/ lunes 10 de agosto de 2020

La elección en Morena definirá al candidato en Puebla

A finales de agosto o principios de septiembre podremos tener casi certeza de la identidad del candidato o candidata del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia municipal de Puebla. Después de que el partido lopezobradorista celebre la encuesta abierta a la militancia para definir al presidente del Comité Ejecutivo Nacional, cargo que ocupa Alfonso Ramírez Cuéllar solo de manera provisional, podrá preverse con precisión quién de los que aspiran podría ser el beneficiado en ese instituto político.

Hasta entonces, y no falta mucho, se sabrá si los astros se inclinan en favor del gobernador Luis Miguel Barbosa y de su “gallo”, el diputado Gabril Biestro Medinilla; de la edil en funciones, Claudia Rivera Vivanco, que claro que desea repetir en ese cargo por un periodo más; del senador Alejandro Armenta Mier, que, aunque en público le dice “no” a la postulación, la realidad es que sí la desea, o de algún cuarto personaje que debido a las circunstancias no ha tenido que moverse todavía o no ha sido requerido para hacer labores de proselitismo, como ya las hacen los otros tres.

A los simpatizantes de Ramírez Cuéllar y Bertha Luján Uranga, donde cohabitan los intereses políticos y se encuentran algunos de los padrinazgos de la edil de Puebla, no les ha quedado más remedio que acatar la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que le ha ordenado a la dirigencia provisional realizar una encuesta abierta a la militancia para definir al nuevo presidente del partido, desechando las asambleas que pretendían usar para tomar el control de la designación en favor de la secretaria general.

No obstante, lo que les queda ahora es velar porque esa encuesta aplique en realidad entre puros militantes y no se abra a la ciudadanía en general, donde ciertos gobernadores emanados de la coalición Juntos Haremos Historia (como el de Puebla) podrán meter mano a través de sus operadores políticos para emprender la manipulación de votos y ayudar de esa manera la candidatura de Mario Delgado, quien, para el caso local, jugaría por los intereses de Barbosa y, por tanto, de Biestro.

Por eso es que, una vez conocido el fallo del TEPJF, el debate nacional entre los liderazgos de Morena se ha dado en torno a esa consulta, con interpretaciones a conveniencia.

Los que apoyan a Bertha Luján insisten que se pregunte solo a militantes acreditados, casa por casa. No es casual que la consejera partidista Eloísa Vivanco Esquide, madre de la alcaldesa de Puebla, se pronunciara en contra de una encuesta abierta a todos los ciudadanos.

Mientras, los que apoyan al diputado federal piden que se consulte a todo mundo, con la clara intención, no hecha explícita, de que puedan intervenir poderes externos, que no de la derecha ni de otros partidos, para ganarle la dirigencia al grupo de Cuéllar-Luján.

Esa puja se vive en carne propia entre los morenistas del estado, pero principalmente entre aquellos interesados en la designación de candidatos para las contiendas de 2021 y de 2024.

Gabriel Biestro, que además de regalar pipas de agua y despensas durante la pandemia ahora gestiona quejas de padres de familia ante la SEP, y Claudia Rivera, son los precandidatos más visibles.

Pero ahí anda también Armenta, en espera de que los dos principales contendientes se anulen por la confrontación que protagonizan desde el 2018 y lo definan a él como una tercera y definitiva opción.


Twitter: @jorgerdzc

A finales de agosto o principios de septiembre podremos tener casi certeza de la identidad del candidato o candidata del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia municipal de Puebla. Después de que el partido lopezobradorista celebre la encuesta abierta a la militancia para definir al presidente del Comité Ejecutivo Nacional, cargo que ocupa Alfonso Ramírez Cuéllar solo de manera provisional, podrá preverse con precisión quién de los que aspiran podría ser el beneficiado en ese instituto político.

Hasta entonces, y no falta mucho, se sabrá si los astros se inclinan en favor del gobernador Luis Miguel Barbosa y de su “gallo”, el diputado Gabril Biestro Medinilla; de la edil en funciones, Claudia Rivera Vivanco, que claro que desea repetir en ese cargo por un periodo más; del senador Alejandro Armenta Mier, que, aunque en público le dice “no” a la postulación, la realidad es que sí la desea, o de algún cuarto personaje que debido a las circunstancias no ha tenido que moverse todavía o no ha sido requerido para hacer labores de proselitismo, como ya las hacen los otros tres.

A los simpatizantes de Ramírez Cuéllar y Bertha Luján Uranga, donde cohabitan los intereses políticos y se encuentran algunos de los padrinazgos de la edil de Puebla, no les ha quedado más remedio que acatar la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que le ha ordenado a la dirigencia provisional realizar una encuesta abierta a la militancia para definir al nuevo presidente del partido, desechando las asambleas que pretendían usar para tomar el control de la designación en favor de la secretaria general.

No obstante, lo que les queda ahora es velar porque esa encuesta aplique en realidad entre puros militantes y no se abra a la ciudadanía en general, donde ciertos gobernadores emanados de la coalición Juntos Haremos Historia (como el de Puebla) podrán meter mano a través de sus operadores políticos para emprender la manipulación de votos y ayudar de esa manera la candidatura de Mario Delgado, quien, para el caso local, jugaría por los intereses de Barbosa y, por tanto, de Biestro.

Por eso es que, una vez conocido el fallo del TEPJF, el debate nacional entre los liderazgos de Morena se ha dado en torno a esa consulta, con interpretaciones a conveniencia.

Los que apoyan a Bertha Luján insisten que se pregunte solo a militantes acreditados, casa por casa. No es casual que la consejera partidista Eloísa Vivanco Esquide, madre de la alcaldesa de Puebla, se pronunciara en contra de una encuesta abierta a todos los ciudadanos.

Mientras, los que apoyan al diputado federal piden que se consulte a todo mundo, con la clara intención, no hecha explícita, de que puedan intervenir poderes externos, que no de la derecha ni de otros partidos, para ganarle la dirigencia al grupo de Cuéllar-Luján.

Esa puja se vive en carne propia entre los morenistas del estado, pero principalmente entre aquellos interesados en la designación de candidatos para las contiendas de 2021 y de 2024.

Gabriel Biestro, que además de regalar pipas de agua y despensas durante la pandemia ahora gestiona quejas de padres de familia ante la SEP, y Claudia Rivera, son los precandidatos más visibles.

Pero ahí anda también Armenta, en espera de que los dos principales contendientes se anulen por la confrontación que protagonizan desde el 2018 y lo definan a él como una tercera y definitiva opción.


Twitter: @jorgerdzc