/ sábado 11 de enero de 2020

La inseguridad en cifras: una realidad cruel en Puebla y sin perspectivas de solución en este 2020

Hablar de forma simple, de que la inseguridad en Puebla es un reto que requiere pronta y eficiente atención por ser un problema que está atacando sin distingos a los poblanos, es minimizarlo. En realidad éste ha alcanzado grandes dimensiones. Cuando se analiza a través de las cifras diarias, mensuales, anuales, que aunque son frías, nos dan la idea de la dimensión que alcanza en nuestro estado. Cuando se sabe que Puebla es el primer lugar en robo de pipas de gas e hidrocarburos: el tercer lugar en robo al transporte público: el tercer lugar en feminicidios con aumento del 300% en los primeros seis meses de 2019; y el segundo lugar en mujeres y niños desaparecidos en todo el país, no es raro que la coloquen también entre las 10 con más muertes violentas en la República, y ello nos pone, como dijera el dicho popular “los pelos de punta”.

Pero eso no es todo, a la larga lista hay que agregar el aumento del 3.5% en homicidios dolosos: el 145% de incremento en lesiones dolosas; el 34% en robo a transeúntes: un 200% más en robo a transporte colectivo: la clasificación de Puebla en el quinto lugar a nivel nacional en robo de vehículos; el aumento del 50% en los robos a comercios que se suscitan en promedio entre 80 y 100 diarios en el estado, la mayoría en el municipio de Puebla; las desapariciones forzadas, los robos a comercios y casas habilitación, todo en franco aumento además de que 10 municipios rompen sus propios records de asesinatos.

Y aún hay más, pues según reporte de PEMEX, en Puebla se sustrae el 90% del huachigas, de todo el país. Ahora que respecto a la trata de blancas es también un problema en aumento que nos deja muy mal parados.

Sería muy largo enumerar el resto de los delitos de los que se tienen reportes oficiales, pues los incrementos son considerables y claro habría de considerar también aquellos que no se denuncian por diversas causas. Con esas cifras de inseguridad que ponen a temblar a cualquiera se terminó aquí el 2019 y se inicia un 2020 en el que aún no se tienen identificados programas oficiales concretos, ni se han dado a conocer estrategias que puedan sugerir que por lo menos en los primeros meses los números puedan disminuir.

Además la aceptación de parte de las autoridades policiales, de la existencia en Puebla de algunos cárteles, hace que los ciudadanos vivamos temerosos de todos y de todo. Puebla ya no es un estado donde “no pasa nada”, porque ahora pasa de todo y a todos. Pocos son los que no pueden contar anécdotas de familiares cercanos o lejanos, de vecinos, amigos o simplemente conocidos que han sido víctimas de la delincuencia que se ha desatado, sin que se tenga un control que nos permita señalar que los combates a la misma están dando buenos resultados.

LA INSEGURIDAD, EL PROBLEMA NÚMERO UNO

Las encuestas, la opinión de los ciudadanos, el clamor de los mismos por una Puebla segura coloca a la inseguridad como el problema número uno no sólo en el Municipio, donde las estrategias han sido fallidas durante todo un año originando que la “nota roja” sea la más socorrida, y que los delitos se cometan inclusive a unos cuantos pasos no solo de la alcaldía o de las instituciones policiales, sino también en el interior del estado, especialmente en el triángulo rojo, en san Martín Texmelucan y las carreteras federales que se han convertido en “tierra de nadie” y los “malosos” se pasean con toda impunidad.

Y no se afirma que no se ha hecho nada por frenar el problema, porque acciones si hay, pero definitivamente son insuficientes, y no están a la altura de los requerimientos de una sociedad como la nuestra y ello hace que el problema sea mayor que la solución. Nunca habíamos estado tan mal como ahora, signo no solo de los tiempos que se viven en el país, sino también de las estrategias fallidas. Esta es la cruda realidad y por el bien de todos los poblanos, esperamos que esto cambie. Por lo menos son los deseos de todos que sólo queremos una Puebla segura para que nuestra vida vuelva a ser normal y tranquila. ¿se podrá? Mientras, el grito de ¡seguridad! sigue latente día a día.

DON ENRIQUE MONTERO, EL SER HUMANO QUE MUCHOS CONOCIERON

Como todo personaje que ha hecho historia, don Enrique Montero Ponce tuvo amigos y enemigos gratuitos, y así hablarán ahora que ha desaparecido. Respecto a su comportamiento de vida, eso lo juzgará Dios, pero lo que en realidad tiene importancia es el legado periodístico que dejó y el cariño que supo despertar entre el pueblo al que ayudó siempre desinteresadamente, así como a personajes de muchos sectores. Las enseñanzas prácticas y hasta rudas con las que formó a un buen número de comunicadores, la forma sencilla, pero siempre interesante con la que dio a conocer cientos de noticias, (más bien miles) con su particular estilo, es el recuerdo que prevalece. Él fue un verdadero artista del periodismo que supo cosechar amistades entre priistas, sí, pero también panistas, izquierdistas, políticos de todas las tendencias, con la Iglesia católica y con todos los hombres del poder.

Podrán ponderar sus defectos, pero quienes lo conocimos en la intimidad de su hogar podemos decir que fue un buen hombre, un periodista entregado, un buen comunicador y un trabajador incansable lo cual no se le pudo negar. A su sepelio acudieron algunos políticos, (los más fieles), los que no olvidaron su amistad o sus favores, pero muchos más se abstuvieron de asistir, así como beisbolistas, futbolistas y otros tantos que tantas atenciones recibieron a través de sus gustados artículos, pero así es la vida.

No obstante el merecido reconocimiento vino de muchos poblanos que fueron fieles radioescuchas, lectores, amigos personales y periodistas de la vieja guardia. Todos llenaron una capilla donde se sintió, -no el compromiso- sino el calor humano, el agradecimiento y afecto, lo que él supo cultivar a través de su vida. Todo nuestro cariño, buenos recuerdos y reconocimiento a don Enrique. Descanse en paz.

TRASCENDIDOS POLÍTICOS

Donde las piezas empiezan a acomodarse es en el Partido Acción Nacional. Si bien es cierto que nombres como los de Eduardo Rivera, Jorge Aguilar Chedraui y Mario Riestra Piña (un yunquista y dos morenovallistas) se empiezan a manejar en las encuestas, lo es también que ninguno de ellos es cercano al líder nacional Marko Cortés, quien maneja ya con su grupo la designación de los posibles candidatos. Aquí pueden tratar de arrebatarse posiciones, conseguir apoyos y decir que ya ganaron, pero la última palabra vendrá del CEN, en donde por cierto colocan a poblanos (que no son los mencionados) en posiciones importantes como a Humberto Aguilar Coronado en las tres de las comisiones del CEN azul más influyentes, entre ellas la de actualización del programa de acción política; y a Rocío Nava en la Comisión Electoral del 2021, así que no hay que perderlos de vista.

Y por cierto es precisamente en el PAN donde las cosas se pueden poner “color de hormiga”, para los exdirectivos que nunca esperaron que pudieran ser llamados a cuentas. Uno de ellos Jesús Giles el expresidente está “en la tablita”, pues la auditoría externa tiene preparada senda revisión del uso de las prerrogativas que el blanquiazul recibió del IEE durante los últimos años, pues las autoridades aseguran que se tienen evidencias de que una parte importante de ellas se utilizó para el pago de facturas que nada tenían que ver con el trabajo interno del partido. Y HASTA LA PRÓXIMA.

mariagarciasolis@hotmail.com

Hablar de forma simple, de que la inseguridad en Puebla es un reto que requiere pronta y eficiente atención por ser un problema que está atacando sin distingos a los poblanos, es minimizarlo. En realidad éste ha alcanzado grandes dimensiones. Cuando se analiza a través de las cifras diarias, mensuales, anuales, que aunque son frías, nos dan la idea de la dimensión que alcanza en nuestro estado. Cuando se sabe que Puebla es el primer lugar en robo de pipas de gas e hidrocarburos: el tercer lugar en robo al transporte público: el tercer lugar en feminicidios con aumento del 300% en los primeros seis meses de 2019; y el segundo lugar en mujeres y niños desaparecidos en todo el país, no es raro que la coloquen también entre las 10 con más muertes violentas en la República, y ello nos pone, como dijera el dicho popular “los pelos de punta”.

Pero eso no es todo, a la larga lista hay que agregar el aumento del 3.5% en homicidios dolosos: el 145% de incremento en lesiones dolosas; el 34% en robo a transeúntes: un 200% más en robo a transporte colectivo: la clasificación de Puebla en el quinto lugar a nivel nacional en robo de vehículos; el aumento del 50% en los robos a comercios que se suscitan en promedio entre 80 y 100 diarios en el estado, la mayoría en el municipio de Puebla; las desapariciones forzadas, los robos a comercios y casas habilitación, todo en franco aumento además de que 10 municipios rompen sus propios records de asesinatos.

Y aún hay más, pues según reporte de PEMEX, en Puebla se sustrae el 90% del huachigas, de todo el país. Ahora que respecto a la trata de blancas es también un problema en aumento que nos deja muy mal parados.

Sería muy largo enumerar el resto de los delitos de los que se tienen reportes oficiales, pues los incrementos son considerables y claro habría de considerar también aquellos que no se denuncian por diversas causas. Con esas cifras de inseguridad que ponen a temblar a cualquiera se terminó aquí el 2019 y se inicia un 2020 en el que aún no se tienen identificados programas oficiales concretos, ni se han dado a conocer estrategias que puedan sugerir que por lo menos en los primeros meses los números puedan disminuir.

Además la aceptación de parte de las autoridades policiales, de la existencia en Puebla de algunos cárteles, hace que los ciudadanos vivamos temerosos de todos y de todo. Puebla ya no es un estado donde “no pasa nada”, porque ahora pasa de todo y a todos. Pocos son los que no pueden contar anécdotas de familiares cercanos o lejanos, de vecinos, amigos o simplemente conocidos que han sido víctimas de la delincuencia que se ha desatado, sin que se tenga un control que nos permita señalar que los combates a la misma están dando buenos resultados.

LA INSEGURIDAD, EL PROBLEMA NÚMERO UNO

Las encuestas, la opinión de los ciudadanos, el clamor de los mismos por una Puebla segura coloca a la inseguridad como el problema número uno no sólo en el Municipio, donde las estrategias han sido fallidas durante todo un año originando que la “nota roja” sea la más socorrida, y que los delitos se cometan inclusive a unos cuantos pasos no solo de la alcaldía o de las instituciones policiales, sino también en el interior del estado, especialmente en el triángulo rojo, en san Martín Texmelucan y las carreteras federales que se han convertido en “tierra de nadie” y los “malosos” se pasean con toda impunidad.

Y no se afirma que no se ha hecho nada por frenar el problema, porque acciones si hay, pero definitivamente son insuficientes, y no están a la altura de los requerimientos de una sociedad como la nuestra y ello hace que el problema sea mayor que la solución. Nunca habíamos estado tan mal como ahora, signo no solo de los tiempos que se viven en el país, sino también de las estrategias fallidas. Esta es la cruda realidad y por el bien de todos los poblanos, esperamos que esto cambie. Por lo menos son los deseos de todos que sólo queremos una Puebla segura para que nuestra vida vuelva a ser normal y tranquila. ¿se podrá? Mientras, el grito de ¡seguridad! sigue latente día a día.

DON ENRIQUE MONTERO, EL SER HUMANO QUE MUCHOS CONOCIERON

Como todo personaje que ha hecho historia, don Enrique Montero Ponce tuvo amigos y enemigos gratuitos, y así hablarán ahora que ha desaparecido. Respecto a su comportamiento de vida, eso lo juzgará Dios, pero lo que en realidad tiene importancia es el legado periodístico que dejó y el cariño que supo despertar entre el pueblo al que ayudó siempre desinteresadamente, así como a personajes de muchos sectores. Las enseñanzas prácticas y hasta rudas con las que formó a un buen número de comunicadores, la forma sencilla, pero siempre interesante con la que dio a conocer cientos de noticias, (más bien miles) con su particular estilo, es el recuerdo que prevalece. Él fue un verdadero artista del periodismo que supo cosechar amistades entre priistas, sí, pero también panistas, izquierdistas, políticos de todas las tendencias, con la Iglesia católica y con todos los hombres del poder.

Podrán ponderar sus defectos, pero quienes lo conocimos en la intimidad de su hogar podemos decir que fue un buen hombre, un periodista entregado, un buen comunicador y un trabajador incansable lo cual no se le pudo negar. A su sepelio acudieron algunos políticos, (los más fieles), los que no olvidaron su amistad o sus favores, pero muchos más se abstuvieron de asistir, así como beisbolistas, futbolistas y otros tantos que tantas atenciones recibieron a través de sus gustados artículos, pero así es la vida.

No obstante el merecido reconocimiento vino de muchos poblanos que fueron fieles radioescuchas, lectores, amigos personales y periodistas de la vieja guardia. Todos llenaron una capilla donde se sintió, -no el compromiso- sino el calor humano, el agradecimiento y afecto, lo que él supo cultivar a través de su vida. Todo nuestro cariño, buenos recuerdos y reconocimiento a don Enrique. Descanse en paz.

TRASCENDIDOS POLÍTICOS

Donde las piezas empiezan a acomodarse es en el Partido Acción Nacional. Si bien es cierto que nombres como los de Eduardo Rivera, Jorge Aguilar Chedraui y Mario Riestra Piña (un yunquista y dos morenovallistas) se empiezan a manejar en las encuestas, lo es también que ninguno de ellos es cercano al líder nacional Marko Cortés, quien maneja ya con su grupo la designación de los posibles candidatos. Aquí pueden tratar de arrebatarse posiciones, conseguir apoyos y decir que ya ganaron, pero la última palabra vendrá del CEN, en donde por cierto colocan a poblanos (que no son los mencionados) en posiciones importantes como a Humberto Aguilar Coronado en las tres de las comisiones del CEN azul más influyentes, entre ellas la de actualización del programa de acción política; y a Rocío Nava en la Comisión Electoral del 2021, así que no hay que perderlos de vista.

Y por cierto es precisamente en el PAN donde las cosas se pueden poner “color de hormiga”, para los exdirectivos que nunca esperaron que pudieran ser llamados a cuentas. Uno de ellos Jesús Giles el expresidente está “en la tablita”, pues la auditoría externa tiene preparada senda revisión del uso de las prerrogativas que el blanquiazul recibió del IEE durante los últimos años, pues las autoridades aseguran que se tienen evidencias de que una parte importante de ellas se utilizó para el pago de facturas que nada tenían que ver con el trabajo interno del partido. Y HASTA LA PRÓXIMA.

mariagarciasolis@hotmail.com