/ lunes 3 de junio de 2019

La inseguridad pública, reto del nuevo gobernador

Ha llegado a tales extremos la inseguridad pública y el predominio de las bandas delincuenciales al interior del Estado, que a Monseñor Víctor Sánchez Espinoza, arzobispo de la arquidiócesis, se ha visto obligado a tener que oficiar misa en varias poblaciones de la Mixteca, teniendo a su lado el resguardo de seis hombres que apuntaban y vigilaban el lugar con armas largas, ofreciéndole su protección para que nadie se atreviera a interrumpir el ejercicio del santo oficio.

En otras ocasiones, en sus giras de trabajo, cuando ha caído la noche y se ha visto precisado a tener que regresar por carretera a la ciudad de Puebla, las bandas criminales le han ofrecido su protección, exhortándolo a que no regrese sin vigilancia porque le puede ocurrir algo en el camino, y los delincuentes lo han escoltado durante el tramo carretero que lleva hasta una autopista.

Lo anterior fue narrado por Víctor Sánchez el martes de la semana pasada durante un desayuno que tuvo con la Asociación de Periodistas y Escritoras de Puebla, en el que comentó que la inseguridad en el Estado ha llegado a niveles tan extremos que ya no se puede transitar libre o exento de problemas por el sistema carretero infestado de ladrones y asaltantes.

A Miguel Barbosa Huerta, candidato del Partido Juntos Haremos Historia, de la coalición Morena, Partido del Trabajo y Verde Ecologista, le aconteció la misma experiencia durante las campañas, narró uno de los reporteros que le acompañaron en esa ocasión, y tuvo que aceptar las condiciones protectoras o precautorias que le impusieron los delincuentes que se han adueñado de los caminos vecinales y carreteras del Estado, y son los únicos que pueden ofrecer ayuda a quienes tienen necesidad de transitar por esos lugares.

Puebla es el Estado que cuenta con 217 municipios y cientos de kilómetros de carreteras y caminos vecinales que lo intercomunican en la Mixteca, la Sierra Norte, la Sierra Negra y la Sierra Nororiental. Yo me pregunto si existe una Policía de Caminos y una Policía Municipal suficientes para vigilar las carreteras que durante día y noche se convierten en tierra de nadie por la escasez e insuficiencia de patrullajes que las vigilen. Ni yéndose todos los recursos presupuestales al gasto para la compra de patrullas alcanzaría para cubrir y vigilar esos inhóspitos parajes.

Puebla es la segunda entidad del país donde más atracos se cometen en carreteras, denuncia la Asociación del Trasporte de Carga del Estado, y revele que en los primeros 4 meses del año ya han asaltado más de 80 unidades, ascendiendo a cientos de millones el costo de los asaltos. Se ha convertido en el gran negocio de los grupos criminales que actúan con toda impunidad sin que exista fuerza capaz de detenerlos.

Asaltar camiones y trenes, especialmente en la zona conocida como el Triángulo Rojo es la cosa más sencilla y fácil para los grupos de criminales, especialmente para los Z que son los que operan estos lugares y negocios, incluido el huachicol . Ni la Policía Federal en las autopistas, ni el Ejército en la zona de las vías férreas han sido capaces de detener o frenar esta oleada criminal que se ha convertido en un verdadero cáncer.

La entidad dejó de ser un estado medianamente seguro para pasar a ser uno con los más altos índices de homicidios, de feminicidios, de robo de autos, de asalto en carreteras, de robo a casas habitación y de ordeña de ductos y poliductos en el Triángulo Rojo, y este expansionismo delincuencial, este gran salto al mundo del hampa, se empezó a intensificar en el gobierno de Rafael Moreno Valle, cuando loz Z invadieron al Estado, principalmente con la ordeña de los ductos de PEMEX, el asalto y robo a los trenes del ferrocarril.

A Tony Gali, su sucesor, le tocó organizar una gran campaña contra el robo de Huachicol, en la zona del Triángulo Rojo secundado por más de cuatro mil activos del ejército y la marina. Fue la batida contra la corrupción que llegaba hasta los mandos altos de PEMEX, y la gran campaña de movilización nacional que efectuó Andrés Manuel López Obrador, combatiendo a la vez la ordeña de ductos de PEMEX, que logró reducirse a su mínima expresión este delito, que por cierto aún continúa, pero en baja proporción en comparación con el que se daba.

El tema de la inseguridad pública y de la criminalidad organizada es un problema mayor que ha venido creciendo más que cualquier otro fenómeno social, junto con el desempleo; es un tema monstruoso que alarma, conmueve, estremece, pone en riesgo los mismos cimientos de la sociedad.

Por el lado que se le quiera ver y tratar, es un tema que más abordaron en sus discursos de campaña los candidatos a la gubernatura durante estos dos meses, y fue el tema recurrente número uno que les planteó la ciudadanía, y al que todos respondieron que iba a ser la prioridad de sus agendas de trabajo si ganaban las votaciones. Ahí quedaron en el campo de la jornada electoral miles de cuartillas escritas y habladas con posibles propuestas de combate a la impunidad, pero ninguna llena y satisface las necesidades reales de protección que necesita, urge la sociedad.

Hoy lunes Puebla amaneció con un ganador que ha de gobernar cinco años cinco meses la entidad, y que deberá asumir de inmediato el compromiso adquirido en las urnas de proveer de seguridad y protección a los poblanos… NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de las 13 a las 14 horas en ABC Radio, 1280 de AM.


