/ jueves 22 de abril de 2021

¿Inocente o culpable?

Tocará a las autoridades ministeriales de la Ciudad de México determinar si hay elementos de prueba para llevar a proceso al diputado federal poblano Saúl Huerta Corona después de haber sido acusado por presunto abuso sexual en agravio de un menor de 15 años de edad, pero mientras la ruta jurídica transcurre, resulta sencillo prever que los candidatos opositores a Morena usarán el hecho para obtener beneficio político a su favor, como dicta el manual.

La detención de Huerta Corona se convirtió en un escándalo de magnitud nacional, pero de manera particular sacudió a la clase política del estado por tratarse de un legislador de Puebla, emanado de Morena, que se encuentra activo y que además busca la reelección en el distrito 11 por el mismo partido que lo llevó a la cámara de diputados en 2018.

Sin esperar los detalles del suceso y mucho menos la definición de las autoridades en torno a la denuncia, el diputado federal fue juzgado y condenado en las redes sociales, por lo que el caso pasará a la historia del país como uno más de aquellos en los que servidores públicos y/o representantes populares de diferentes partidos políticos hacen uso de su poder para cometer abusos y después evadir a la justicia.

La opinión pública, que hoy goza de espacios tan directos y personales como la red social Twitter, ya ha emitido un juicio, y ha considerado que Huerta Corona debe ser metido en la misma bolsa que Félix Salgado Macedonio, el excandidato a gobernador de Guerrero sobre quien pesan (muy creíbles) historias de violación, y David Monreal Ávila, el abanderado a gobernador de Zacatecas que en el máximo nivel de la desvergüenza manoseó a la candidata a presidenta municipal de Juchipila, Rocío Moreno, en un acto público.

Todos, Huerta, Salgado y Monreal, así como Rocío Moreno, que en un video subido a redes sociales negó el evidente gesto de su agresor y procedió a defenderlo, tienen un denominador común, que son candidatos a puestos de elección popular de Morena, el partido del presidente López Obrador que se vende como la Esperanza de México y que jura ser el legítimo promotor de las causas justas, de la defensa de los derechos humanos y del combate a la violencia de género y las agresiones sexuales.

Morena, sin querer, ha dado a sus oponentes material de propaganda valiosísimo para desplegar en una campaña nacional y local que apenas ha comenzado.

Ayer mismo, al poco rato de haber trascendido la detención del legislador y candidato, la oponente de Huerta Corona en el distrito federal 11, Carolina Beauregard Martínez, del PAN y abanderada de la coalición Va por México, publicó una postura personal para exigir a las autoridades competentes investigar con imparcialidad el caso y condenó por anticipado el hecho de que el diputado hiciera uso del fuero para quedar en libertad, como al final ocurrió.

Sin embargo, a Beauregard seguirán, seguramente, dirigentes y candidatos (todos los demás) de la alianza Va por México, que agrupa a los partidos PAN, PRI y PRD, en un intento por desacreditar una marca, Morena, que parece no ser muy cuidadosa a la hora de elegir a sus perfiles.

Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Tocará a las autoridades ministeriales de la Ciudad de México determinar si hay elementos de prueba para llevar a proceso al diputado federal poblano Saúl Huerta Corona después de haber sido acusado por presunto abuso sexual en agravio de un menor de 15 años de edad, pero mientras la ruta jurídica transcurre, resulta sencillo prever que los candidatos opositores a Morena usarán el hecho para obtener beneficio político a su favor, como dicta el manual.

La detención de Huerta Corona se convirtió en un escándalo de magnitud nacional, pero de manera particular sacudió a la clase política del estado por tratarse de un legislador de Puebla, emanado de Morena, que se encuentra activo y que además busca la reelección en el distrito 11 por el mismo partido que lo llevó a la cámara de diputados en 2018.

Sin esperar los detalles del suceso y mucho menos la definición de las autoridades en torno a la denuncia, el diputado federal fue juzgado y condenado en las redes sociales, por lo que el caso pasará a la historia del país como uno más de aquellos en los que servidores públicos y/o representantes populares de diferentes partidos políticos hacen uso de su poder para cometer abusos y después evadir a la justicia.

La opinión pública, que hoy goza de espacios tan directos y personales como la red social Twitter, ya ha emitido un juicio, y ha considerado que Huerta Corona debe ser metido en la misma bolsa que Félix Salgado Macedonio, el excandidato a gobernador de Guerrero sobre quien pesan (muy creíbles) historias de violación, y David Monreal Ávila, el abanderado a gobernador de Zacatecas que en el máximo nivel de la desvergüenza manoseó a la candidata a presidenta municipal de Juchipila, Rocío Moreno, en un acto público.

Todos, Huerta, Salgado y Monreal, así como Rocío Moreno, que en un video subido a redes sociales negó el evidente gesto de su agresor y procedió a defenderlo, tienen un denominador común, que son candidatos a puestos de elección popular de Morena, el partido del presidente López Obrador que se vende como la Esperanza de México y que jura ser el legítimo promotor de las causas justas, de la defensa de los derechos humanos y del combate a la violencia de género y las agresiones sexuales.

Morena, sin querer, ha dado a sus oponentes material de propaganda valiosísimo para desplegar en una campaña nacional y local que apenas ha comenzado.

Ayer mismo, al poco rato de haber trascendido la detención del legislador y candidato, la oponente de Huerta Corona en el distrito federal 11, Carolina Beauregard Martínez, del PAN y abanderada de la coalición Va por México, publicó una postura personal para exigir a las autoridades competentes investigar con imparcialidad el caso y condenó por anticipado el hecho de que el diputado hiciera uso del fuero para quedar en libertad, como al final ocurrió.

Sin embargo, a Beauregard seguirán, seguramente, dirigentes y candidatos (todos los demás) de la alianza Va por México, que agrupa a los partidos PAN, PRI y PRD, en un intento por desacreditar una marca, Morena, que parece no ser muy cuidadosa a la hora de elegir a sus perfiles.

Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx