/ lunes 9 de noviembre de 2020

La alianza PAN-PRI ya es posible

Los escépticos de una eventual alianza electoral a celebrarse entre los partidos políticos PAN y PRI, con miras a los comicios intermedios de 2021 en el estado, podrían (podríamos) sufrir un revés como previsores de escenarios en caso de que prosperen las negociaciones que este fin de semana comenzaron a cobrar forma en Zacatecas.

El domingo, representantes del partido blanquiazul y del partido tricolor, así como del PRD, instalaron una mesa de trabajo para la conformación de la Alianza Zacatecas para el proceso electoral 2020-2021, con la que buscarán competir de manera coaligada en las contiendas de gobernador, de diputados locales y de presidentes municipales en esa entidad del norte del país.

Ese acontecimiento arroja señales acerca de lo que podría ocurrir en las elecciones del próximo año aquí en Puebla entre partidos que en teoría eran antagónicos e irreconciliables, el PAN y el PRI, pero no es el único que permite observar aquello que amaga con llegar hasta estos rumbos.

Los panistas llevarán a cabo esta tarde una sesión de la Comisión Permanente Nacional para discutir, y en su caso aprobar, la realización de coaliciones electorales con el priismo en los estados donde el año que está por comenzar habrá contiendas de gobernador.

En la sesión de este lunes, que será presidida por Marko Cortés Mendoza y que comenzará en punto de las 17 horas con la lista de asistencia y declaración de quórum, los panistas presentes discutirán sobre la pertinencia de formalizar o no una suerte de hermandad política con el PRI en los estados de Guerrero, Tlaxcala, San Luis Potosí, Zacatecas, Nayarit, Baja California Sur, Michoacán, Sonora y Nuevo León.

Puebla no figura por ahora, pero eso no es relevante mientras quede claro que, al menos dentro del PAN, se ha decidido dar prioridad en tiempo a las entidades en las que habrá elección de gobernador.

Los poblanos del blanquiazul que se ubican en favor de establecer una alianza electoral con el PRI para tener mayores posibilidades de vencer a Morena en las urnas confían en que la sesión de esta tarde terminará en buenos términos para la causa, con la autorización mayoritaria –que no unánime—de esa, hasta hace poco, impensada complicidad.

“Veremos mañana cómo se pone, si hay muchos en contra (de la coalición con el tricolor) o pasa como mantequilla”, compartía el domingo un panista con el autor de esta columna.

“De eso depende que más adelante se pueda concretar la alianza en Puebla”, agregaba, con los dedos cruzados para que se impusiera el pragmatismo que demanda la construcción de un bloque digno de ir a la guerra electoral contra el partido en el poder.

La atención del panismo que sabe del tema que se abordará en la reunión de la Comisión Permanente centrará sus objetivos en ella, ante la relevancia que ocupará en el contexto de lo que se avecina para el estado.

Antes de esto, eran una gran mayoría quienes miraban (mirábamos) incrédulos la eventual concreción de una alianza entre esos dos institutos políticos.

No porque el pragmatismo y los deseos de sacar a Morena del poder no fueran suficientes para llevar por el mismo camino a Cortés Mendoza y a Alejandro Moreno Cárdenas en una travesía electoral, sino porque parecían estar dadas las condiciones para que el partido tricolor terminara haciéndola de comparsa del presidente López Obrador en beneficio de su instituto político.

De esa creencia popular se cambió el mote de “Alito” del dirigente nacional del PRI por el de “Amlito”.

Hoy resulta que no es así.

Un par de meses atrás dialogaron Genoveva Huerta (PAN) y Néstor Camarillo (PRI) en un primer intento por formalizar una unión.

El encuentro, como se narró aquí, resultó infructuoso.

La buena noticia, solo para los defensores de ese “matrimonio” por conveniencia, es que asoma una segunda oportunidad.

Por supuesto, en el blanquiazul habrá muchos puristas que estarán en desacuerdo con la posibilidad, mientras que en el tricolor la rechazarán aquellos que esperaban ser candidatos para venderse en beneficio de los intereses de Morena y el grupo local en el poder.

