/ martes 6 de marzo de 2018

La reunión del Royalti con Enrique Doger Guerrero

En este mismo espacio, expresé lo que como Presidente del Comité Municipal del PRI de esta ciudad capital, tuve la desagradable experiencia de vivir las groseras acciones surgidas de la burbuja marinista y de la entonces Presidenta del Municipio de Puebla, quienes hicieron lo imposible para entregar la plaza al PAN, ofrendando en charola de plata las cabezas de Javier López Zavala y Mario Montero Serrano. Propuse que si mis afirmaciones eran inexactas tenían tiempo suficiente para contradecirlas por cualquier medio. Hasta ahora nadie lo ha hecho.

El día de ayer, y después de posponer una y otra vez una reunión entre quien hoy aspira al Gobierno del Estado de Puebla, Enrique Doger Guerrero y el que esto escribe, finalmente el encuentro se produjo, precisamente en el mismo lugar en donde me reuní como dirigente del Comité Municipal del PRI con Rafael Moreno Valle, entonces candidato al gobierno del estado.

Como estoy curado de espantos, y algunos medios de comunicación trascienden la noticia a retales y sacadas de contexto, siendo conocedor de la ley electoral y de sus tiempos, a preguntas expresas de los medios en relación al apoyo que eventualmente daría a mi amigo Enrique, les hice saber que, fui abogado de mi alma mater y lo sigo siendo desde que Doger Guerrero era rector, también fui su asesor externo y directo cuando desempeñó el honroso cargo de Presidente Municipal de esta levítica ciudad, entonces, mi libertad para reunirme con mis amistades y compañeros de batallas en otros tiempos, no podía ser en lo oscurito, por eso, nos dimos cita en el Royalti, porque no tengo que esconderme de nada ni de nadie. No pude evitar expresar mi simpatía por Andrés Manuel López Obrador y por mi deseo para que este se convierta en el próximo Presidente de la República, también expresé mi afecto fraternal y solidaridad a Tony Gali Fayad, con quien me une una gran amistad, lo mismo acontece con Guillermo Deloya y por supuesto respeto y he expresado que la señora Martha Erika Alonso es una mujer inteligente de quien solo he recibido respeto y actitudes afables, lo que de ninguna manera es óbice para que expresara mi simpatía fraterna por quien ha sido rector de la BUAP y Presidente Municipal de esta capital con los resultados que todos conocemos, entonces, resulta importante que sepan que mi encuentro con Doger fue como siempre había sucedido cuando hemos tenido la oportunidad de encontrarnos en algún convivio o reunión, afable, fraternal y solidario, no coincidimos en la persona de quien debe regir los destinos de este país en las elecciones que se avecinan, yo apuesto por AMLO y él por supuesto por Meade, así son y deben ser las relaciones de dos amigos que pueden o no coincidir en los acontecimientos políticos que campean en cualquier momento de la vida de nuestro país y nuestro estado.

Aproveché la ocasión para comentar que aquellos interesados en generar dudas sobre mi relación con Manuel Bartlett Díaz les reitero, Bartlett es mi hermano mayor, amigo y mentor, estadista de polendas y el mejor gobernador que ha tenido este estado, mis afectos y mi relación con él son inmejorables, que no les quepa la menor duda.

La charla fue fluida, afectiva, amistosa. Enrique sabe de la amistad que me une a Tony Gali Fayad y la respeta, y como yo le guarda afecto sincero porque hablamos de un amigo.

Mi simpatía hacia Enrique no es de ahora, fuimos él, Ernesto Ramírez López y yo, quienes dimos la batalla contra MMA (léase Citelum, empresa francesa), para evitar que los poblanos de esta gran ciudad fuéramos víctimas de un atraco en el pago del 7% vía predial para enriquecer a los intereses aviesos de algunos hombres del cuchillón como Córdoba Montoya y Luis Paredes Moctezuma, con la connivencia de Melquiades Morales Flores. Mi postura como legislador siempre fue la de defender los intereses económicos de los poblanos capitalinos, por su parte, fue Enrique Doger quien tuvo las agallas de enfrentar este procedimiento en el que Ernesto Ramírez, mi hermano menor y yo, como lo es Memo Deloya, logramos superar a través de una victoria contundente en los tribunales.

