Un reto muy importante para México consiste en reducir los niveles de impunidad. De acuerdo al Índice Global de Impunidad 2018, realizado entre otras instituciones por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), el 91% de los delitos cometidos no se castigan, por lo que se ha convertido en un problema generalizado en el país con diferencias regionales significativas.
Los estados con los índices de impunidad más altos son: Estado de México, Tamaulipas, Baja California, Coahuila, Quintana Roo, Guerrero, Aguascalientes, Veracruz, Puebla y Oaxaca. Los dos estados que redujeron su índice de impunidad fueron Morelos y Campeche. Mientras que algunos estados redujeron su nivel de impunidad, desafortunadamente conservan niveles altos, como Colima, Michoacán, Querétaro y Yucatán.
De acuerdo a este estudio, Puebla fue el primer estado en iniciar con el Sistema de Justicia Penal Acusatorio basado en el Código Nacional de Procedimientos Penales. De acuerdo a las cifras del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales (2016), los cinco delitos del fuero común cometidos periódicamente en el estado son: lesiones, robos, amenazas, violencia familiar y fraude.
Puebla está entre las entidades con menor número de agencias del Ministerio Público por cada cien mil habitantes. En cuanto a sentencias por homicidio doloso, solo en el 5.2% de los casos se consigue encarcelar a los presuntos delincuentes; que entre el grado de impunidad por homicidio lo posiciona en el 4º lugar a nivel nacional. La impunidad campea en Puebla. La impunidad agravia a todos, sobre todo a quienes no pueden costear un abogado para que lleve sus casos, los siga y los resuelva.
Cuando la justicia es inexistente y la sociedad se siente vulnerable, es que surgen los justicieros, las autodefensas, los linchamientos como fue el caso del 16 de marzo en San Miguel Canoa, donde la población se hizo justicia por propia mano. Este fenómeno lo genera la impunidad. Hablamos de un estado incapaz de brindar seguridad y justicia. De un estado que no genera confianza en las instituciones. De un estado que ha fallado en seguridad, en aplicación de la ley y hacer justicia expedita y oportuna.
Eso es Puebla hoy. Un Estado con un muy grave deterioro en seguridad y .justicia; un Estado que no ha tenido la capacidad de servir como punto de equilibrio para garantizar la seguridad de los poblanos. De esto hablamos, de un grave deterioro en la seguridad y la aplicación de la justicia. Esto lo convierte en un tema central junto con otras prioridades, como salud, pobreza, educación, entre otros grandes y graves temas que afectan a los habitantes de Puebla.
No podemos permitir que la impunidad reine en Puebla. La impunidad es uno de los principales alicientes para cometer delitos, en nuestro estado debemos acabar con los que se creen intocables, comenzando por ex gobernadores y mandatarios en funciones; para acabar con la impunidad necesitamos revocación del fuero y revocación de mandato, solo así terminaremos con el manto protector con el que se cubren los políticos corruptos e ineficientes.
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