/ viernes 23 de agosto de 2019

Impresiones

El martes de esta semana fui a Casa Aguayo para saludar y felicitar por su nuevo cargo como Consejero Jurídico a mi amigo, el abogado y magistrado Ricardo Velázquez Cruz, quien por segunda ocasión, dada su capacidad, honestidad y conocimientos en Derecho, repite en el mismo ejercicio, ya que anteriormente lo fue en el periodo del Gobernador Mario Marín.

Fue precisamente durante los tres primeros años de ese gobierno que desempeñé mi último cargo público, como Director Jurídico de la Secretaría de Desarrollo Económico, y por lo tanto tuve que tratar profesional y socialmente con Don Ricardo, como yo lo llamo por el respeto y cariño que le tengo. En el “fragor” de las batallas advertí su sapiencia y conocimiento jurídico, aunado a su gran sencillez, lo cual admiro. Yo no pertenecía al grupo político del Gobernador Marín, sino que venía del periodo anterior, el del Gobernador Melquiades Morales, quien aceptó la designación que hiciera mi amigo Antonio Zaraín García, quien había sido nombrado titular de la dependencia. Y digo aceptó porque en la campaña previa a la elección de Gobernador hubo una consulta a las bases en forma inédita por parte del PRI en el Estado, compitiendo por la candidatura el licenciado en economía José Luis Flores Hernández, quien había sido Secretario de Finanzas del Gobernador Manuel Bartlett, siendo yo su representante jurídico en la contienda interna partidista, el Doctor Germán Sierra Sánchez y el Licenciado Melquiades Morales Flores, quien al final por decisión popular ganó la postulación.

Pues bien, la visita a mi amigo me dio la grata oportunidad de presenciar por un momento la práctica de un gobierno cercano a la gente, en donde los “martes ciudadanos” en el patio de Casa Aguayo, el Gobernador atiende directamente las necesidades, las peticiones y las quejas ciudadanas, algo que solo vi en otra modalidad, en las cabeceras distritales, en los gobiernos de Melquiades Morales y Mario Marín, pero que definitivamente brillaron por su ausencia en los dos últimos gobiernos panistas. Pero además, según escuché, los secretarios del gabinete hacen lo mismo en sus oficinas.

Se habló mucho del “fuego amigo” en la precampaña, de que Don Miguel Barbosa estaba enfermo y no resistiría la enorme responsabilidad de la gubernatura y su ambicioso plan de gobierno. El martes lo vi aproximadamente a las 14:30 hrs. acompañado solamente de dos funcionarios que lo asistían, y de ninguna manera vi a un gobernador enfermo, por el contrario, llevaba horas platicando directamente con la audiencia y se mostraba atento y saludable, lo cual ya había demostrado claramente en su campaña proselitista, ya que fue el único de los candidatos que recorrió el Estado entero buscando el voto ciudadano.

Regresé a casa ese día con un excelente ánimo y sabor de boca, que al paso del tiempo aún me queda, y la causa fue la impresión que me dejaron estos dos personajes poblanos, el Gobernador Barbosa y su cercanía con la gente del pueblo (un contraste abismal con Rafael Moreno Valle y Antonio Gali), de quien su primer acto de Gobernador Electo fue darle un beso a su esposa. Un acto de amor inusual en esas circunstancias; y del Consejero Jurídico Don Ricardo Velázquez, su humildad y sencillez.


Gracias Puebla. Escúchame mañana sábado a las 9 horas en mi programa CONVERSACIONES, en ABC Radio, 12.80 de AM; y recuerda que “LO QUE CUESTA DINERO VALE POCO”

El martes de esta semana fui a Casa Aguayo para saludar y felicitar por su nuevo cargo como Consejero Jurídico a mi amigo, el abogado y magistrado Ricardo Velázquez Cruz, quien por segunda ocasión, dada su capacidad, honestidad y conocimientos en Derecho, repite en el mismo ejercicio, ya que anteriormente lo fue en el periodo del Gobernador Mario Marín.

Fue precisamente durante los tres primeros años de ese gobierno que desempeñé mi último cargo público, como Director Jurídico de la Secretaría de Desarrollo Económico, y por lo tanto tuve que tratar profesional y socialmente con Don Ricardo, como yo lo llamo por el respeto y cariño que le tengo. En el “fragor” de las batallas advertí su sapiencia y conocimiento jurídico, aunado a su gran sencillez, lo cual admiro. Yo no pertenecía al grupo político del Gobernador Marín, sino que venía del periodo anterior, el del Gobernador Melquiades Morales, quien aceptó la designación que hiciera mi amigo Antonio Zaraín García, quien había sido nombrado titular de la dependencia. Y digo aceptó porque en la campaña previa a la elección de Gobernador hubo una consulta a las bases en forma inédita por parte del PRI en el Estado, compitiendo por la candidatura el licenciado en economía José Luis Flores Hernández, quien había sido Secretario de Finanzas del Gobernador Manuel Bartlett, siendo yo su representante jurídico en la contienda interna partidista, el Doctor Germán Sierra Sánchez y el Licenciado Melquiades Morales Flores, quien al final por decisión popular ganó la postulación.

Pues bien, la visita a mi amigo me dio la grata oportunidad de presenciar por un momento la práctica de un gobierno cercano a la gente, en donde los “martes ciudadanos” en el patio de Casa Aguayo, el Gobernador atiende directamente las necesidades, las peticiones y las quejas ciudadanas, algo que solo vi en otra modalidad, en las cabeceras distritales, en los gobiernos de Melquiades Morales y Mario Marín, pero que definitivamente brillaron por su ausencia en los dos últimos gobiernos panistas. Pero además, según escuché, los secretarios del gabinete hacen lo mismo en sus oficinas.

Se habló mucho del “fuego amigo” en la precampaña, de que Don Miguel Barbosa estaba enfermo y no resistiría la enorme responsabilidad de la gubernatura y su ambicioso plan de gobierno. El martes lo vi aproximadamente a las 14:30 hrs. acompañado solamente de dos funcionarios que lo asistían, y de ninguna manera vi a un gobernador enfermo, por el contrario, llevaba horas platicando directamente con la audiencia y se mostraba atento y saludable, lo cual ya había demostrado claramente en su campaña proselitista, ya que fue el único de los candidatos que recorrió el Estado entero buscando el voto ciudadano.

Regresé a casa ese día con un excelente ánimo y sabor de boca, que al paso del tiempo aún me queda, y la causa fue la impresión que me dejaron estos dos personajes poblanos, el Gobernador Barbosa y su cercanía con la gente del pueblo (un contraste abismal con Rafael Moreno Valle y Antonio Gali), de quien su primer acto de Gobernador Electo fue darle un beso a su esposa. Un acto de amor inusual en esas circunstancias; y del Consejero Jurídico Don Ricardo Velázquez, su humildad y sencillez.


Gracias Puebla. Escúchame mañana sábado a las 9 horas en mi programa CONVERSACIONES, en ABC Radio, 12.80 de AM; y recuerda que “LO QUE CUESTA DINERO VALE POCO”