/ lunes 7 de octubre de 2019

¿Hay que consultar al psicólogo antes de la cirugía plástica?

Indudablemente los avances científicos han podido moldear nuestro físico conforme a lo que consideramos que es mejor o más bello, esto no es nuevo ni ajeno, en todas las culturas siempre se han realizado modificaciones al cuerpo con el fin de ser más atractivo. Pese a lo anterior, hay que analizar cuidadosamente si lo que se necesita es un cambio de pensamiento o de apariencia.

Si observamos a alguna de las actrices y actores actuales, nos podremos dar cuenta de la gran cantidad de modificaciones que se han realizado para intentar verse mejor, es más, hemos encontrado cuerpos totalmente deformados, exaltando mucho las formas sensuales, pero creando algo que se asemeja más, a los exagerados dibujos de las historietas para adultos, que al modelo de un organismo saludable.

Quiero aclarar que cada quien es libre de hacer lo que quiera son su físico, sin embargo, no podemos dejar de mencionar argumentos científicos que se emiten con la intención de ayudar a las personas a sentirse mejor.

La relativa facilidad con la que se hace una cirugía estética hace que muchos vean en ella un modo fácil de sentirse mejor, pero hay que hacerse la pregunta ¿realmente una intervención puede lograr ese objetivo? O simplemente aumentará la obsesión de buscar una perfección que siempre resultará inalcanzable.

Pensemos por un momento en el modelo occidental femenino, la Barbie. Aun cuando una fémina pudiera tener ese cuerpo, sería una persona desindividualizada y artificial, carente del atractivo natural que cualquier persona tiene.

No es una mentira que alguna parte de los individuos con baja autoestima quieren compensar ese problema mediante el aumento de una parte corporal que resulta llamativa, situación que se incentiva con los estereotipos de belleza, los cuales implican mucho silicón y menos atractivo natural.

Me llama la atención que hay quinceañeras que quieren como regalo unos implantes de senos, situación que obviamente solo les compete a ellas y a sus padres, pero bien estos podrían platicar con ellas y decirles que una mujer no es un objeto que se tenga que lucir procazmente en las redes sociales, sino que vale por sus cualidades humanas y/o intelectuales.

No voy a mencionar nombres, pero alguna vez tuve la oportunidad de conocer a una dama muy atractiva, quien se sometió por enésima vez a una cirugía plástica, resultando muerta la última que se aplicó, situación que me llevó a reflexionar cuál es el motivo que lleva a una persona, que ya es hermosa, a arriesgarse continuamente, porque debemos recordar que todo procedimiento médico implica una dosis de peligro.

Es obvio que es un anhelo importante querer tener mejor apariencia, especialmente cuando se trata de componer un defecto causado por un accidente o enfermedad, como puede ser un traumatismo facial o cáncer de seno, es más, el intentar retardar el envejecimiento es válido, sin embargo, creo que querer ser joven por siempre trasciende a un problema existencial grave.

Yo creo que hay que aceptarse o intentar aceptarse, para lo cual es adecuado acudir con un psicólogo, eso nos puede reconfortar y hacernos más felices, ya que el bienestar estará en nuestra mente y no estaremos condicionados a intentar compensar complejos, los cuales solo se arreglan con reflexión, no con silicón, ya que la apariencia se deforma al grado de convertirse en un auténtico Frankenstein, es decir algo grotesco por fuera y que refleja los profundos complejos emocionales que hay dentro. Hasta la próxima semana.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Indudablemente los avances científicos han podido moldear nuestro físico conforme a lo que consideramos que es mejor o más bello, esto no es nuevo ni ajeno, en todas las culturas siempre se han realizado modificaciones al cuerpo con el fin de ser más atractivo. Pese a lo anterior, hay que analizar cuidadosamente si lo que se necesita es un cambio de pensamiento o de apariencia.

Si observamos a alguna de las actrices y actores actuales, nos podremos dar cuenta de la gran cantidad de modificaciones que se han realizado para intentar verse mejor, es más, hemos encontrado cuerpos totalmente deformados, exaltando mucho las formas sensuales, pero creando algo que se asemeja más, a los exagerados dibujos de las historietas para adultos, que al modelo de un organismo saludable.

Quiero aclarar que cada quien es libre de hacer lo que quiera son su físico, sin embargo, no podemos dejar de mencionar argumentos científicos que se emiten con la intención de ayudar a las personas a sentirse mejor.

La relativa facilidad con la que se hace una cirugía estética hace que muchos vean en ella un modo fácil de sentirse mejor, pero hay que hacerse la pregunta ¿realmente una intervención puede lograr ese objetivo? O simplemente aumentará la obsesión de buscar una perfección que siempre resultará inalcanzable.

Pensemos por un momento en el modelo occidental femenino, la Barbie. Aun cuando una fémina pudiera tener ese cuerpo, sería una persona desindividualizada y artificial, carente del atractivo natural que cualquier persona tiene.

No es una mentira que alguna parte de los individuos con baja autoestima quieren compensar ese problema mediante el aumento de una parte corporal que resulta llamativa, situación que se incentiva con los estereotipos de belleza, los cuales implican mucho silicón y menos atractivo natural.

Me llama la atención que hay quinceañeras que quieren como regalo unos implantes de senos, situación que obviamente solo les compete a ellas y a sus padres, pero bien estos podrían platicar con ellas y decirles que una mujer no es un objeto que se tenga que lucir procazmente en las redes sociales, sino que vale por sus cualidades humanas y/o intelectuales.

No voy a mencionar nombres, pero alguna vez tuve la oportunidad de conocer a una dama muy atractiva, quien se sometió por enésima vez a una cirugía plástica, resultando muerta la última que se aplicó, situación que me llevó a reflexionar cuál es el motivo que lleva a una persona, que ya es hermosa, a arriesgarse continuamente, porque debemos recordar que todo procedimiento médico implica una dosis de peligro.

Es obvio que es un anhelo importante querer tener mejor apariencia, especialmente cuando se trata de componer un defecto causado por un accidente o enfermedad, como puede ser un traumatismo facial o cáncer de seno, es más, el intentar retardar el envejecimiento es válido, sin embargo, creo que querer ser joven por siempre trasciende a un problema existencial grave.

Yo creo que hay que aceptarse o intentar aceptarse, para lo cual es adecuado acudir con un psicólogo, eso nos puede reconfortar y hacernos más felices, ya que el bienestar estará en nuestra mente y no estaremos condicionados a intentar compensar complejos, los cuales solo se arreglan con reflexión, no con silicón, ya que la apariencia se deforma al grado de convertirse en un auténtico Frankenstein, es decir algo grotesco por fuera y que refleja los profundos complejos emocionales que hay dentro. Hasta la próxima semana.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.