Ha llegado a tales extremos la inseguridad pública y el predominio de las bandas delincuenciales al interior del Estado, que a Monseñor Víctor Sánchez Espinoza, arzobispo de la arquidiócesis, se ha visto obligado a tener que oficiar misa en varias poblaciones de la Mixteca, teniendo a su lado el resguardo de seis hombres que apuntaban y vigilaban el lugar con armas largas, ofreciéndole su protección para que nadie se atreviera a interrumpir el ejercicio del santo oficio.

En otras ocasiones, en sus giras de trabajo, cuando ha caído la noche y se ha visto precisado a tener que regresar por carretera a la ciudad de Puebla, las bandas criminales le han ofrecido su protección, exhortándolo a que no regrese sin vigilancia porque le puede ocurrir algo en el camino, y los delincuentes lo han escoltado durante el tramo carretero que lleva hasta una autopista.

Lo anterior fue narrado por Víctor Sánchez el martes de la semana pasada durante un desayuno que tuvo con la Asociación de Periodistas y Escritoras de Puebla, en el que comentó que la inseguridad en el Estado ha llegado a niveles tan extremos que ya no se puede transitar libre o exento de problemas por el sistema carretero infestado de ladrones y asaltantes.

A Miguel Barbosa Huerta, candidato del Partido Juntos Haremos Historia, de la coalición Morena, Partido del Trabajo y Verde Ecologista, le aconteció la misma experiencia durante las campañas, narró uno de los reporteros que le acompañaron en esa ocasión, y tuvo que aceptar las condiciones protectoras o precautorias que le impusieron los delincuentes que se han adueñado de los caminos vecinales y carreteras del Estado, y son los únicos que pueden ofrecer ayuda a quienes tienen necesidad de transitar por esos lugares.

Puebla es el Estado que cuenta con 217 municipios y cientos de kilómetros de carreteras y caminos vecinales que lo intercomunican en la Mixteca, la Sierra Norte, la Sierra Negra y la Sierra Nororiental. Yo me pregunto si existe una Policía de Caminos y una Policía Municipal suficientes para vigilar las carreteras que durante día y noche se convierten en tierra de nadie por la escasez e insuficiencia de patrullajes que las vigilen. Ni yéndose todos los recursos presupuestales al gasto para la compra de patrullas alcanzaría para cubrir y vigilar esos inhóspitos parajes.

Puebla es la segunda entidad del país donde más atracos se cometen en carreteras, denuncia la Asociación del Trasporte de Carga del Estado, y revele que en los primeros 4 meses del año ya han asaltado más de 80 unidades, ascendiendo a cientos de millones el costo de los asaltos. Se ha convertido en el gran negocio de los grupos criminales que actúan con toda impunidad sin que exista fuerza capaz de detenerlos.

Asaltar camiones y trenes, especialmente en la zona conocida como el Triángulo Rojo es la cosa más sencilla y fácil para los grupos de criminales, especialmente para los Z que son los que operan estos lugares y negocios, incluido el huachicol . Ni la Policía Federal en las autopistas, ni el Ejército en la zona de las vías férreas han sido capaces de detener o frenar esta oleada criminal que se ha convertido en un verdadero cáncer.

La entidad dejó de ser un estado medianamente seguro para pasar a ser uno con los más altos índices de homicidios, de feminicidios, de robo de autos, de asalto en carreteras, de robo a casas habitación y de ordeña de ductos y poliductos en el Triángulo Rojo, y este expansionismo delincuencial, este gran salto al mundo del hampa, se empezó a intensificar en el gobierno de Rafael Moreno Valle, cuando loz Z invadieron al Estado, principalmente con la ordeña de los ductos de PEMEX, el asalto y robo a los trenes del ferrocarril.

A Tony Gali, su sucesor, le tocó organizar una gran campaña contra el robo de Huachicol, en la zona del Triángulo Rojo secundado por más de cuatro mil activos del ejército y la marina. Fue la batida contra la corrupción que llegaba hasta los mandos altos de PEMEX, y la gran campaña de movilización nacional que efectuó Andrés Manuel López Obrador, combatiendo a la vez la ordeña de ductos de PEMEX, que logró reducirse a su mínima expresión este delito, que por cierto aún continúa, pero en baja proporción en comparación con el que se daba.

El tema de la inseguridad pública y de la criminalidad organizada es un problema mayor que ha venido creciendo más que cualquier otro fenómeno social, junto con el desempleo; es un tema monstruoso que alarma, conmueve, estremece, pone en riesgo los mismos cimientos de la sociedad.

Por el lado que se le quiera ver y tratar, es un tema que más abordaron en sus discursos de campaña los candidatos a la gubernatura durante estos dos meses, y fue el tema recurrente número uno que les planteó la ciudadanía, y al que todos respondieron que iba a ser la prioridad de sus agendas de trabajo si ganaban las votaciones. Ahí quedaron en el campo de la jornada electoral miles de cuartillas escritas y habladas con posibles propuestas de combate a la impunidad, pero ninguna llena y satisface las necesidades reales de protección que necesita, urge la sociedad.

Hoy lunes Puebla amaneció con un ganador que ha de gobernar cinco años cinco meses la entidad, y que deberá asumir de inmediato el compromiso adquirido en las urnas de proveer de seguridad y protección a los poblanos… NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de las 13 a las 14 horas en ABC Radio, 1280 de AM.