/ miércoles 14 de agosto de 2019

La historia de la patrulla que dejó de ser patrulla 

Es el municipio de Guadalupe Victoria, enclavado en el Valle de Serdán, a 95 kilómetros de distancia de la capital poblana. Por la distancia, algunos pudieran suponer que se encuentran alejados del escrutinio público y que los beneficios personales del poder nunca trascenderán.

Por pequeño que parezca, pues tiene apenas unos 18 mil habitantes, hay varios ojos que están pendientes del desempeño de sus autoridades y tienen memoria.

En el barrio de Las Juanitas, a siete calles de la Presidencia Municipal, sobre el adoquín de la 8 Sur esquina con la 11 Oriente hay una camioneta tipo RAM estacionada. A simple vista, los transeúntes pudieran suponer que se trata de una patrulla municipal.

Una mirada más curiosa advertiría que, aunque tiene los colores blanco, gris y azul de las patrullas que han rondado por esa localidad, carece de torretas, número de unidad y los rótulos con las leyendas policiacas.

Justo en esa ubicación, el expresidente municipal Antonio Rodríguez Mendoza, emanado del partido Pacto Social de Integración (PSI), tiene su domicilio particular y justo a él le atribuyen la posesión de esa camioneta.

Durante su administración municipal (2014-2017) y cuando coincidió con el gobierno del entonces gobernador José Antonio Gali Fayad, recibió una patrulla tipo RAM de las que entregaba el Consejo Estatal de Coordinación del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Los enterados cuentan que cuando seguía en funciones Antonio Rodríguez señaló que a causa de un presunto accidente, esa patrulla fue, supuestamente, declarada como pérdida total.

Lo curioso es que en su municipio, la gente ve una camioneta con los colores propios de una patrulla, en buen estado, rodando perfectamente y manejada ¿Por quién cree usted?

En efecto, Rodríguez Mendoza es quien utiliza la unidad para ir al mercado y otros enseres domésticos.

O el militante del PSI tiene una nostalgia por los cuerpos policiacos y decoró su unidad para emular una patrulla o movió las cosas para vendérsela como chatarra cuando tenía el poder para hacerlo.

Ya que los de la 4T refieren que parte de la reconciliación implica que no se esté al margen de la ley o se toleren actos de corrupción, bien valdría la pena que se investiguen a profundidad a los expresidentes municipales que en una de esas y actuaron al estilo de aquel personaje apodado Varguitas en La Ley de Herodes.

***

El autor de esta columna se tomará unos días de asueto por lo que retomará su publicación en los primeros días de octubre.

Hasta entonces.

Twitter: @elsalvadorrios

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Es el municipio de Guadalupe Victoria, enclavado en el Valle de Serdán, a 95 kilómetros de distancia de la capital poblana. Por la distancia, algunos pudieran suponer que se encuentran alejados del escrutinio público y que los beneficios personales del poder nunca trascenderán.

Por pequeño que parezca, pues tiene apenas unos 18 mil habitantes, hay varios ojos que están pendientes del desempeño de sus autoridades y tienen memoria.

En el barrio de Las Juanitas, a siete calles de la Presidencia Municipal, sobre el adoquín de la 8 Sur esquina con la 11 Oriente hay una camioneta tipo RAM estacionada. A simple vista, los transeúntes pudieran suponer que se trata de una patrulla municipal.

Una mirada más curiosa advertiría que, aunque tiene los colores blanco, gris y azul de las patrullas que han rondado por esa localidad, carece de torretas, número de unidad y los rótulos con las leyendas policiacas.

Justo en esa ubicación, el expresidente municipal Antonio Rodríguez Mendoza, emanado del partido Pacto Social de Integración (PSI), tiene su domicilio particular y justo a él le atribuyen la posesión de esa camioneta.

Durante su administración municipal (2014-2017) y cuando coincidió con el gobierno del entonces gobernador José Antonio Gali Fayad, recibió una patrulla tipo RAM de las que entregaba el Consejo Estatal de Coordinación del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Los enterados cuentan que cuando seguía en funciones Antonio Rodríguez señaló que a causa de un presunto accidente, esa patrulla fue, supuestamente, declarada como pérdida total.

Lo curioso es que en su municipio, la gente ve una camioneta con los colores propios de una patrulla, en buen estado, rodando perfectamente y manejada ¿Por quién cree usted?

En efecto, Rodríguez Mendoza es quien utiliza la unidad para ir al mercado y otros enseres domésticos.

O el militante del PSI tiene una nostalgia por los cuerpos policiacos y decoró su unidad para emular una patrulla o movió las cosas para vendérsela como chatarra cuando tenía el poder para hacerlo.

Ya que los de la 4T refieren que parte de la reconciliación implica que no se esté al margen de la ley o se toleren actos de corrupción, bien valdría la pena que se investiguen a profundidad a los expresidentes municipales que en una de esas y actuaron al estilo de aquel personaje apodado Varguitas en La Ley de Herodes.

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El autor de esta columna se tomará unos días de asueto por lo que retomará su publicación en los primeros días de octubre.

Hasta entonces.

Twitter: @elsalvadorrios

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx