Fernando Manzanilla Prieto confirmó las versiones que dan cuenta del comienzo de una disputa interna en el equipo de colaboradores del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta en el contexto de la próxima elección de presidente municipal de Puebla.
El secretario de Gobernación no solo no es amigo de su subsecretario de Desarrollo Político, David Méndez Márquez, y del diputado local Gabriel Biestro Medinilla, sino que trae pleito con ellos.
No por culpa de él, dicho en sus propias palabras, pero sí de aquellos dos, que apelan a sus raíces barbosistas y a sus cartas de identidad certificadas en Morena para asumirse como primeros en derecho en un horizonte que ya les permite trazar planes futuristas con las aspiraciones puestas en el 2021.
David Méndez y Gabriel Biestro se asumen como tiradores únicos del barbosismo a la presidencia municipal de Puebla, y como tales, han pretendido desacreditar al secretario de Gobernación para descarrilarlo de la contienda, según se explica en el entorno de Fernando Manzanilla.
“Serán los envidiosos que no me quieren ver ahí, pero ahí estaré”, respondió ayer el secretario después de que un reportero le preguntó si eran ciertos los rumores que afirman que ya prepara sus maletas para partir de Casa Aguayo.
“Yo creo que se trata de ciertos grupos a los que les molesta mi presencia”, agregó, “pero se tendrán que aguantar, seguiré al frente de la Secretaría”.
Acusó que se trata de gente “bastante menor”, de personajes que en lugar de trabajar se dedican a grillar.
Las palabras del secretario, que encabezó la ceremonia de izamiento de bandera y colocación del bando solemne con motivo de las fiestas patrias en representación del gobernador, tuvieron como destinatarios a Méndez y Biestro, quienes habrían establecido una alianza política para deshacerse de aquel a quien consideran un advenedizo en el grupo compacto de Barbosa.
El hecho no es menor.
Refleja la guerra intestina por el poder en el incipiente gobierno de Miguel Barbosa, que además de batallar contra monstruos sociales como la inseguridad y la pobreza, y de pelear contra los fantasmas del pasado para combatir la corrupción, como asegura que hará, también tiene que voltear a la sala de su casa para controlar a esos hijos ansiosos que ya disputan la herencia futura.
La confrontación de “barbosistas originales” contra “barbosistas de reciente cuño” recuerda a aquellas diferencias permanentes que protagonizaron los acólitos del fallecido Rafael Moreno Valle.
Cabalán Macari, Roberto Moya, Luis Banck y Eukid Castañón juraron siempre ser los morenovallistas puros, los genuinos.
En segundo plano dejaron a Jorge Aguilar, Marcelo García y Luis Maldonado.
Todos ellos fueron rebasados en dos ocasiones por José Antonio Gali Fayad, un morenovallista “no puro” que fue candidato en 2013 y 2016, primero a presidente municipal de Puebla y luego a ‘mini’ gobernador.
Los aspirantes a puestos de elección popular que cohabitan en el barbosismo, y que dependen de él para escalar posiciones en el futuro, harán bien en revisar la historia política reciente y tomar nota.
Miguel Barbosa, por su parte, verá qué hacer para calmarlos.
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Elena Poniatowska estará este día en la ciudad para recibir un homenaje del club rotario Puebla Industrial, que se llevará a cabo en el salón Azahar del hotel Marriott Mesón del Ángel, a partir de las 14:30 horas.
La escritora y activista, y amiga del presidente Andrés Manuel López Obrador, será acompañada por los secretarios de Cultura y Turismo del gobierno del estado, Julio Glockner y Fabiana Briseño, así como por la regidora de Educación del ayuntamiento de Puebla, Libertad Aguirre.
Los integrantes del club rotario, que tienen como directivos a Mauricio Brindis, Luis Pizaña, Jesús Santillana, Domingo Herrera, Alejandro Dávila y Alejandro Morales, le han organizado una comida con 160 invitados.
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