/ viernes 2 de agosto de 2019

La eficiencia bancaria en México

Los tiempos que actualmente vivimos, se caracterizan por una gran confusión, debido a que prevalece y lamentablemente se incrementa la inseguridad en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.

Al igual que el suscribe esta columna y, tal vez como a muchos de Ustedes, empresas y entidades públicas, hemos sido el blanco de delincuentes y de la delincuencia organizada, de los fraudes y/o ataques bancarios, marcada por la tendencia evolutiva y la globalización económica.

Tomando como base la información de Banco de México (Banxico), señala que el robo de identidad va en aumento y nuestro país ya ocupa la posición número ocho a nivel mundial en este delito.

A su vez, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), señala que en “México, las modalidades para cometer fraudes financieros ha evolucionado e incrementado a lo largo de los años, lo que se ha visto reflejado en la cantidad de reclamaciones por parte de los usuarios que también ha ido en aumento”.

De acuerdo a los datos de Condusef en el 2016, se registraron 78,788 posibles casos. La mayoría de los casos se registraron en contra del Grupo Financiero CitiBanamex. Y durante el primer trimestre del 2017, se registraron 1.5 millones de reclamaciones por fraude en el sector bancario; es decir, prácticamente 18,000 por día, lo cual representa un aumento de 10% respecto al año anterior.

Con relación a las quejas presentadas por los usuarios, se registra un 82% de resolución favorable. Las instituciones que registraron un mayor número de quejas por posibles fraudes, fueron Bancomer con el 28.2%, CitiBanamex con el 22.1%, Santander con 19.4%, Banorte IXE con 9.7% e Inbursa con 5.6%.

Para efectuar los engaños los presuntos delincuentes se valen de diferentes estrategias, siendo el canal cibernético donde más se presenta el fraude, el 92% lo realizan a través del comercio electrónico, el cual presentó un promedio mensual de 242,000 casos durante 2017 y, el fraude cibernético en la banca móvil, se viene incrementando de manera exponencial.

Ante esta lamentable situación, en México, los bancos deben tomar medidas más rigurosas, al tiempo de evaluar y certificar a sus empleados, como ejemplo, en el caso de tarjetas bancarias; por la forma en cómo los defraudadores se comunican con los usuarios se nota que cuentan con la información detallada, perfil del usuario y conocimiento de los movimientos y de las acciones que para los usuarios toman las instituciones bancarias.

Incluso al momento de presentar la queja, el defraudador tiene conocimiento del status del usuario; pues con un completo cinismo se comunica nuevamente el defraudador por medios totalmente diferentes a los protocolos que la Institución Bancaria establece con sus usuarios.

En el caso que me ocupa, quiero destacar la actuación directa, profesional y ética que recibí de Citibanamex y Santander.

Pues considerando los movimientos anormales diferentes al perfil de usuario, ante el origen ilícito; la toma de decisiones de los ejecutivos bancarios (Citibanamex y Santander) es evaluada conforme a la selección de factores críticos de riesgo.

Esta resolución atinente en el ámbito profesional, permite garantizar la integridad del usuario, lo cual es destacable y plausible, ante un mundo donde la sociedad parece que permanece inerte a las buenas acciones y reacciones en pro de la propia sociedad de la cual todos formamos parte.

Para mitigar esta lamentable práctica y tomar acciones correctivas en cuanto a la implementación de programas antifraudes se debe analizar de una forma deductiva e inductiva a los clientes, proveedores, y empleados, sin demeritar o soslayar los principios y estructuras internas de la institución bancaria.

La historia de la banca en México al igual que en el mundo, está ligada a la evolución de cada economía local y, por consecuencia es partícipe de los momentos de expansión o de crisis.

La banca en nuestro país, es un elemento estratégico para apuntalar su desarrollo económico, tanto a través del crédito al consumo como a las empresas. En los últimos años ha tenido un avance significativo, notando su eficiencia en un entorno altamente desarrollado y competitivo.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

Los tiempos que actualmente vivimos, se caracterizan por una gran confusión, debido a que prevalece y lamentablemente se incrementa la inseguridad en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.

