/ domingo 14 de marzo de 2021

Juárez desde la política simbólica

Hacer maquetas, modelos o paradigmas para comparar, analizar y enriquecer las abstracciones de los subsistemas que persisten en el sistema político, es una práctica que requerimos hacer para conocer y comprender la realidad que vivimos. Esta práctica es propia de la política simbólica y es lo que políticos y aspirantes a acceder a un puesto público hacen para tener un acercamiento con el votante y ser aceptados; es lo que presentan las imágenes, un mensaje que no es difícil de descifrar, al contrario.

Se trata de productos, como los conocemos en el mercado, pero con una característica distinta: no se puede devolver ni reclamar a nadie si no nos gustan. Signos, sonidos, imágenes, palabras, hace un mensaje; el mismo que ofrecen los actores políticos que se mueven en la vida pública. Es el caso de los símbolos patrios como la bandera, el escudo nacional o las figuras de personajes históricos usadas para enviar los mensajes que se quieren enviar.

Es el caso de Benito Pablo Juárez García (1806-1872) ¿por qué tenerlo como emblema en el actual gobierno? ¿qué es lo que significa un personaje así en esta nuestra historia actual? La política simbólica nos da herramientas para entender el significado de los mensajes verbales y no verbales. Así que nos remontamos a la historia, un niño de origen indígena que se esforzó en su tiempo para estudiar derecho. La educación en su época sólo permitía que los niños con recursos económicos ingresaran a los seminarios o a la Universidad de México con cédula Real otorgada por Felipe II en 1552, para ser educados en el humanismo católico. He aquí un primer mensaje, más allá del romanticismo, un esfuerzo loable como alumno externo al seminario que finalmente terminaría en el estudio de Jurisprudencia en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca.

El zapoteca sobresale sin pertenecer a la milicia, para ser parte de la formación del Estado Mexicano, ese es el segundo mensaje. El abogado incursionó en el servicio público del Tribunal Supremo de Justicia oaxaqueño que lo catapultaría a ser elegido diputado federal y luego a la gubernatura interina de Oaxaca (1847). Es emblemática entonces la inauguración de aproximadamente 50 escuelas y un escritorio público para atender a los ciudadanos que quisieran tratar con él algún asunto. El servicio público se le da, su dedicación es visible y su convicción liberal más. Es un tercer mensaje: la secularización y el interés por la educación para los niños.

La Ley Juárez de 1855 suprimió los tribunales especiales en los que había derechos especiales a los militares y religiosos en asuntos civiles; después vendrán las Leyes de Reforma cuyo principal objetivo fue la separación de la Iglesia y el Estado, impulsadas en los gobiernos de Juan Álvarez, Ignacio Comonfort y del propio Juárez. El mensaje es claro: dar las bases de la constitución del nuevo Estado Mexicano.

Finalmente, aún con un gobierno itinerante (de 1863-1867) paralelo al gobierno del emperador Maximiliano de Habsburgo (1864-1867), Juárez se da a la tarea de persistir escudado en la Constitución de 1857. Ese sería el otro mensaje: la fuerza de la legalidad constitucional. Por supuesto que en este símbolo que representa la figura de Benito Juárez, el contexto histórico actual es muy diferente. De entrada, las mujeres no figuraban en el espacio público y mucho menos en la política del siglo XIX, ahora sí incluso con la paridad legalizada.

La política simbólica, sin embargo, omite mensajes que nos lleven a razonar esos contextos, lo más relevante es no distraer con ellos. Así que, en la actual administración se omiten hechos históricos como la precariedad del mandato; porque ciertamente fue un gobernante austero con un gabinete que no tuvo oportunidad de administrar gran cosa cuando la pobreza era lo que abundaba. Entonces, se conmemora el natalicio de un personaje que efectivamente fue artífice de una transformación nacional desde las leyes, el mensaje de la política simbólica.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com

Hacer maquetas, modelos o paradigmas para comparar, analizar y enriquecer las abstracciones de los subsistemas que persisten en el sistema político, es una práctica que requerimos hacer para conocer y comprender la realidad que vivimos. Esta práctica es propia de la política simbólica y es lo que políticos y aspirantes a acceder a un puesto público hacen para tener un acercamiento con el votante y ser aceptados; es lo que presentan las imágenes, un mensaje que no es difícil de descifrar, al contrario.

Se trata de productos, como los conocemos en el mercado, pero con una característica distinta: no se puede devolver ni reclamar a nadie si no nos gustan. Signos, sonidos, imágenes, palabras, hace un mensaje; el mismo que ofrecen los actores políticos que se mueven en la vida pública. Es el caso de los símbolos patrios como la bandera, el escudo nacional o las figuras de personajes históricos usadas para enviar los mensajes que se quieren enviar.

Es el caso de Benito Pablo Juárez García (1806-1872) ¿por qué tenerlo como emblema en el actual gobierno? ¿qué es lo que significa un personaje así en esta nuestra historia actual? La política simbólica nos da herramientas para entender el significado de los mensajes verbales y no verbales. Así que nos remontamos a la historia, un niño de origen indígena que se esforzó en su tiempo para estudiar derecho. La educación en su época sólo permitía que los niños con recursos económicos ingresaran a los seminarios o a la Universidad de México con cédula Real otorgada por Felipe II en 1552, para ser educados en el humanismo católico. He aquí un primer mensaje, más allá del romanticismo, un esfuerzo loable como alumno externo al seminario que finalmente terminaría en el estudio de Jurisprudencia en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca.

El zapoteca sobresale sin pertenecer a la milicia, para ser parte de la formación del Estado Mexicano, ese es el segundo mensaje. El abogado incursionó en el servicio público del Tribunal Supremo de Justicia oaxaqueño que lo catapultaría a ser elegido diputado federal y luego a la gubernatura interina de Oaxaca (1847). Es emblemática entonces la inauguración de aproximadamente 50 escuelas y un escritorio público para atender a los ciudadanos que quisieran tratar con él algún asunto. El servicio público se le da, su dedicación es visible y su convicción liberal más. Es un tercer mensaje: la secularización y el interés por la educación para los niños.

La Ley Juárez de 1855 suprimió los tribunales especiales en los que había derechos especiales a los militares y religiosos en asuntos civiles; después vendrán las Leyes de Reforma cuyo principal objetivo fue la separación de la Iglesia y el Estado, impulsadas en los gobiernos de Juan Álvarez, Ignacio Comonfort y del propio Juárez. El mensaje es claro: dar las bases de la constitución del nuevo Estado Mexicano.

Finalmente, aún con un gobierno itinerante (de 1863-1867) paralelo al gobierno del emperador Maximiliano de Habsburgo (1864-1867), Juárez se da a la tarea de persistir escudado en la Constitución de 1857. Ese sería el otro mensaje: la fuerza de la legalidad constitucional. Por supuesto que en este símbolo que representa la figura de Benito Juárez, el contexto histórico actual es muy diferente. De entrada, las mujeres no figuraban en el espacio público y mucho menos en la política del siglo XIX, ahora sí incluso con la paridad legalizada.

La política simbólica, sin embargo, omite mensajes que nos lleven a razonar esos contextos, lo más relevante es no distraer con ellos. Así que, en la actual administración se omiten hechos históricos como la precariedad del mandato; porque ciertamente fue un gobernante austero con un gabinete que no tuvo oportunidad de administrar gran cosa cuando la pobreza era lo que abundaba. Entonces, se conmemora el natalicio de un personaje que efectivamente fue artífice de una transformación nacional desde las leyes, el mensaje de la política simbólica.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com