Twitter: @jorgerdzc

Los escépticos de una eventual alianza electoral a celebrarse entre los partidos políticos PAN y PRI, con miras a los comicios intermedios de 2021 en el estado, podrían (podríamos) sufrir un revés como previsores de escenarios en caso de que prosperen las negociaciones que este fin de semana comenzaron a cobrar forma en Zacatecas.

El domingo, representantes del partido blanquiazul y del partido tricolor, así como del PRD, instalaron una mesa de trabajo para la conformación de la Alianza Zacatecas para el proceso electoral 2020-2021, con la que buscarán competir de manera coaligada en las contiendas de gobernador, de diputados locales y de presidentes municipales en esa entidad del norte del país.

Ese acontecimiento arroja señales acerca de lo que podría ocurrir en las elecciones del próximo año aquí en Puebla entre partidos que en teoría eran antagónicos e irreconciliables, el PAN y el PRI, pero no es el único que permite observar aquello que amaga con llegar hasta estos rumbos.

Los panistas llevarán a cabo esta tarde una sesión de la Comisión Permanente Nacional para discutir, y en su caso aprobar, la realización de coaliciones electorales con el priismo en los estados donde el año que está por comenzar habrá contiendas de gobernador.

En la sesión de este lunes, que será presidida por Marko Cortés Mendoza y que comenzará en punto de las 17 horas con la lista de asistencia y declaración de quórum, los panistas presentes discutirán sobre la pertinencia de formalizar o no una suerte de hermandad política con el PRI en los estados de Guerrero, Tlaxcala, San Luis Potosí, Zacatecas, Nayarit, Baja California Sur, Michoacán, Sonora y Nuevo León.

Puebla no figura por ahora, pero eso no es relevante mientras quede claro que, al menos dentro del PAN, se ha decidido dar prioridad en tiempo a las entidades en las que habrá elección de gobernador.

Los poblanos del blanquiazul que se ubican en favor de establecer una alianza electoral con el PRI para tener mayores posibilidades de vencer a Morena en las urnas confían en que la sesión de esta tarde terminará en buenos términos para la causa, con la autorización mayoritaria –que no unánime—de esa, hasta hace poco, impensada complicidad.

“Veremos mañana cómo se pone, si hay muchos en contra (de la coalición con el tricolor) o pasa como mantequilla”, compartía el domingo un panista con el autor de esta columna.

“De eso depende que más adelante se pueda concretar la alianza en Puebla”, agregaba, con los dedos cruzados para que se impusiera el pragmatismo que demanda la construcción de un bloque digno de ir a la guerra electoral contra el partido en el poder.

La atención del panismo que sabe del tema que se abordará en la reunión de la Comisión Permanente centrará sus objetivos en ella, ante la relevancia que ocupará en el contexto de lo que se avecina para el estado.

Antes de esto, eran una gran mayoría quienes miraban (mirábamos) incrédulos la eventual concreción de una alianza entre esos dos institutos políticos.

No porque el pragmatismo y los deseos de sacar a Morena del poder no fueran suficientes para llevar por el mismo camino a Cortés Mendoza y a Alejandro Moreno Cárdenas en una travesía electoral, sino porque parecían estar dadas las condiciones para que el partido tricolor terminara haciéndola de comparsa del presidente López Obrador en beneficio de su instituto político.

De esa creencia popular se cambió el mote de “Alito” del dirigente nacional del PRI por el de “Amlito”.

Hoy resulta que no es así.

Un par de meses atrás dialogaron Genoveva Huerta (PAN) y Néstor Camarillo (PRI) en un primer intento por formalizar una unión.

El encuentro, como se narró aquí, resultó infructuoso.

La buena noticia, solo para los defensores de ese “matrimonio” por conveniencia, es que asoma una segunda oportunidad.

Por supuesto, en el blanquiazul habrá muchos puristas que estarán en desacuerdo con la posibilidad, mientras que en el tricolor la rechazarán aquellos que esperaban ser candidatos para venderse en beneficio de los intereses de Morena y el grupo local en el poder.

Twitter: @jorgerdzc