Al igual que el suscribe esta columna y, tal vez como a muchos de Ustedes, empresas y entidades públicas, hemos sido el blanco de delincuentes y de la delincuencia organizada, de los fraudes y/o ataques bancarios, marcada por la tendencia evolutiva y la globalización económica.

Tomando como base la información de Banco de México (Banxico), señala que el robo de identidad va en aumento y nuestro país ya ocupa la posición número ocho a nivel mundial en este delito.

A su vez, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), señala que en “México, las modalidades para cometer fraudes financieros ha evolucionado e incrementado a lo largo de los años, lo que se ha visto reflejado en la cantidad de reclamaciones por parte de los usuarios que también ha ido en aumento”.

De acuerdo a los datos de Condusef en el 2016, se registraron 78,788 posibles casos. La mayoría de los casos se registraron en contra del Grupo Financiero CitiBanamex. Y durante el primer trimestre del 2017, se registraron 1.5 millones de reclamaciones por fraude en el sector bancario; es decir, prácticamente 18,000 por día, lo cual representa un aumento de 10% respecto al año anterior.

Con relación a las quejas presentadas por los usuarios, se registra un 82% de resolución favorable. Las instituciones que registraron un mayor número de quejas por posibles fraudes, fueron Bancomer con el 28.2%, CitiBanamex con el 22.1%, Santander con 19.4%, Banorte IXE con 9.7% e Inbursa con 5.6%.

Para efectuar los engaños los presuntos delincuentes se valen de diferentes estrategias, siendo el canal cibernético donde más se presenta el fraude, el 92% lo realizan a través del comercio electrónico, el cual presentó un promedio mensual de 242,000 casos durante 2017 y, el fraude cibernético en la banca móvil, se viene incrementando de manera exponencial.

Ante esta lamentable situación, en México, los bancos deben tomar medidas más rigurosas, al tiempo de evaluar y certificar a sus empleados, como ejemplo, en el caso de tarjetas bancarias; por la forma en cómo los defraudadores se comunican con los usuarios se nota que cuentan con la información detallada, perfil del usuario y conocimiento de los movimientos y de las acciones que para los usuarios toman las instituciones bancarias.

Incluso al momento de presentar la queja, el defraudador tiene conocimiento del status del usuario; pues con un completo cinismo se comunica nuevamente el defraudador por medios totalmente diferentes a los protocolos que la Institución Bancaria establece con sus usuarios.

En el caso que me ocupa, quiero destacar la actuación directa, profesional y ética que recibí de Citibanamex y Santander.

Pues considerando los movimientos anormales diferentes al perfil de usuario, ante el origen ilícito; la toma de decisiones de los ejecutivos bancarios (Citibanamex y Santander) es evaluada conforme a la selección de factores críticos de riesgo.

Esta resolución atinente en el ámbito profesional, permite garantizar la integridad del usuario, lo cual es destacable y plausible, ante un mundo donde la sociedad parece que permanece inerte a las buenas acciones y reacciones en pro de la propia sociedad de la cual todos formamos parte.

Para mitigar esta lamentable práctica y tomar acciones correctivas en cuanto a la implementación de programas antifraudes se debe analizar de una forma deductiva e inductiva a los clientes, proveedores, y empleados, sin demeritar o soslayar los principios y estructuras internas de la institución bancaria.

La historia de la banca en México al igual que en el mundo, está ligada a la evolución de cada economía local y, por consecuencia es partícipe de los momentos de expansión o de crisis.

La banca en nuestro país, es un elemento estratégico para apuntalar su desarrollo económico, tanto a través del crédito al consumo como a las empresas. En los últimos años ha tenido un avance significativo, notando su eficiencia en un entorno altamente desarrollado y competitivo.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com