/ lunes 9 de julio de 2018

La teoría del complot (una más sobre el MM)

La teoría del complot.

Una vez conocido el desenlace de la incursión perpetrada por las huestes morenistas en el MM Grand Hotel, donde se encontraba en operaciones el búnker electoral del PAN, ahora circula una versión que asegura que los aliados de Luis Miguel Barbosa fueron conducidos hasta ahí, de manera deliberada, por el ex gobernador Rafael Moreno Valle.

Según esta especie, Moreno Valle habría preparado una emboscada para conseguir dos valiosos objetivos políticos: mostrar a los inconformes de Morena como una turba violenta incapaz de respetar la ley y legitimar la elección de gobernador –atizada hasta ese momento por acusaciones de fraude—a través de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.

Los promotores de esta teoría juran que fue el propio ex gobernador quien, por medio de alguno de sus múltiples operadores, mandó a los barbosistas el “pitazo” de la existencia de un presunto laboratorio electoral para que emprendieran el movimiento que terminaron por hacer y, en el extremo de su desgracia, en un inmueble sin documentación ni papelería ilegal, como el viernes ratificó la FEPADE.

La especie se robustece con el hecho de que algunos de los morenovallistas que ese martes anduvieron por ahí no mostraron interés en apaciguar los ánimos, sino, por el contrario, en calentarlos todavía más.

De ser cierto esto que se comenta, los muchachos de la ya extinta coalición Juntos Haremos Historia habrían caído como infantes en la trampa.

Suena en extremo perverso, pero tratándose de ya sabe usted quién, es posible.

***

Gabriel Biestro Medinilla podría no ingresar al Congreso del Estado a partir de que arranque la nueva legislatura. O sí, aunque solo para rendir protesta e inmediatamente después presentar una solicitud de licencia por tiempo indefinido.

Aun cuando el Instituto Electoral del Estado confirme esta semana su acceso al Poder Legislativo por la vía plurinominal, el presidente de Morena podría comenzar su carrera en el servicio público desde el ayuntamiento de Puebla.

Biestro es un personaje de todas las confianzas de la futura presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, y fue factor fundamental para que, en tiempos de jaloneos, disputas y zancadillas internas, los jerarcas del partido de Andrés Manuel López Obrador optaran por ella como candidata en lugar de otras mujeres que peleaban por la misma posición.

Por eso hay que considerarlo para ocupar una de las carteras más importantes dentro de la próxima administración municipal.

Si Biestro llega unas horas y luego se va, el beneficiado será Eduardo Elías Gandur Islas, su suplente en la pluri.


***

Parece que Jesús Morales Rodríguez quiere ascender en la escala de retos y responsabilidades de los servidores públicos, o por lo menos eso es lo que se dice entre algunos de los colaboradores del secretario de Seguridad Pública del gobierno del estado.

Al fin y al cabo integrante de la familia Morales, al funcionario le ha brotado el deseo de competir por un cargo de elección popular, lo que habría comenzado a planear para el siguiente proceso electoral.

Se cuenta que el sobrino del ex gobernador Melquiades Morales Flores cree tener argumentos válidos para disputar la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, lo cual sucedería, según ese mismo trascendido, a través del PAN y el resto de los partidos del grupo en el poder.

La aspiración es respetable y pudiera no ser descabellada.

Solo habría que recordarle al secretario que las condiciones políticas están a punto de sufrir un trascendente reacomodo y que la gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo, pudiera también llegar con cartas propias bajo la manga, como suele ocurrir.


***

Por cierto, ya como gobernadora electa, Martha Erika Alonso exhibió un estilo particular para conducirse ante el micrófono.

Minutos después de recibir su constancia de mayoría se dirigió a los militantes de Morena que, incluso desde dentro de la sede del Instituto Electoral del Estado, con José Juan Espinosa a la cabeza, reclamaban por el supuesto fraude electoral:

“Hago un llamado a todas las fuerzas políticas, incluso a la intolerancia de Morena, para que respetemos la voluntad de las ciudadanas y los ciudadanos expresada en las urnas. Agotemos siempre nuestras diferencias a través de los caminos institucionales”.

Queda claro que Alonso no se andará por las ramas cuando necesite fijar una postura.

Luego de eso se trasladó al centro de espectáculos Acrópolis para celebrar el acontecimiento.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

La teoría del complot.

Una vez conocido el desenlace de la incursión perpetrada por las huestes morenistas en el MM Grand Hotel, donde se encontraba en operaciones el búnker electoral del PAN, ahora circula una versión que asegura que los aliados de Luis Miguel Barbosa fueron conducidos hasta ahí, de manera deliberada, por el ex gobernador Rafael Moreno Valle.

Según esta especie, Moreno Valle habría preparado una emboscada para conseguir dos valiosos objetivos políticos: mostrar a los inconformes de Morena como una turba violenta incapaz de respetar la ley y legitimar la elección de gobernador –atizada hasta ese momento por acusaciones de fraude—a través de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.

Los promotores de esta teoría juran que fue el propio ex gobernador quien, por medio de alguno de sus múltiples operadores, mandó a los barbosistas el “pitazo” de la existencia de un presunto laboratorio electoral para que emprendieran el movimiento que terminaron por hacer y, en el extremo de su desgracia, en un inmueble sin documentación ni papelería ilegal, como el viernes ratificó la FEPADE.

La especie se robustece con el hecho de que algunos de los morenovallistas que ese martes anduvieron por ahí no mostraron interés en apaciguar los ánimos, sino, por el contrario, en calentarlos todavía más.

De ser cierto esto que se comenta, los muchachos de la ya extinta coalición Juntos Haremos Historia habrían caído como infantes en la trampa.

Suena en extremo perverso, pero tratándose de ya sabe usted quién, es posible.

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Gabriel Biestro Medinilla podría no ingresar al Congreso del Estado a partir de que arranque la nueva legislatura. O sí, aunque solo para rendir protesta e inmediatamente después presentar una solicitud de licencia por tiempo indefinido.

Aun cuando el Instituto Electoral del Estado confirme esta semana su acceso al Poder Legislativo por la vía plurinominal, el presidente de Morena podría comenzar su carrera en el servicio público desde el ayuntamiento de Puebla.

Biestro es un personaje de todas las confianzas de la futura presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, y fue factor fundamental para que, en tiempos de jaloneos, disputas y zancadillas internas, los jerarcas del partido de Andrés Manuel López Obrador optaran por ella como candidata en lugar de otras mujeres que peleaban por la misma posición.

Por eso hay que considerarlo para ocupar una de las carteras más importantes dentro de la próxima administración municipal.

Si Biestro llega unas horas y luego se va, el beneficiado será Eduardo Elías Gandur Islas, su suplente en la pluri.


***

Parece que Jesús Morales Rodríguez quiere ascender en la escala de retos y responsabilidades de los servidores públicos, o por lo menos eso es lo que se dice entre algunos de los colaboradores del secretario de Seguridad Pública del gobierno del estado.

Al fin y al cabo integrante de la familia Morales, al funcionario le ha brotado el deseo de competir por un cargo de elección popular, lo que habría comenzado a planear para el siguiente proceso electoral.

Se cuenta que el sobrino del ex gobernador Melquiades Morales Flores cree tener argumentos válidos para disputar la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, lo cual sucedería, según ese mismo trascendido, a través del PAN y el resto de los partidos del grupo en el poder.

La aspiración es respetable y pudiera no ser descabellada.

Solo habría que recordarle al secretario que las condiciones políticas están a punto de sufrir un trascendente reacomodo y que la gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo, pudiera también llegar con cartas propias bajo la manga, como suele ocurrir.


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Por cierto, ya como gobernadora electa, Martha Erika Alonso exhibió un estilo particular para conducirse ante el micrófono.

Minutos después de recibir su constancia de mayoría se dirigió a los militantes de Morena que, incluso desde dentro de la sede del Instituto Electoral del Estado, con José Juan Espinosa a la cabeza, reclamaban por el supuesto fraude electoral:

“Hago un llamado a todas las fuerzas políticas, incluso a la intolerancia de Morena, para que respetemos la voluntad de las ciudadanas y los ciudadanos expresada en las urnas. Agotemos siempre nuestras diferencias a través de los caminos institucionales”.

Queda claro que Alonso no se andará por las ramas cuando necesite fijar una postura.

Luego de eso se trasladó al centro de espectáculos Acrópolis para celebrar el acontecimiento.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx