/ martes 12 de junio de 2018

La verdad no se puede ocultar


“La verdad no peca, pero incomoda”

Dicho popular

Así como cuando Puebla y los poblanos nos hicimos vergonzosamente conocidos por “el gober precioso” y sus “botellas de coñac”, hoy México y los mexicanos nos hemos vuelto mundialmente famosos por “la estafa maestra” y “la rampante corrupción e impunidad de nuestras autoridades”.

Y cuando pensábamos que las y los responsables de este ilícito estaban arrinconados y no tardarían en ser severamente sancionados, ante el inminente cambio de régimen, el gobierno mexicano sorprende nuevamente con su cinismo sin límites y la cooptación abierta de la Auditoría Superior de la Federación, con el propósito de desactivar las auditorías forenses que sacaron a la luz la estafa maestra, frenar nuevas investigaciones en marcha que implicaban al candidato presidencial del PRI y sacar las cuentas públicas de 2017 y 2018 sin observaciones.

¡Escándalo mayúsculo el que se ha gestado en este organismo, que se supone debería ser autónomo, a partir de la remoción injustificada de la brillante doctora Muna Dora Buchahin, quien encabezó el equipo que desenmascaró a Rosario Robles y su pandilla como los principales proveedores de recursos públicos a las arcas del partido oficial y sus usufructuarios, mediante el uso de universidades y empresas fantasma para la triangulación de recursos originalmente destinados a las personas más necesitadas de este país! ¡Más de 7 mil millones de pesos desviados mediante esquemas de simulación de servicios! ¡Y luego se lamentan de que los mexicanos en masa vayamos a votar, según ellos, con el hígado!

De verdad que la realidad supera la ficción. Ni siquiera tienen la capacidad para remover tersamente a alguien de esa importancia. Y luego, ante la exigencia de una explicación por parte de la funcionaria con 13 años de carrera en la Auditoría Superior, el nuevo titular, David Colmenares, quien trabajó en la Secretaría de Hacienda para José Antonio Meade, le mandó a decir, sin recato ni agotar alguna investigación al respecto, que la ilegal exigencia de su renuncia obedecía a que “se cuentan con indicios de diversas fuentes, incluyendo los mismos funcionarios que laboran en el área, respecto a un conflicto de interés, aprovechándose de su posición como funcionaria pública” por la contratación de la Asociación de Examinadores de Fraudes Certificados, encabezada por la exauditora, para prestar servicios de capacitación.

¡Increíble! Mientras en el caso de la estafa maestra, gracias a las auditorías que encabezó Muna Dora Buchahin, se cuenta con elementos de prueba suficientes para proceder administrativa y penalmente en contra de todos los responsables (funcionarios de Sedesol, Sedatu y universidades públicas, así como particulares involucrados) y esclarecer a dónde fue a parar el dinero, sin que hasta la fecha haya pasado nada. ¡A ella la cesan fulminantemente con base en simples indicios, no investigados y que ella ya ha negado categóricamente! ¡Los medios internacionales no dan crédito a los niveles de impunidad y procacidad que hemos alcanzado en México!

Cómo estarán las cosas que el anterior Auditor Superior de la Federación, el implacable Juan Manuel Portal, tuvo que salir a denunciar públicamente que su sucesor está desmantelando la ASF a través de despidos injustificados, que nunca ha hecho una auditoría en su vida y que cuando trabajó en ese organismo lo tuvo que despedir debido al incumplimiento de sus responsabilidades y al retraso en el trabajo que se llevaba en el área a su cargo, lo que seguramente lo dejó muy dolido, por lo que no tardará en “filtrar” alguna contumelia para desacreditarlo.

Por supuesto, ya sin la doctora Buchahin y buena parte del equipo del contador Portal, veremos en unos meses cómo la nueva ASF, aún supeditada al PRI, se encarga de dar por solventadas todas las auditorías, incluida la correspondiente al escándalo de corrupción de Etileno XXI, subsidiaria de Odebrecht, la empresa brasileña que pagó sobornos por 10.5 millones de dólares entre 2010 y 2014 y que alcanza a José Antonio Meade por haber avalado en su momento un contrato que permite subsidiar a esa empresa a través de PEMEX, con más de 2 mil millones de pesos al año durante 20 años, para después ofrecerle sus más sinceras disculpas a la impoluta Rosario Robles y sus secuaces, como pago por sus servicios y eterno silencio, mientras el nuevo titular de la Unidad Jurídica, Víctor Manuel Andrade Martínez, se encarga de cerrar los expedientes que le fueron turnados por “inconsistentes”, como lo hizo su hermano, el inefable Virgilio Andrade, con el asunto de la Casa Blanca ¿Así o más claro?

mezavcm.abogados@gmail.com




“La verdad no peca, pero incomoda”

Dicho popular

Así como cuando Puebla y los poblanos nos hicimos vergonzosamente conocidos por “el gober precioso” y sus “botellas de coñac”, hoy México y los mexicanos nos hemos vuelto mundialmente famosos por “la estafa maestra” y “la rampante corrupción e impunidad de nuestras autoridades”.

