/ jueves 20 de enero de 2022

La pandemia no es el único problema

El mundo lleva dos años preocupados por el covid-19, la forma de actuar ha cambiado completamente y millones de personas han perdido la vida, directa o indirectamente a causa del virus, pero no por eso podemos dejar de prestar atención a las tantas calamidades que azotan el país y el mundo.


La aparente debilidad de la variante ómicron ha sido señalada como una especie de solución, debido a que no incide tan fuerte en el organismo y ayudará a la crear la necesaria inmunidad de rebaño que se necesita para superar la pandemia, sin embargo, la amenaza es latente y diariamente fallecen personas a causa de este virus, además de los contagios que pueden causar secuelas importantes.

Obviamente este mal nos ha robado la atención, como si fuera el único problema que tenemos en la sociedad, pero hay que recordar que este virus no sólo se ha sumado al cúmulo de problemas, sino que ha agravado algunos de una manera importante.

Antes de la llegada del Sars-Cov-2 nuestro país ya tenía conflictos importantes en áreas delicadas como la seguridad pública, corrupción, crimen organizado y los tradicionales problemas estructurales que existen desde que nació el país.

También no es un secreto que la clase política actúa por intereses de grupo y personales, situación muy alejada de un verdadero proyecto de nación que nunca ha existido.

En materia de salud, recordemos que existen muchas enfermedades aparte del covid-19, las cuales cobran muchas víctimas a diario, tales como la diabetes, cáncer o simplemente los accidentes automovilísticos que siegan la existencia de muchos individuos cada hora.

Los embarazos no deseados son algo cotidiano y que nos da un penoso primer lugar mundial al respecto, además de que enfermedades que antes causaban auténtico terror, como el sida, parece que ya no existen para muchos que viven en una promiscuidad total.

El poder del crimen organizado ha puesto contra la pared a diversas administraciones gubernamentales, esto debido a que precisamente algunos políticos se valen de lo que sea para conseguir recursos y se asocian con estos delincuentes.

La ignorancia y superstición también afectan demasiado el contexto nacional, más para aquellos que se niegan a aplicarse la vacuna por un mero rumor.

Tenemos también los problemas emocionales que tiene una parte de la población, existentes antes de la pandemia y agravados por esta, lo cual redunda en los constantes complejos que vemos a diario, tanto en ámbitos laborales, familiares y en redes sociales.

Podemos hablar también de cosas muy concretas y materiales, tales como el problema de la red de agua potable de la ciudad de México, la cual está muy cerca de colapsar por su antigüedad, sin que nadie haga algo efectivo por ello.

Hoy en día es muy complejo hacerse de un patrimonio, las oportunidades laborales cada día están más escasas, por lo que muchos varones y mujeres buscan alternativas ilegales o indignas para tener recursos, situación que contribuye a una descomposición social que termina por afectar a todos.

De igual manera la simulación de procesos en cuanto al combate de los conflictos está más vigente que nunca, se cree que con programas y capacitaciones dejarán de existir problemas como la corrupción o el machismo, cuando realmente lo único que se hace con esas acciones, supuestamente positivas, es mentir respecto a lo que sería un esfuerzo serio por solucionar las cosas.

Así podría emitir todo un listado de cosas negativas, pero no es el caso abrumar esta editorial, lo importante es hacer conciencia y saber que hay muchos más problemas aparte del covid-19, los cuales también pueden ser mortales o arruinar la vida de alguien, así que hay que estar bien atentos y prestar atención a todos ellos, con el fin de intentar solucionarlos y así vivir de una forma tranquila y aspirando a una felicidad sustentable y no solo de apariencia. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.


El mundo lleva dos años preocupados por el covid-19, la forma de actuar ha cambiado completamente y millones de personas han perdido la vida, directa o indirectamente a causa del virus, pero no por eso podemos dejar de prestar atención a las tantas calamidades que azotan el país y el mundo.


La aparente debilidad de la variante ómicron ha sido señalada como una especie de solución, debido a que no incide tan fuerte en el organismo y ayudará a la crear la necesaria inmunidad de rebaño que se necesita para superar la pandemia, sin embargo, la amenaza es latente y diariamente fallecen personas a causa de este virus, además de los contagios que pueden causar secuelas importantes.

Obviamente este mal nos ha robado la atención, como si fuera el único problema que tenemos en la sociedad, pero hay que recordar que este virus no sólo se ha sumado al cúmulo de problemas, sino que ha agravado algunos de una manera importante.

Antes de la llegada del Sars-Cov-2 nuestro país ya tenía conflictos importantes en áreas delicadas como la seguridad pública, corrupción, crimen organizado y los tradicionales problemas estructurales que existen desde que nació el país.

También no es un secreto que la clase política actúa por intereses de grupo y personales, situación muy alejada de un verdadero proyecto de nación que nunca ha existido.

En materia de salud, recordemos que existen muchas enfermedades aparte del covid-19, las cuales cobran muchas víctimas a diario, tales como la diabetes, cáncer o simplemente los accidentes automovilísticos que siegan la existencia de muchos individuos cada hora.

Los embarazos no deseados son algo cotidiano y que nos da un penoso primer lugar mundial al respecto, además de que enfermedades que antes causaban auténtico terror, como el sida, parece que ya no existen para muchos que viven en una promiscuidad total.

El poder del crimen organizado ha puesto contra la pared a diversas administraciones gubernamentales, esto debido a que precisamente algunos políticos se valen de lo que sea para conseguir recursos y se asocian con estos delincuentes.

La ignorancia y superstición también afectan demasiado el contexto nacional, más para aquellos que se niegan a aplicarse la vacuna por un mero rumor.

Tenemos también los problemas emocionales que tiene una parte de la población, existentes antes de la pandemia y agravados por esta, lo cual redunda en los constantes complejos que vemos a diario, tanto en ámbitos laborales, familiares y en redes sociales.

Podemos hablar también de cosas muy concretas y materiales, tales como el problema de la red de agua potable de la ciudad de México, la cual está muy cerca de colapsar por su antigüedad, sin que nadie haga algo efectivo por ello.

Hoy en día es muy complejo hacerse de un patrimonio, las oportunidades laborales cada día están más escasas, por lo que muchos varones y mujeres buscan alternativas ilegales o indignas para tener recursos, situación que contribuye a una descomposición social que termina por afectar a todos.

De igual manera la simulación de procesos en cuanto al combate de los conflictos está más vigente que nunca, se cree que con programas y capacitaciones dejarán de existir problemas como la corrupción o el machismo, cuando realmente lo único que se hace con esas acciones, supuestamente positivas, es mentir respecto a lo que sería un esfuerzo serio por solucionar las cosas.

Así podría emitir todo un listado de cosas negativas, pero no es el caso abrumar esta editorial, lo importante es hacer conciencia y saber que hay muchos más problemas aparte del covid-19, los cuales también pueden ser mortales o arruinar la vida de alguien, así que hay que estar bien atentos y prestar atención a todos ellos, con el fin de intentar solucionarlos y así vivir de una forma tranquila y aspirando a una felicidad sustentable y no solo de apariencia. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.