La educación, además de ser un derecho, es una herramienta fundamental para todo ser humano, que significa progreso y que permite de manera general, tener una mejor calidad de vida.
Sin embargo, la educación que recibimos debe ser complementada con los principios del respeto a los derechos humanos, desde la educación básica hasta la educación superior, además, esta formación académica debe estar acompañada de instancias que tutelen los derechos escolares, lo anterior, dará como resultado: ciudadanos con un amplio conocimiento de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, que respeten y defiendan.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, en su artículo 26 establece que: todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universal y efectiva, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Asimismo, el artículo tercero, párrafo cuarto de nuestra Constitución señala: La educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva…
Ahora bien, por educación en derechos humanos se entiende la práctica educativa que tiene por objeto principal favorecer su reconocimiento, su defensa y su promoción, fundada en el respeto y vigencia de valores, principios y mecanismos relativos a los derechos humanos en su integridad e interdisciplinariedad, su vinculación con la democracia, el desarrollo y la paz.
http://www.corteidh.or.cr/tablas/r24457.pdf
Debido a la complejidad de los desafíos que tiene nuestra Entidad y en general el País, es sumamente importante, que las autoridades educativas incorporen a los planes de estudio, el enfoque en derechos humanos, que nuestra Carta Magna exige, así como los Tratados internacionales de los que somos parte.
Como indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) “la educación de calidad, se debe sustentar en un enfoque holístico basado en los derechos humanos y abarcar, además, cuestiones tales como la diversidad cultural, el plurilingüismo en la educación, la paz y la no violencia y el desarrollo sostenible”.
Dicho enfoque, exige una revisión de los programas y planes que permita incorporar asignaturas en derechos humanos, en educación para la paz y en educación para la convivencia democrática que contribuya en la formación de una nueva generación de ciudadanos con una amplia cultura de la legalidad.
Una educación de calidad basada en los derechos humanos, significa que éstos se pongan en práctica en todo el sistema educativo y en todos los contextos (formales, no formales e informales) de aprendizaje. Significa, asimismo, que el sistema educativo esté orientado hacia la adquisición de valores humanos que permitan la consecución de la paz, la cohesión social y el respeto a la dignidad humana. Implica como se está realizando en muchos países– la reforma de los sistemas nacionales de educación o la aplicación de planes y programas para introducir un cambio fundamental en las estructuras educativas, la gestión del sistema educativo, las prácticas didácticas, la revisión y adaptación del material pedagógico y la adecuada preparación de los docentes.
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*Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.
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