Y cuando pensábamos que las y los responsables de este ilícito estaban arrinconados y no tardarían en ser severamente sancionados, ante el inminente cambio de régimen, el gobierno mexicano sorprende nuevamente con su cinismo sin límites y la cooptación abierta de la Auditoría Superior de la Federación, con el propósito de desactivar las auditorías forenses que sacaron a la luz la estafa maestra, frenar nuevas investigaciones en marcha que implicaban al candidato presidencial del PRI y sacar las cuentas públicas de 2017 y 2018 sin observaciones.

¡Escándalo mayúsculo el que se ha gestado en este organismo, que se supone debería ser autónomo, a partir de la remoción injustificada de la brillante doctora Muna Dora Buchahin, quien encabezó el equipo que desenmascaró a Rosario Robles y su pandilla como los principales proveedores de recursos públicos a las arcas del partido oficial y sus usufructuarios, mediante el uso de universidades y empresas fantasma para la triangulación de recursos originalmente destinados a las personas más necesitadas de este país! ¡Más de 7 mil millones de pesos desviados mediante esquemas de simulación de servicios! ¡Y luego se lamentan de que los mexicanos en masa vayamos a votar, según ellos, con el hígado!

De verdad que la realidad supera la ficción. Ni siquiera tienen la capacidad para remover tersamente a alguien de esa importancia. Y luego, ante la exigencia de una explicación por parte de la funcionaria con 13 años de carrera en la Auditoría Superior, el nuevo titular, David Colmenares, quien trabajó en la Secretaría de Hacienda para José Antonio Meade, le mandó a decir, sin recato ni agotar alguna investigación al respecto, que la ilegal exigencia de su renuncia obedecía a que “se cuentan con indicios de diversas fuentes, incluyendo los mismos funcionarios que laboran en el área, respecto a un conflicto de interés, aprovechándose de su posición como funcionaria pública” por la contratación de la Asociación de Examinadores de Fraudes Certificados, encabezada por la exauditora, para prestar servicios de capacitación.

¡Increíble! Mientras en el caso de la estafa maestra, gracias a las auditorías que encabezó Muna Dora Buchahin, se cuenta con elementos de prueba suficientes para proceder administrativa y penalmente en contra de todos los responsables (funcionarios de Sedesol, Sedatu y universidades públicas, así como particulares involucrados) y esclarecer a dónde fue a parar el dinero, sin que hasta la fecha haya pasado nada. ¡A ella la cesan fulminantemente con base en simples indicios, no investigados y que ella ya ha negado categóricamente! ¡Los medios internacionales no dan crédito a los niveles de impunidad y procacidad que hemos alcanzado en México!

Cómo estarán las cosas que el anterior Auditor Superior de la Federación, el implacable Juan Manuel Portal, tuvo que salir a denunciar públicamente que su sucesor está desmantelando la ASF a través de despidos injustificados, que nunca ha hecho una auditoría en su vida y que cuando trabajó en ese organismo lo tuvo que despedir debido al incumplimiento de sus responsabilidades y al retraso en el trabajo que se llevaba en el área a su cargo, lo que seguramente lo dejó muy dolido, por lo que no tardará en “filtrar” alguna contumelia para desacreditarlo.

Por supuesto, ya sin la doctora Buchahin y buena parte del equipo del contador Portal, veremos en unos meses cómo la nueva ASF, aún supeditada al PRI, se encarga de dar por solventadas todas las auditorías, incluida la correspondiente al escándalo de corrupción de Etileno XXI, subsidiaria de Odebrecht, la empresa brasileña que pagó sobornos por 10.5 millones de dólares entre 2010 y 2014 y que alcanza a José Antonio Meade por haber avalado en su momento un contrato que permite subsidiar a esa empresa a través de PEMEX, con más de 2 mil millones de pesos al año durante 20 años, para después ofrecerle sus más sinceras disculpas a la impoluta Rosario Robles y sus secuaces, como pago por sus servicios y eterno silencio, mientras el nuevo titular de la Unidad Jurídica, Víctor Manuel Andrade Martínez, se encarga de cerrar los expedientes que le fueron turnados por “inconsistentes”, como lo hizo su hermano, el inefable Virgilio Andrade, con el asunto de la Casa Blanca ¿Así o más claro?

mezavcm.abogados@gmail.com