/ jueves 25 de mayo de 2023

INAH estorba al desarrollo del turismo religioso

Al arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinosa, no le anima que el gobernador Sergio Salomón Céspedes considere una inversión de 700 millones de pesos, para restaurar 220 inmuebles históricos afectados por el sismo del 2017.

Vaya, ni siquiera hay asomo de entusiasmo para que se pudieran rehabilitar cientos de templos dañados por aquel temblor, porque en ese tiempo en el Gobierno de Antonio Gali, se llegó a citar que se dispondrán de mil 800 millones de pesos para restaurar tales inmuebles. ¿Y qué pasó? se preguntó a sí mismo Monseñor. No quiero pensar que haya corrupción, pero ¿Dónde están esos mil 800 millones de pesos? volvió a preguntar.

Otra faceta de los 700 millones mencionados por el gobernador Sergio Salomón, es que se derivan de un convenio entre el Gobierno Federal y el Estatal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia –INAH- cuando éste instituto es un obstáculo no solo para la restauración de templos, sino para desarrollar al turismo religioso que trae beneficio económico, cultural y social a la región.

Una pequeña muestra está en el Niño Doctor en Tepeaca.

En números redondos, el prelado estimó que el sismo del 2017 dañó a alrededor de mil santuarios, cuya rehabilitación se logró en el 40 % de ellos, y es ahí donde el Instituto Nacional de Antropología e Historia se convirtió en un estorbo para avanzar en la recuperación del 60 % restante.

El INAH no deja trabajar porque dispone que las obras de restauración que él mismo aprueba, sean ejecutadas por sus empresas constructoras. No admite que otras empresas lo hagan, tienen que ser las que él ordena y que las más de las veces son propiedad de sus funcionarios.

Se dan casos en que con recursos propios, aportados por la feligresía de las comunidades se organizan para recuperar sus templos, pero interviene el INAH para impedir las obras. Y si no se procede a su manera, amenaza con enviar a la cárcel a quienes hagan lo contrario, situación que provoca impotencia y enojo. En estas fricciones, el Arzobispo tiene que intervenir para apaciguar los ánimos, aunque entiende el fervor de los fieles que quieren rescatar sus templos.

Pero en medio de este embrollo, Puebla debía estar situada en los mejores sitios del turismo religioso en el ámbito mundial, pues sobra decir que es devoto el alto porcentaje del turismo que capta la entidad poblana.

Pero en lugar de ello, la Arquidiócesis de Puebla se duele por los obstáculos que impiden encaminar el trabajo y esfuerzo hacia ese propósito. Y más aún, es lamentable que tampoco haya una labor conjunta para incrementar la captación de ese turismo, que seguramente, extendería su beneficio económico, cultural y social en las familias de las comunidades.

M E M O R Á N D U M

MILLONES

Por ser el empresario más cercano a comprar Banamex, y porque el Gobierno Federal le expropió tres tramos ferroviarios al sur de Veracruz, Germán Larrea es muestra del proceder oficial en su relación con el sector empresarial.

German, como propietario del Grupo México advirtió que la expropiación de las vías férreas afectará a su empresa, empleados, clientes y al libre mercado. Pero el asunto no quedó ahí, el Gobierno Federal lo acusó de intentar venderle los tramos ferroviarios en nueve mil 500 millones de pesos, cuando se trata de concesiones que le otorgaron gobiernos de sexenios anteriores.

Los empresarios del país ya debieron tomar nota, de que no todo queda en el mero roce que se da en su relación con el actual Gobierno Federal.

joma61@hotmail.com


Al arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinosa, no le anima que el gobernador Sergio Salomón Céspedes considere una inversión de 700 millones de pesos, para restaurar 220 inmuebles históricos afectados por el sismo del 2017.

Vaya, ni siquiera hay asomo de entusiasmo para que se pudieran rehabilitar cientos de templos dañados por aquel temblor, porque en ese tiempo en el Gobierno de Antonio Gali, se llegó a citar que se dispondrán de mil 800 millones de pesos para restaurar tales inmuebles. ¿Y qué pasó? se preguntó a sí mismo Monseñor. No quiero pensar que haya corrupción, pero ¿Dónde están esos mil 800 millones de pesos? volvió a preguntar.

Otra faceta de los 700 millones mencionados por el gobernador Sergio Salomón, es que se derivan de un convenio entre el Gobierno Federal y el Estatal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia –INAH- cuando éste instituto es un obstáculo no solo para la restauración de templos, sino para desarrollar al turismo religioso que trae beneficio económico, cultural y social a la región.

Una pequeña muestra está en el Niño Doctor en Tepeaca.

En números redondos, el prelado estimó que el sismo del 2017 dañó a alrededor de mil santuarios, cuya rehabilitación se logró en el 40 % de ellos, y es ahí donde el Instituto Nacional de Antropología e Historia se convirtió en un estorbo para avanzar en la recuperación del 60 % restante.

El INAH no deja trabajar porque dispone que las obras de restauración que él mismo aprueba, sean ejecutadas por sus empresas constructoras. No admite que otras empresas lo hagan, tienen que ser las que él ordena y que las más de las veces son propiedad de sus funcionarios.

Se dan casos en que con recursos propios, aportados por la feligresía de las comunidades se organizan para recuperar sus templos, pero interviene el INAH para impedir las obras. Y si no se procede a su manera, amenaza con enviar a la cárcel a quienes hagan lo contrario, situación que provoca impotencia y enojo. En estas fricciones, el Arzobispo tiene que intervenir para apaciguar los ánimos, aunque entiende el fervor de los fieles que quieren rescatar sus templos.

Pero en medio de este embrollo, Puebla debía estar situada en los mejores sitios del turismo religioso en el ámbito mundial, pues sobra decir que es devoto el alto porcentaje del turismo que capta la entidad poblana.

Pero en lugar de ello, la Arquidiócesis de Puebla se duele por los obstáculos que impiden encaminar el trabajo y esfuerzo hacia ese propósito. Y más aún, es lamentable que tampoco haya una labor conjunta para incrementar la captación de ese turismo, que seguramente, extendería su beneficio económico, cultural y social en las familias de las comunidades.

M E M O R Á N D U M

MILLONES

Por ser el empresario más cercano a comprar Banamex, y porque el Gobierno Federal le expropió tres tramos ferroviarios al sur de Veracruz, Germán Larrea es muestra del proceder oficial en su relación con el sector empresarial.

German, como propietario del Grupo México advirtió que la expropiación de las vías férreas afectará a su empresa, empleados, clientes y al libre mercado. Pero el asunto no quedó ahí, el Gobierno Federal lo acusó de intentar venderle los tramos ferroviarios en nueve mil 500 millones de pesos, cuando se trata de concesiones que le otorgaron gobiernos de sexenios anteriores.

Los empresarios del país ya debieron tomar nota, de que no todo queda en el mero roce que se da en su relación con el actual Gobierno Federal.

joma61@hotmail.com