Expresé a los periodistas inquietos y algunos mordaces, que afortunadamente no tengo patrón ni amo que guíe mis convicciones y la manera en que debo comportarme ante mis amigos, y ésta por supuesto era una muestra de ello, por tanto, estoy cierto que si bien habré de levantar alguna polvareda y causar sarpullido -que no salpullido- en la piel de algunos mindundis politicastros, esto me tiene sin cuidado. Hace algunos días, coincidí con Enrique y concertamos la una y otra vez posponer la reunión que teníamos pendiente, mis hijos y sus hijos tienen una relación inmejorable, ¿por qué debe extrañarles que en estos tiempos preelectorales me reúna con quien invariablemente cenaba todos los miércoles y a quien conozco y respeto por su capital político, por su acendrado compromiso con los poblanos y por su eficacia como servidor público?

Que no les quepa duda que mi afecto y mi solidaridad para el actual gobernador, mi amigo fraterno Tony Gali sigue siendo indeclinable, que él como político avezado conoce y sabe de sobra cuál es mi carácter y manera de ser, nunca me escaqueo y mucho menos niego mis afectos.

Expresé que sigo siendo priista (hasta ahora) -que no prianista- porque soy partidario de las improntas contenidas en nuestros estatutos y documentos básicos, y no del actual PRIAN mimetizado, dubitativo, que perdió los valores revolucionarios que le dieron vida.

Para aquellos que seguramente estarán leyendo el día de hoy martes 6 de febrero algunas notas torcidas y salidas de contexto, consideré oportuno decirles lo que sucedió el día de ayer en mi agradable entrevista con mi amigo Enrique Doger.

mezavcm.abogados@gmail.com

En este mismo espacio, expresé lo que como Presidente del Comité Municipal del PRI de esta ciudad capital, tuve la desagradable experiencia de vivir las groseras acciones surgidas de la burbuja marinista y de la entonces Presidenta del Municipio de Puebla, quienes hicieron lo imposible para entregar la plaza al PAN, ofrendando en charola de plata las cabezas de Javier López Zavala y Mario Montero Serrano. Propuse que si mis afirmaciones eran inexactas tenían tiempo suficiente para contradecirlas por cualquier medio. Hasta ahora nadie lo ha hecho.

El día de ayer, y después de posponer una y otra vez una reunión entre quien hoy aspira al Gobierno del Estado de Puebla, Enrique Doger Guerrero y el que esto escribe, finalmente el encuentro se produjo, precisamente en el mismo lugar en donde me reuní como dirigente del Comité Municipal del PRI con Rafael Moreno Valle, entonces candidato al gobierno del estado.

Como estoy curado de espantos, y algunos medios de comunicación trascienden la noticia a retales y sacadas de contexto, siendo conocedor de la ley electoral y de sus tiempos, a preguntas expresas de los medios en relación al apoyo que eventualmente daría a mi amigo Enrique, les hice saber que, fui abogado de mi alma mater y lo sigo siendo desde que Doger Guerrero era rector, también fui su asesor externo y directo cuando desempeñó el honroso cargo de Presidente Municipal de esta levítica ciudad, entonces, mi libertad para reunirme con mis amistades y compañeros de batallas en otros tiempos, no podía ser en lo oscurito, por eso, nos dimos cita en el Royalti, porque no tengo que esconderme de nada ni de nadie. No pude evitar expresar mi simpatía por Andrés Manuel López Obrador y por mi deseo para que este se convierta en el próximo Presidente de la República, también expresé mi afecto fraternal y solidaridad a Tony Gali Fayad, con quien me une una gran amistad, lo mismo acontece con Guillermo Deloya y por supuesto respeto y he expresado que la señora Martha Erika Alonso es una mujer inteligente de quien solo he recibido respeto y actitudes afables, lo que de ninguna manera es óbice para que expresara mi simpatía fraterna por quien ha sido rector de la BUAP y Presidente Municipal de esta capital con los resultados que todos conocemos, entonces, resulta importante que sepan que mi encuentro con Doger fue como siempre había sucedido cuando hemos tenido la oportunidad de encontrarnos en algún convivio o reunión, afable, fraternal y solidario, no coincidimos en la persona de quien debe regir los destinos de este país en las elecciones que se avecinan, yo apuesto por AMLO y él por supuesto por Meade, así son y deben ser las relaciones de dos amigos que pueden o no coincidir en los acontecimientos políticos que campean en cualquier momento de la vida de nuestro país y nuestro estado.

Aproveché la ocasión para comentar que aquellos interesados en generar dudas sobre mi relación con Manuel Bartlett Díaz les reitero, Bartlett es mi hermano mayor, amigo y mentor, estadista de polendas y el mejor gobernador que ha tenido este estado, mis afectos y mi relación con él son inmejorables, que no les quepa la menor duda.

La charla fue fluida, afectiva, amistosa. Enrique sabe de la amistad que me une a Tony Gali Fayad y la respeta, y como yo le guarda afecto sincero porque hablamos de un amigo.

Mi simpatía hacia Enrique no es de ahora, fuimos él, Ernesto Ramírez López y yo, quienes dimos la batalla contra MMA (léase Citelum, empresa francesa), para evitar que los poblanos de esta gran ciudad fuéramos víctimas de un atraco en el pago del 7% vía predial para enriquecer a los intereses aviesos de algunos hombres del cuchillón como Córdoba Montoya y Luis Paredes Moctezuma, con la connivencia de Melquiades Morales Flores. Mi postura como legislador siempre fue la de defender los intereses económicos de los poblanos capitalinos, por su parte, fue Enrique Doger quien tuvo las agallas de enfrentar este procedimiento en el que Ernesto Ramírez, mi hermano menor y yo, como lo es Memo Deloya, logramos superar a través de una victoria contundente en los tribunales.

Expresé a los periodistas inquietos y algunos mordaces, que afortunadamente no tengo patrón ni amo que guíe mis convicciones y la manera en que debo comportarme ante mis amigos, y ésta por supuesto era una muestra de ello, por tanto, estoy cierto que si bien habré de levantar alguna polvareda y causar sarpullido -que no salpullido- en la piel de algunos mindundis politicastros, esto me tiene sin cuidado. Hace algunos días, coincidí con Enrique y concertamos la una y otra vez posponer la reunión que teníamos pendiente, mis hijos y sus hijos tienen una relación inmejorable, ¿por qué debe extrañarles que en estos tiempos preelectorales me reúna con quien invariablemente cenaba todos los miércoles y a quien conozco y respeto por su capital político, por su acendrado compromiso con los poblanos y por su eficacia como servidor público?

Que no les quepa duda que mi afecto y mi solidaridad para el actual gobernador, mi amigo fraterno Tony Gali sigue siendo indeclinable, que él como político avezado conoce y sabe de sobra cuál es mi carácter y manera de ser, nunca me escaqueo y mucho menos niego mis afectos.

Expresé que sigo siendo priista (hasta ahora) -que no prianista- porque soy partidario de las improntas contenidas en nuestros estatutos y documentos básicos, y no del actual PRIAN mimetizado, dubitativo, que perdió los valores revolucionarios que le dieron vida.

Para aquellos que seguramente estarán leyendo el día de hoy martes 6 de febrero algunas notas torcidas y salidas de contexto, consideré oportuno decirles lo que sucedió el día de ayer en mi agradable entrevista con mi amigo Enrique Doger.

mezavcm.abogados@gmail.com