/ viernes 26 de julio de 2019

La dinámica social se fortalece impulsando la comunicación

La interactividad y los cambios que se suscitan entre quienes integran o somos miembros de una sociedad, deben analizarse para estudiar y medir nuestro comportamiento, el cual permita identificar el dinamismo y desarrollo, en la toma de decisiones.

Considerando el principio del liberalismo del “laisser faire-laisser passer” (Dejar hacer dejar pasar), es referente en una sociedad capitalista, de las oportunidades que tiene una persona de encontrar la posición adecuada, de su grado de avance, sus preferencias y aptitudes, al tiempo de promover o generar la movilidad; sin embargo, esta movilidad depende en cierta medida, del nivel de industrialización.

La dinámica social determina cambios o transformaciones, las cuales establecen nuevas condiciones de vida de diversos grupos humanos, de su estructura y su sistema de valores. Por lo cual la promoción del cambio social, debe considerar, no solo la evolución, sino el progreso social.

Los factores que determinan el dinamismo social deben ir acompañados de la cooperación, la pertinencia y de la capacidad de comunicarse, la cual facilitará la adquisición de una nueva cultura y, poder trasmitirla a las próximas generaciones.

Es por ello que los medios masivos de comunicación, son sin duda, el instrumento socializador eficaz, de formación y, con una incidencia muy importante en las ideas, cultura, costumbres y comportamientos de los individuos.

La estructura de la organización social es dinámica, siempre está en constante cambio y se manifiesta en todos los ámbitos de la actividad humana, en las familias, en lo educativo, económico, político y religioso; pero si esta estructura se vuelva amorfa, deja de cumplir su función en la sociedad.

Sin embargo, la responsabilidad o compromiso social determina la participación de todo individuo, el cual debe mantener con el resto de la sociedad, pues pertenece a ella y lo que haga o deje de hacer, repercutirá en la vida comunitaria.

Por su parte, el Estado Mexicano a través del ejecutivo federal, debe encargarse de promover y hacer cumplir las leyes y normas, que garanticen la seguridad en todos los ámbitos; a fin de obtener el bienestar colectivo y contribuir al equilibrio social.

El pasado 29 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió en Palacio Nacional a Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el presidente López Obrador destacó que había acordado con la directora del FMI “aplicar nuevos enfoques en nuestras relaciones: honestidad, igualdad de género, respeto al medio ambiente y combate a la pobreza”.

Lamentablemente, el pasado martes 23 de julio, el Presidente López Obrador señaló que no confiaba en el Fondo Monetario Internacional, luego de que éste recortara sus expectativas de crecimiento económico para el país durante el presente 2019, asegurando que “no les tengo mucha confianza a esos organismos (…) esos organismos fueron los que impusieron la política económica neoliberal que causó muchas desgracias en México (…) ¿Qué fueron las reformas estructurales del FMI? La destrucción de la petroquímica. ¿Sus recetas? El que se desatara la inseguridad, la violencia en el país. Entonces, ¿cómo van a estar ahí opinando? ¿Qué autoridad moral tienen?”, se preguntó.

Esta postura de confrontación también la ha emprendido con los medios de comunicación, pues en fecha reciente, señalo que el director del semanario proceso no se estaba portando bien, como lo debían hacer los buenos periodistas, que siempre han estado a favor de las transformaciones.

Los medios de comunicación tienen el compromiso de informar veraz y objetivamente e investigar para dar a conocer a la ciudadanía los avances, aciertos o desaciertos.

Una mayoría de ciudadanos sufragó en favor de López Obrador, para que disminuya la corrupción, tener certeza jurídica, seguridad pública y social, así como reducir la desigualdad y promover el desarrollo económico y social.

Claro es que el poder de los medios se debe al amplio radio de influencia y penetración social que poseen y, en cierta medida resultan ser el termómetro de la problemática y la demanda social, la cual deben tomar en consideración, las instituciones gubernamentales, para la toma de decisiones, e incidan en pro del desarrollo económico, político y social.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

La interactividad y los cambios que se suscitan entre quienes integran o somos miembros de una sociedad, deben analizarse para estudiar y medir nuestro comportamiento, el cual permita identificar el dinamismo y desarrollo, en la toma de decisiones.

Considerando el principio del liberalismo del “laisser faire-laisser passer” (Dejar hacer dejar pasar), es referente en una sociedad capitalista, de las oportunidades que tiene una persona de encontrar la posición adecuada, de su grado de avance, sus preferencias y aptitudes, al tiempo de promover o generar la movilidad; sin embargo, esta movilidad depende en cierta medida, del nivel de industrialización.

La dinámica social determina cambios o transformaciones, las cuales establecen nuevas condiciones de vida de diversos grupos humanos, de su estructura y su sistema de valores. Por lo cual la promoción del cambio social, debe considerar, no solo la evolución, sino el progreso social.

Los factores que determinan el dinamismo social deben ir acompañados de la cooperación, la pertinencia y de la capacidad de comunicarse, la cual facilitará la adquisición de una nueva cultura y, poder trasmitirla a las próximas generaciones.

Es por ello que los medios masivos de comunicación, son sin duda, el instrumento socializador eficaz, de formación y, con una incidencia muy importante en las ideas, cultura, costumbres y comportamientos de los individuos.

La estructura de la organización social es dinámica, siempre está en constante cambio y se manifiesta en todos los ámbitos de la actividad humana, en las familias, en lo educativo, económico, político y religioso; pero si esta estructura se vuelva amorfa, deja de cumplir su función en la sociedad.

Sin embargo, la responsabilidad o compromiso social determina la participación de todo individuo, el cual debe mantener con el resto de la sociedad, pues pertenece a ella y lo que haga o deje de hacer, repercutirá en la vida comunitaria.

Por su parte, el Estado Mexicano a través del ejecutivo federal, debe encargarse de promover y hacer cumplir las leyes y normas, que garanticen la seguridad en todos los ámbitos; a fin de obtener el bienestar colectivo y contribuir al equilibrio social.

El pasado 29 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió en Palacio Nacional a Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), el presidente López Obrador destacó que había acordado con la directora del FMI “aplicar nuevos enfoques en nuestras relaciones: honestidad, igualdad de género, respeto al medio ambiente y combate a la pobreza”.

Lamentablemente, el pasado martes 23 de julio, el Presidente López Obrador señaló que no confiaba en el Fondo Monetario Internacional, luego de que éste recortara sus expectativas de crecimiento económico para el país durante el presente 2019, asegurando que “no les tengo mucha confianza a esos organismos (…) esos organismos fueron los que impusieron la política económica neoliberal que causó muchas desgracias en México (…) ¿Qué fueron las reformas estructurales del FMI? La destrucción de la petroquímica. ¿Sus recetas? El que se desatara la inseguridad, la violencia en el país. Entonces, ¿cómo van a estar ahí opinando? ¿Qué autoridad moral tienen?”, se preguntó.

Esta postura de confrontación también la ha emprendido con los medios de comunicación, pues en fecha reciente, señalo que el director del semanario proceso no se estaba portando bien, como lo debían hacer los buenos periodistas, que siempre han estado a favor de las transformaciones.

Los medios de comunicación tienen el compromiso de informar veraz y objetivamente e investigar para dar a conocer a la ciudadanía los avances, aciertos o desaciertos.

Una mayoría de ciudadanos sufragó en favor de López Obrador, para que disminuya la corrupción, tener certeza jurídica, seguridad pública y social, así como reducir la desigualdad y promover el desarrollo económico y social.

Claro es que el poder de los medios se debe al amplio radio de influencia y penetración social que poseen y, en cierta medida resultan ser el termómetro de la problemática y la demanda social, la cual deben tomar en consideración, las instituciones gubernamentales, para la toma de decisiones, e incidan en pro del desarrollo económico, político y social.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com