgo, aunque ella ya no esté.

Que Gali impulse a sus cuadros con el apoyo de Genoveva no significa que vaya a atentar contra los intereses del grupo que respalda a Zaldívar.

Hasta donde se sabe, el ex secretario de Infraestructura de Rafael Moreno Valle ha ratificado su desinterés en participar, otra vez, como abanderado a presidente municipal.

Exhibir un pacto en este momento ayuda a Huerta Villegas a equilibrar la guerra de percepción que tuvo en contra desde la tarde del miércoles, cuando el tribunal dio por enterradas las aspiraciones de Alcántara.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

La presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, gusta de contraatacar al enemigo para no mostrarse débil ante las adversidades políticas.

Menos de 24 horas después de que los magistrados del Tribunal Electoral del Estado dieran por bueno el arribo de Jesús Zaldívar Benavides al Comité Directivo Municipal de Puebla, la dirigente devolvió el golpe a sus adversarios internos dando a conocer la virtual incorporación de Jacobo Ordaz Moreno, regidor en el ayuntamiento de Puebla, a las filas del partido blanquiazul.

Ordaz Moreno fue secretario particular de José Antonio Gali Fayad y es en la actualidad un personaje muy cercano al ex gobernador, uno de sus colaboradores de mayor confianza, condición que manda un mensaje muy claro a Zaldívar Benavides y a todos aquellos que se apostaron por él en la puja contra Eduardo Alcántara Montiel.

“Nos da mucho gusto recibir en la familia del @PANPUEBLA al regidor @JacoboOrdazM quien ha iniciado su proceso de afiliación”, publicó Genoveva Huerta en Twitter, junto con una fotografía en la que además de ella y el regidor figura el diputado local Oswaldo Jiménez López, sobrino político, claro, de Gali.

“No importa que hayan ganado la dirigencia municipal con Zaldívar, yo me alío con el ex gobernador”, pareció ser el mensaje de respuesta que quiso mandar la presidenta del partido a ese grupo de panistas en el que cohabitan varios tiradores a la presidencia municipal de Puebla.

Metido en el PAN, con el visto bueno del también ex alcalde de la capital, Ordaz Moreno se convertirá en automático en serio aspirante a un cargo de elección popular para los comicios intermedios del 2021.

No será precandidato a edil, pero podrá competir por una diputación local e incluso federal.

La importancia del fichaje de Jacobo, sin embargo, trasciende más allá de lo que él pueda lograr para sí mismo en el futuro.

Aunque no fuese así, su próxima incorporación al panismo reforzará las interpretaciones que se le han dado al intento, aún sin concretar, de colocar a Oswaldo Jiménez como coordinador de los diputados panistas en el Congreso del Estado.

Las acciones de la presidenta del CDE parecen estar encaminadas a mostrar una alianza política con José Antonio Gali, sobre todo después de que el grupo opositor a ella, liderado, entre otros, por Ana Teresa Aranda, Jorge Aguilar, Blanca Jiménez, Humberto Aguilar, Mario Riestra, Eduardo Rivera y Pablo Rodríguez, a través de su esposa Mónica, le asestó un duro revés con la resolución de los magistrados electorales.

Dos días antes del fallo del tribunal, Alcántara todavía sugería la posibilidad de llegar a acuerdos sobre la mesa, de repartir candidaturas incluso desde ahora, más de un año antes de los comicios, para ceder en su impugnación.

Eso ya no fue necesario.

En respuesta, la presidenta exhibe un aparente acuerdo político celebrado con el último ex gobernador emanado del PAN, aunque no panista, y se fortalece de cara a la opinión pública, que la ha visto padecer una cacería por parte de aquellos que no le perdonan haber sido puesta en esa posición por Martha Erika Alonso Hidalgo, aunque ella ya no esté.

Que Gali impulse a sus cuadros con el apoyo de Genoveva no significa que vaya a atentar contra los intereses del grupo que respalda a Zaldívar.

Hasta donde se sabe, el ex secretario de Infraestructura de Rafael Moreno Valle ha ratificado su desinterés en participar, otra vez, como abanderado a presidente municipal.

Exhibir un pacto en este momento ayuda a Huerta Villegas a equilibrar la guerra de percepción que tuvo en contra desde la tarde del miércoles, cuando el tribunal dio por enterradas las aspiraciones de Alcántara.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx