/ martes 27 de octubre de 2020

La vida nocturna y su urgente reforma legal

La vida nocturna ha sido desde siempre un negocio muy redituable para quienes se dedican a ello, pero también un espacio vacío para que la corrupción se haga presente todos los fines de semana que hay fiesta.

Esta semana presentamos en El Sol de Puebla un reportaje que revela cómo distintos establecimientos han burlado la ley para ofrecer fiestas al margen de los riesgos que hay de un rebrote de Covid-19 en la entidad.

Esto se debe a los vacíos legales que hay en una obsoleta legislación que corresponde a los municipios actualizar.

Se trata de las leyes de ingresos municipales que todavía manejan los términos de "cabaret" y "discoteca" como si estuviéramos en los años 70.

Pero los términos son lo de menos, la diferencia entre lo que cuesta obtener una licencia de funcionamiento para poner un restaurante-bar y un cabaret son totalmente abismales.

Solo en el municipio de Puebla, la licencia de restaurante-bar ronda en los 55 mil pesos, mientras que la de un cabaret rebasa los 368 mil pesos, es decir, siete veces más.

Es por eso que muchos empresarios optaron por incluir comida en sus establecimientos para justificar la licencia de restaurante-bar y ahorrarse más de 300 mil pesos por la licencia, sin mencionar que los refrendos son más baratos.

Pero para que esto pueda darse, necesariamente se requiere de la participación de inspectores y supervisores de normatividad y Protección Civil, ni siquiera de funcionarios de alto rango.

Es ahí donde se debe revisar el actuar de los servidores públicos.

En el argot de los centros nocturnos los empresarios lo conocen como "pago de línea" y se trata de cooperar con un pago mensual para salir bien librados de los operativos de supervisión e inspección.

Empresarios de este ramo reconocen que es una práctica que siempre ha existido, pero que sin duda se detonó en la actual administración, al grado que un "pago de línea" puede salir más caro que la renta del propio establecimiento.

Doble renta, pues.

Es por ello que ya buscan un acercamiento con el gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, para plantear una urgente regularización de la vida nocturna.

El planteamiento es agremiar al mayor número de empresarios para conseguir una pronta reapertura, siempre y cuando los establecimientos estén en regla y cumplan con los protocolos de prevención.

Otra propuesta es revisar el marco legal para evitar lo que ocurre actualmente.

Habrá que esperar qué resulta de esas reuniones.

Lo que es una realidad es que de poco servirán las modificaciones legales si a la par no se corrigen ciertas prácticas arraigadas en servidores públicos desde hace años.

Muchos años.

Hasta la próxima.

Twitter: Juarez_VH

Facebook: Hugo Juárez

Correo: v.hugojuarez.h@gmail.com

La vida nocturna ha sido desde siempre un negocio muy redituable para quienes se dedican a ello, pero también un espacio vacío para que la corrupción se haga presente todos los fines de semana que hay fiesta.

Esta semana presentamos en El Sol de Puebla un reportaje que revela cómo distintos establecimientos han burlado la ley para ofrecer fiestas al margen de los riesgos que hay de un rebrote de Covid-19 en la entidad.

Esto se debe a los vacíos legales que hay en una obsoleta legislación que corresponde a los municipios actualizar.

Se trata de las leyes de ingresos municipales que todavía manejan los términos de "cabaret" y "discoteca" como si estuviéramos en los años 70.

Pero los términos son lo de menos, la diferencia entre lo que cuesta obtener una licencia de funcionamiento para poner un restaurante-bar y un cabaret son totalmente abismales.

Solo en el municipio de Puebla, la licencia de restaurante-bar ronda en los 55 mil pesos, mientras que la de un cabaret rebasa los 368 mil pesos, es decir, siete veces más.

Es por eso que muchos empresarios optaron por incluir comida en sus establecimientos para justificar la licencia de restaurante-bar y ahorrarse más de 300 mil pesos por la licencia, sin mencionar que los refrendos son más baratos.

Pero para que esto pueda darse, necesariamente se requiere de la participación de inspectores y supervisores de normatividad y Protección Civil, ni siquiera de funcionarios de alto rango.

Es ahí donde se debe revisar el actuar de los servidores públicos.

En el argot de los centros nocturnos los empresarios lo conocen como "pago de línea" y se trata de cooperar con un pago mensual para salir bien librados de los operativos de supervisión e inspección.

Empresarios de este ramo reconocen que es una práctica que siempre ha existido, pero que sin duda se detonó en la actual administración, al grado que un "pago de línea" puede salir más caro que la renta del propio establecimiento.

Doble renta, pues.

Es por ello que ya buscan un acercamiento con el gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, para plantear una urgente regularización de la vida nocturna.

El planteamiento es agremiar al mayor número de empresarios para conseguir una pronta reapertura, siempre y cuando los establecimientos estén en regla y cumplan con los protocolos de prevención.

Otra propuesta es revisar el marco legal para evitar lo que ocurre actualmente.

Habrá que esperar qué resulta de esas reuniones.

Lo que es una realidad es que de poco servirán las modificaciones legales si a la par no se corrigen ciertas prácticas arraigadas en servidores públicos desde hace años.

Muchos años.

Hasta la próxima.

Twitter: Juarez_VH

Facebook: Hugo Juárez

Correo: v.hugojuarez.h@gmail.com