/ sábado 24 de abril de 2021

La importancia de leer textos largos

La importancia de la lectura es innegable y más que evidente, sin embargo, es una práctica muy alejada del común de las personas, lo cual se manifiesta en la gran ignorancia que vive nuestro país, la cual se hace patente en estos tiempos de pandemia, situación que nos condena a seguir viviendo en el odio, la discordia y el abuso existente en muy diversos ámbitos.

El día de ayer fue dedicado al libro, situación que motivó a diferentes eventos y manifestaciones, pero lo cual se queda como una simple mención, muy banal por cierto, que no contribuye al enriquecimiento intelectual.

El día de hoy buena parte de la gente no sabe argumentar, basa lo que ellos creen que es sabiduría en memes o reflexiones unidas a una foto sensual, es más, he visto críticas que no son más que un dibujito o una animación que refleja lo pobre del pensamiento de quien la emite.

Hay opiniones que señalan que las generaciones actuales son menos inteligentes que hace tiempo, lo cual creo que no es algo equivocado, ya cada vez menos vemos pláticas interesantes o manifestaciones de contenidos serios. Antes había mucha crítica a la televisión, señalando que era una “caja idiota”, pero al menos la programación tenía un horario y no se podía llevar a todos lados, ahora, los teléfonos, mal llamados inteligentes, crean una dependencia y una enajenación que resulta alarmante, especialmente a los niños que lamentablemente cada vez tienen menos conocimientos.

Hoy no voy a mencionar los beneficios de la lectura, eso ya se ha dicho mucho, tantas veces como ha sido ignorado, pero sí mencionaré lo importante de leer textos extensos, como lo son las grandes novelas, tratados y teorías, entre otras cosas.

Leer por lapsos prolongados representa un gran ejercicio mental en el que nuestro sistema de decodificación del lenguaje se dinamiza, dando lugar a un fortalecimiento del intelecto.

Las frases célebres y las citas de las grandes obras son notables, pero su significación solo puede entenderse a plenitud cuando se leen los textos completos, ya que a través de muchas páginas se puede aspirar a comprender mejor lo que quiso decir el autor.

Recordemos tantos enunciados que han sido mal interpretados, precisamente porque no se conoce el contexto en el cual existen.

Como cualquier otra cosa, no podemos hablar de unas líneas de forma aislada, ya que esto limita mucho y hace parcial el criterio de quien las lee.

La sofisticación del lenguaje no surge de forma espontánea, es decir, los buenos lectores no son aquellos que tomaron un curso para aprender a leer muy rápido, como los que se ofertan en los medios y prometen leer miles de páginas en unos minutos, eso es imposible, la única forma de leer mejor es seguir leyendo. En este sentido recordemos que las mentes brillantes son aquellas que han leído centenares o miles de textos, para después empezar a escribir y madurar sus letras mediante la práctica cotidiana. Los lectores y los escritores comparten esto, y solo aquellos que han leído textos extensos, y muchos de estos, son quienes se pueden ostentar como intelectuales.

Es obvio que resulta más atractivo para el común de la gente, un mensaje pseudo filosófico, acompañado de la imagen de una mujer atractiva, respecto a un texto amplio y que aparentemente no resulta atractivo, pero ya adentrándose a las letras un ser humano encuentra en un libro grueso la mejor manera de invertir el tiempo, ya que se estimula lo más poderoso que tiene un ser humano: su pensamiento.

Decía Aldous Huxley que un intelectual es una persona que ha descubierto algo más interesante que el sexo, y yo comparto esa opinión, ya que, cuando se logra adentrarse en el maravilloso mundo del conocimiento verdadero, no hay cosa más satisfactoria que leer.

Si en México tuviéramos más el habito de la lectura, creo que viviríamos sin tanta discordia, además de que el sentido del voto no sería dado por el odio o las limosnas que dan los políticos, en fin, no me queda más que recomendar el acercamiento a los libros, aunque estos estén muy alejados de la sociedad en general. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

La importancia de la lectura es innegable y más que evidente, sin embargo, es una práctica muy alejada del común de las personas, lo cual se manifiesta en la gran ignorancia que vive nuestro país, la cual se hace patente en estos tiempos de pandemia, situación que nos condena a seguir viviendo en el odio, la discordia y el abuso existente en muy diversos ámbitos.

El día de ayer fue dedicado al libro, situación que motivó a diferentes eventos y manifestaciones, pero lo cual se queda como una simple mención, muy banal por cierto, que no contribuye al enriquecimiento intelectual.

El día de hoy buena parte de la gente no sabe argumentar, basa lo que ellos creen que es sabiduría en memes o reflexiones unidas a una foto sensual, es más, he visto críticas que no son más que un dibujito o una animación que refleja lo pobre del pensamiento de quien la emite.

Hay opiniones que señalan que las generaciones actuales son menos inteligentes que hace tiempo, lo cual creo que no es algo equivocado, ya cada vez menos vemos pláticas interesantes o manifestaciones de contenidos serios. Antes había mucha crítica a la televisión, señalando que era una “caja idiota”, pero al menos la programación tenía un horario y no se podía llevar a todos lados, ahora, los teléfonos, mal llamados inteligentes, crean una dependencia y una enajenación que resulta alarmante, especialmente a los niños que lamentablemente cada vez tienen menos conocimientos.

Hoy no voy a mencionar los beneficios de la lectura, eso ya se ha dicho mucho, tantas veces como ha sido ignorado, pero sí mencionaré lo importante de leer textos extensos, como lo son las grandes novelas, tratados y teorías, entre otras cosas.

Leer por lapsos prolongados representa un gran ejercicio mental en el que nuestro sistema de decodificación del lenguaje se dinamiza, dando lugar a un fortalecimiento del intelecto.

Las frases célebres y las citas de las grandes obras son notables, pero su significación solo puede entenderse a plenitud cuando se leen los textos completos, ya que a través de muchas páginas se puede aspirar a comprender mejor lo que quiso decir el autor.

Recordemos tantos enunciados que han sido mal interpretados, precisamente porque no se conoce el contexto en el cual existen.

Como cualquier otra cosa, no podemos hablar de unas líneas de forma aislada, ya que esto limita mucho y hace parcial el criterio de quien las lee.

La sofisticación del lenguaje no surge de forma espontánea, es decir, los buenos lectores no son aquellos que tomaron un curso para aprender a leer muy rápido, como los que se ofertan en los medios y prometen leer miles de páginas en unos minutos, eso es imposible, la única forma de leer mejor es seguir leyendo. En este sentido recordemos que las mentes brillantes son aquellas que han leído centenares o miles de textos, para después empezar a escribir y madurar sus letras mediante la práctica cotidiana. Los lectores y los escritores comparten esto, y solo aquellos que han leído textos extensos, y muchos de estos, son quienes se pueden ostentar como intelectuales.

Es obvio que resulta más atractivo para el común de la gente, un mensaje pseudo filosófico, acompañado de la imagen de una mujer atractiva, respecto a un texto amplio y que aparentemente no resulta atractivo, pero ya adentrándose a las letras un ser humano encuentra en un libro grueso la mejor manera de invertir el tiempo, ya que se estimula lo más poderoso que tiene un ser humano: su pensamiento.

Decía Aldous Huxley que un intelectual es una persona que ha descubierto algo más interesante que el sexo, y yo comparto esa opinión, ya que, cuando se logra adentrarse en el maravilloso mundo del conocimiento verdadero, no hay cosa más satisfactoria que leer.

Si en México tuviéramos más el habito de la lectura, creo que viviríamos sin tanta discordia, además de que el sentido del voto no sería dado por el odio o las limosnas que dan los políticos, en fin, no me queda más que recomendar el acercamiento a los libros, aunque estos estén muy alejados de la sociedad en general. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.