/ miércoles 28 de febrero de 2018

Hay preocupación entre panistas por Morena

Entre panistas, ya sea del ala morenovallista o del Yunque, existe una preocupante observación del comportamiento de las simpatías hacia el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la capital del estado, que, a pesar de carecer de una candidatura oficial para la presidencia municipal, la pura marca tiene un nivel de aceptación que pudiera traducirse en un triunfo electoral.

Ni las pugnas intestinas de los morenistas puros que se sienten desplazados contra quienes llegaron de otros partidos a ocupar candidaturas; ni la polémica nacional desatada por las candidaturas plurinominales al Senado; ni el hecho de que la postulación de Claudia Rivera como su candidata a la alcaldía de Puebla capital se mantenga como un mero trascendido, han permeado entre los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador como para restarle adeptos.

Hay, dicen, un grupo de votantes potenciales que pudiera encajar en el llamado voto duro que se ha decantado por el tabasqueño y su alianza Juntos Haremos Historia y que será inamovible incluso si existen errores o cualquier tipo de acusación hacia su candidatura presidencial. Que esa base sume para el triunfo electoral de los candidatos que vayan por Puebla ya se verá.

Pero voces del Partido Acción Nacional reconocen que en el hipotético de un complejo voto diferenciado en las seis boletas electorales (presidente, senadores, diputados federales, gobernador, diputados locales y alcaldes) la única oferta homogénea será la de la coalición Juntos Haremos Historia.

Es decir que quienes apuesten por la coalición de Morena, Partido del Trabajo y Encuentro Social para Presidente de la República, pudieran votar en automático en las otras cinco boletas sin mirar a quien.

Y es ahí donde la ventaja que hoy en día goza el ex presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, para repetir en esa posición bajo la coalición Por Puebla al Frente pudiera poner en aprietos su posibilidad de triunfo y la de Martha Erika Alonso a la gubernatura.

No es la intención hablar de encuestas pero de mantenerse los escenarios de las últimas semanas, la pugna en Puebla se cerrará igual que en el contexto nacional a dos ofertas distintas al PRI.

Una disputa entre la coalición de Morena y la conformada por PAN, PRD; MC, CPP y PSI y ambos equipos saben de la necesidad de convencer a aquellos que se muestran indecisos o que simplemente no quieren revelar su intención de voto y que rondarán en el 20 por ciento de los probables votantes.

Resulta predecible definir que el PRI no será el partido más favorecido con este tipo de voto oculto puesto que resulta ser contrario al partido gobernante o antisistema. Morenistas o panistas ¿hacia quienes se inclinará este considerable espectro de votantes?

Hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Twitter: @elsalvdorrios

Entre panistas, ya sea del ala morenovallista o del Yunque, existe una preocupante observación del comportamiento de las simpatías hacia el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la capital del estado, que, a pesar de carecer de una candidatura oficial para la presidencia municipal, la pura marca tiene un nivel de aceptación que pudiera traducirse en un triunfo electoral.

Ni las pugnas intestinas de los morenistas puros que se sienten desplazados contra quienes llegaron de otros partidos a ocupar candidaturas; ni la polémica nacional desatada por las candidaturas plurinominales al Senado; ni el hecho de que la postulación de Claudia Rivera como su candidata a la alcaldía de Puebla capital se mantenga como un mero trascendido, han permeado entre los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador como para restarle adeptos.

Hay, dicen, un grupo de votantes potenciales que pudiera encajar en el llamado voto duro que se ha decantado por el tabasqueño y su alianza Juntos Haremos Historia y que será inamovible incluso si existen errores o cualquier tipo de acusación hacia su candidatura presidencial. Que esa base sume para el triunfo electoral de los candidatos que vayan por Puebla ya se verá.

Pero voces del Partido Acción Nacional reconocen que en el hipotético de un complejo voto diferenciado en las seis boletas electorales (presidente, senadores, diputados federales, gobernador, diputados locales y alcaldes) la única oferta homogénea será la de la coalición Juntos Haremos Historia.

Es decir que quienes apuesten por la coalición de Morena, Partido del Trabajo y Encuentro Social para Presidente de la República, pudieran votar en automático en las otras cinco boletas sin mirar a quien.

Y es ahí donde la ventaja que hoy en día goza el ex presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, para repetir en esa posición bajo la coalición Por Puebla al Frente pudiera poner en aprietos su posibilidad de triunfo y la de Martha Erika Alonso a la gubernatura.

No es la intención hablar de encuestas pero de mantenerse los escenarios de las últimas semanas, la pugna en Puebla se cerrará igual que en el contexto nacional a dos ofertas distintas al PRI.

Una disputa entre la coalición de Morena y la conformada por PAN, PRD; MC, CPP y PSI y ambos equipos saben de la necesidad de convencer a aquellos que se muestran indecisos o que simplemente no quieren revelar su intención de voto y que rondarán en el 20 por ciento de los probables votantes.

Resulta predecible definir que el PRI no será el partido más favorecido con este tipo de voto oculto puesto que resulta ser contrario al partido gobernante o antisistema. Morenistas o panistas ¿hacia quienes se inclinará este considerable espectro de votantes?

Hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Twitter: @elsalvdorrios