/ sábado 12 de enero de 2019

La división entre los mexicanos supera la racionalidad

Si en este momento bajara la gasolina a 5 pesos el litro, sin aplicar subsidios o recortes al gasto público, seguramente habría quien criticara la medida, simplemente por estar en contra de una administración o un gobernante. Esto es el resultado de un problema de falta de unidad desde hace siglos y la ausencia de consenso entre los ciudadanos que, lamentablemente, es una constante que ha impedido determinar un proyecto de nación.


El tema de la semana fue la insuficiencia del suministro de combustible, sobre el que diversas opiniones fueron manifestadas, algunas con fundamento, pero otras auténticamente vertidas con complejos y rencor. Es indudable que el huachicol permeó las esferas de los más altos niveles, solo así pudo expandirse del modo que lo hizo, afectando la seguridad de millones de ciudadanos.

Considero que la medida tomada por el gobierno federal, en el sentido de cerrar los ductos y mandar la gasolina por pipas es acertada para empezar a erradicar el problema, ahora bien, respecto a eso hubo críticas que llegaban a la mofa, como quienes dijeron que también deberían cerrar las autopistas para evitar los robos en carretera. Esta y toda una serie de analogías tienen un mal planteamiento lógico, las cuales son usadas para incrementar el odio y la división. A veces me pongo a reflexionar qué es lo que pensará alguien que se la pasa todo el día compartiendo memes, fake news y quizá alguna crítica en contra del presidente, creo que esa actitud no aporta a solucionar los problemas. Lo que estoy diciendo no es algo nuevo, de igual modo manifesté lo mismo respecto a las ofensas, en las redes, al ex presidente Peña Nieto. Cada quien tiene el derecho a manifestar una opinión respecto a los asunto de la vida pública, pero creo que debe ser de una manera fundada y constructiva.

La historia de México es una constante de conflictos y desacuerdos: federalistas y centralistas; conservadores y liberales; porfiristas y maderistas; y así podría mencionar a muchos ejemplos hasta llegar a los conflictos contemporáneos y las denominaciones de “chairos” y “derechairos”.

Ningún gobernante es la salvación o la perdición total de un pueblo, ellos también son seres humanos y poseen defectos y virtudes. Ahora bien, lo importante es que el balance sea positivo, ya que ninguna administración, por buena que sea, dejará satisfecha al 100% de la población. El problema es que en nuestro país el asunto se polariza a tal grado que, auténticamente, vivimos en una especie de guerra civil ideológica. Si estuviéramos en el siglo XIX seguramente ya se hubiera dado un levantamiento armado, con las lamentables consecuencias que han traído todos los estallidos sociales en nuestro país, o sea, muerte y destrucción, sin que los problemas sociales se arreglen.

Personalmente deseo que el Presidente de la República tenga éxito y que, cuando consiga un logro, le sea reconocido, pero eso es muy difícil cuando la ambición política está por encima del interés nacional. Lamentablemente hay quien desea que le vaya mal a un gobernante para poder criticar y acceder a una posición de poder, dejando de lado el interés público. Así ha sido en la mayoría de las ocasiones y tristemente dudo que cambie la situación.

El peor enemigo de un mexicano es otro mexicano, eso lo hemos visto en diversos temas de la sociedad. La cultura del abuso es desplegada por millones de connacionales y hay quien, solo por un mero capricho o desorden emocional, critica infundadamente e insulta las acciones de una administración, simplemente por un factor subjetivo. Esperemos que esta división y odio se reduzcan y no se conviertan en una constante en la que todos salimos perdiendo.

En esta vida hay personas que brillan como estrellas y nos enseñan a ser buenos seres humanos, una de ellas es el mtro. Antonio Prósperi Teutli, mi maestro que hoy cumple 85 años de una vida ejemplar.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Si en este momento bajara la gasolina a 5 pesos el litro, sin aplicar subsidios o recortes al gasto público, seguramente habría quien criticara la medida, simplemente por estar en contra de una administración o un gobernante. Esto es el resultado de un problema de falta de unidad desde hace siglos y la ausencia de consenso entre los ciudadanos que, lamentablemente, es una constante que ha impedido determinar un proyecto de nación.


El tema de la semana fue la insuficiencia del suministro de combustible, sobre el que diversas opiniones fueron manifestadas, algunas con fundamento, pero otras auténticamente vertidas con complejos y rencor. Es indudable que el huachicol permeó las esferas de los más altos niveles, solo así pudo expandirse del modo que lo hizo, afectando la seguridad de millones de ciudadanos.

Considero que la medida tomada por el gobierno federal, en el sentido de cerrar los ductos y mandar la gasolina por pipas es acertada para empezar a erradicar el problema, ahora bien, respecto a eso hubo críticas que llegaban a la mofa, como quienes dijeron que también deberían cerrar las autopistas para evitar los robos en carretera. Esta y toda una serie de analogías tienen un mal planteamiento lógico, las cuales son usadas para incrementar el odio y la división. A veces me pongo a reflexionar qué es lo que pensará alguien que se la pasa todo el día compartiendo memes, fake news y quizá alguna crítica en contra del presidente, creo que esa actitud no aporta a solucionar los problemas. Lo que estoy diciendo no es algo nuevo, de igual modo manifesté lo mismo respecto a las ofensas, en las redes, al ex presidente Peña Nieto. Cada quien tiene el derecho a manifestar una opinión respecto a los asunto de la vida pública, pero creo que debe ser de una manera fundada y constructiva.

La historia de México es una constante de conflictos y desacuerdos: federalistas y centralistas; conservadores y liberales; porfiristas y maderistas; y así podría mencionar a muchos ejemplos hasta llegar a los conflictos contemporáneos y las denominaciones de “chairos” y “derechairos”.

Ningún gobernante es la salvación o la perdición total de un pueblo, ellos también son seres humanos y poseen defectos y virtudes. Ahora bien, lo importante es que el balance sea positivo, ya que ninguna administración, por buena que sea, dejará satisfecha al 100% de la población. El problema es que en nuestro país el asunto se polariza a tal grado que, auténticamente, vivimos en una especie de guerra civil ideológica. Si estuviéramos en el siglo XIX seguramente ya se hubiera dado un levantamiento armado, con las lamentables consecuencias que han traído todos los estallidos sociales en nuestro país, o sea, muerte y destrucción, sin que los problemas sociales se arreglen.

Personalmente deseo que el Presidente de la República tenga éxito y que, cuando consiga un logro, le sea reconocido, pero eso es muy difícil cuando la ambición política está por encima del interés nacional. Lamentablemente hay quien desea que le vaya mal a un gobernante para poder criticar y acceder a una posición de poder, dejando de lado el interés público. Así ha sido en la mayoría de las ocasiones y tristemente dudo que cambie la situación.

El peor enemigo de un mexicano es otro mexicano, eso lo hemos visto en diversos temas de la sociedad. La cultura del abuso es desplegada por millones de connacionales y hay quien, solo por un mero capricho o desorden emocional, critica infundadamente e insulta las acciones de una administración, simplemente por un factor subjetivo. Esperemos que esta división y odio se reduzcan y no se conviertan en una constante en la que todos salimos perdiendo.

En esta vida hay personas que brillan como estrellas y nos enseñan a ser buenos seres humanos, una de ellas es el mtro. Antonio Prósperi Teutli, mi maestro que hoy cumple 85 años de una vida ejemplar.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.