Nuevamente apareció un virus que ha puesto en alerta a las diversas autoridades sanitarias alrededor del mundo, ahora nos encontramos con una nueva amenaza que nos debe recordar la historia de los padecimientos humanos, aceptar que los microorganismos siempre han existido y aprender a vivir con ellos.
En el muy particular caso de lo que hoy es el Valle de México, debemos recordar que el más letal enemigo de los mexicas no fue el fuerte acero hecho en Toledo, tampoco fueron los caballos ni la pólvora; fue la viruela que diezmó substancialmente a unos naturales que no contaban con anticuerpos suficientes para hacer frente a la amenaza. Una de las razones, por las que las personas indígenas son más resistentes a los padecimientos, es porque son las descendientes de aquellos que lograron sobrevivir a ese virus europeo, quienes obviamente tuvieron que ser los más fuertes para poder superar esa enfermedad.
El coronavirus, que hemos visto en las noticias, es extensa familia de virus que produce diversos padecimientos, desde el resfriado común hasta el Síndrome Respiratorio Agudo Severo, así que no podemos señalar a un organismo exclusivo. Lo cierto es que este tipo de epidemias recuerdan algunos episodios en los cuales la humanidad ha sufrido bajas por millones, así que bien cabe la pregunta si los hombres verdaderamente estarían en riesgo de desaparecer ante alguna de estas amenazas.
Recuerdo ahora la película Epidemia, protagonizada por el “graduado” Dustin Hoffman, en la cual hay un virus que se transmite fácilmente y tiene efectos letales en pocos días. Evidentemente esa cinta exagera la situación, pero es una especie de recordatorio de lo que puede pasar si no se toman las precauciones necesarias.
La viruela y el sarampión han cobrado la vida de aproximadamente 500 millones de personas, por señalar lo más común. No podemos olvidar que la llamada Gripe Española causó más bajas que la Primera Guerra Mundial en solo dos años, de 1918 al 20.
A mediados del Siglo XIV, prácticamente la mitad de Europa murió a causa de la Peste Negra, un mal producido por una bacteria transmitida por las pulgas, la cual tuvo en la insalubridad del medievo un escenario formidable para poder segar la vida de unas 75 millones de personas.
No podemos dejar de mencionar el VIH, virus que causaba terror hace unos años y cuyo contagio se ha triplicado en nuestro país en la última década, no por falta de información y elementos de prevención, sino por la irresponsabilidad de una parte de esos jóvenes contemporáneos que cada vez evidencian más problemas.
En fin, hay que entender que todas las formas de vida evolucionan, situación que nos debe recordar que cualquier día un virus o bacteria podrían alcanzar dimensiones colosales, sin embargo, no hay que estresarse, solo hay que tomar las precauciones habituales e intentar disfrutar la vida.
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