/ jueves 29 de abril de 2021

La traición del Palacio 

Si se incluye usted entre los sorprendidos por escuchar a René Sánchez Galindo pronunciarse en contra de la postulación de Iván Galindo Castillejos como candidato de Morena a la diputación federal por el distrito 11, en sustitución del caído en desgracia Saúl Huerta Corona, ahora mismo encontrará la explicación a eso que en su momento pareció un mero exabrupto del exfuncionario municipal.

Como se había informado en esta columna y como el mismo Galindo dejó entrever en una publicación subida el lunes a sus redes sociales, el expriista perdió la candidatura por las grillas de algunos personajes influyentes del partido en el poder que cuestionaron su pasado reciente como crítico del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Así, quedó la idea de que la intolerancia y el miedo a la inteligencia, enemiga de la sumisión y el servilismo imperantes en el instituto político del mandatario mexicano, se habían impuesto para descarrilar a un aspirante que prometía impregnar innovación y frescura al desabrido ejercicio propagandístico de los morenistas en la capital.

El discurso anti Galindo por la publicación de críticas -que no ataques- en contra del gobierno de López Obrador existió, con el claro propósito de quitarle una candidatura que prácticamente tenía en la bolsa.

Ahora viene lo interesante.

Esa grilla solo fue utilizada como pretexto de los artífices de la campaña en su contra para tratar de poner a alguien más en su lugar, a una mujer que trabajaba en el ayuntamiento de Puebla como consejera de Movilidad, Lizeth Mejorada Barrios.

A estas alturas ya debió de haber dado usted con el autor -en este caso autora- intelectual de la acometida realizada en contra de Iván Galindo.

La responsable de este ataque interno fue Claudia Rivera Vivanco, ni más ni menos, quien, se suponía, tenía a Galindo Castillejos como uno de sus colaboradores de mayor confianza y lo presentaba como uno de sus aliados más leales en esta guerra contra el mundo a la que se ha lanzado para conseguir la reelección.

Está claro que no era así, o que al menos ya no lo es, y que el mismo Iván Galindo lo sabe porque ha renunciado -desde el lunes- al puesto de asesor que formal y legalmente ocupaba en la presidencia.

La breve historia del exregidor como precandidato a diputado federal es la siguiente:

El viernes 23 recibió la invitación para ser postulado en lugar de Huerta Corona. El sábado 24 se entrevistó con Edgar Garmendia para afinar los detalles de la nominación. El domingo 25 le dijeron que Lizeth Mejorada sería la suplente y el lunes 26 le comunicaron que siempre no, que no sería candidato por esas críticas dolorosas e imperdonables al tabasqueño.

Después supo que la autora de la grilla había sido su “amiga”, y pues, evidentemente, le renunció.

Por eso fue que Sánchez Galindo, el promotor del comercio ambulante que va de candidato en el distrito 12, le atizó en público con idénticas descalificaciones.

Rivera Vivanco, como usted imagina, nunca le pidió a su aliado, de frente, en corto, como se hace con la gente que ha sido leal y merece respeto, que abandonara la aventura para darle paso a su consejera de Movilidad.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx


Si se incluye usted entre los sorprendidos por escuchar a René Sánchez Galindo pronunciarse en contra de la postulación de Iván Galindo Castillejos como candidato de Morena a la diputación federal por el distrito 11, en sustitución del caído en desgracia Saúl Huerta Corona, ahora mismo encontrará la explicación a eso que en su momento pareció un mero exabrupto del exfuncionario municipal.

Como se había informado en esta columna y como el mismo Galindo dejó entrever en una publicación subida el lunes a sus redes sociales, el expriista perdió la candidatura por las grillas de algunos personajes influyentes del partido en el poder que cuestionaron su pasado reciente como crítico del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Así, quedó la idea de que la intolerancia y el miedo a la inteligencia, enemiga de la sumisión y el servilismo imperantes en el instituto político del mandatario mexicano, se habían impuesto para descarrilar a un aspirante que prometía impregnar innovación y frescura al desabrido ejercicio propagandístico de los morenistas en la capital.

El discurso anti Galindo por la publicación de críticas -que no ataques- en contra del gobierno de López Obrador existió, con el claro propósito de quitarle una candidatura que prácticamente tenía en la bolsa.

Ahora viene lo interesante.

Esa grilla solo fue utilizada como pretexto de los artífices de la campaña en su contra para tratar de poner a alguien más en su lugar, a una mujer que trabajaba en el ayuntamiento de Puebla como consejera de Movilidad, Lizeth Mejorada Barrios.

A estas alturas ya debió de haber dado usted con el autor -en este caso autora- intelectual de la acometida realizada en contra de Iván Galindo.

La responsable de este ataque interno fue Claudia Rivera Vivanco, ni más ni menos, quien, se suponía, tenía a Galindo Castillejos como uno de sus colaboradores de mayor confianza y lo presentaba como uno de sus aliados más leales en esta guerra contra el mundo a la que se ha lanzado para conseguir la reelección.

Está claro que no era así, o que al menos ya no lo es, y que el mismo Iván Galindo lo sabe porque ha renunciado -desde el lunes- al puesto de asesor que formal y legalmente ocupaba en la presidencia.

La breve historia del exregidor como precandidato a diputado federal es la siguiente:

El viernes 23 recibió la invitación para ser postulado en lugar de Huerta Corona. El sábado 24 se entrevistó con Edgar Garmendia para afinar los detalles de la nominación. El domingo 25 le dijeron que Lizeth Mejorada sería la suplente y el lunes 26 le comunicaron que siempre no, que no sería candidato por esas críticas dolorosas e imperdonables al tabasqueño.

Después supo que la autora de la grilla había sido su “amiga”, y pues, evidentemente, le renunció.

Por eso fue que Sánchez Galindo, el promotor del comercio ambulante que va de candidato en el distrito 12, le atizó en público con idénticas descalificaciones.

Rivera Vivanco, como usted imagina, nunca le pidió a su aliado, de frente, en corto, como se hace con la gente que ha sido leal y merece respeto, que abandonara la aventura para darle paso a su consejera de Movilidad.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx