/ domingo 26 de enero de 2020

La zona del Paseo Bravo

Como en muchos puntos de la ciudad de Puebla, existen sitios y espacios que conocemos, utilizamos o transitamos cerca de ellos, y que cuentan con historias particulares.

Tal es el caso del Paseo Bravo, parque público inaugurado en 1840 bajo el nombre de Paseo Nuevo, que ocupaba parte del terreno de lo que en su tiempo fue una plazuela conocida como Plaza del Parral.

La historia nos dice que Miguel Bravo, insurgente de donde deriva el nombre de este parque, fue un militar insurgente mexicano que combatió durante la Guerra de Independencia junto a sus hermanos y su sobrino, quien fuera presidente de México, Nicolás Bravo.

Se tiene conocimiento que, en diferentes momentos, este sitio también funcionó como sitio para la horca, campo militar, cementerio y finalmente como plaza cuando se establece el primer monumento en honor a Miguel Bravo.

En años posteriores, cerca de 1870, es cuando se le empieza a mencionar como el Paseo Bravo, e incrementa el número de personas que lo utilizaban como lugar de convivencia, para reuniones e incluso para organizar manifestaciones.

Este espacio sigue siendo un punto de referencia, ya sea para utilizar el transporte público, convivir con la familia, o como sitio de reunión muy cercano al centro histórico. En él se pueden encontrar diferentes monumentos que prácticamente todos ubicamos, como lo es el Reloj del Gallito, el Quiosco, la Fuente de Motolinía y la Fuente de la China Poblana.

Desde el Paseo Bravo se puede caminar hacia Iglesia de Guadalupe, que se caracteriza por el uso de talavera en su fachada. Cada 12 de diciembre, el templo recibe a cientos peregrinos y devotos de la Virgen de Guadalupe. Es típico que en esas fechas se monte una especie de feria donde los visitantes acuden con imágenes o a disfrutar lo que se ofrece en el lugar.

Adicionalmente, a un costado se encuentran el Museo del Ejército y Fuerza Área Mexicanos, que resultan un complemento a las actividades culturales de la zona.

El entorno alrededor de este espacio le brinda características únicas desde hace muchos años, que le permiten al visitante descubrir particularidades de los inmuebles ubicados en la zona, el origen y la historia del paseo, así como la facilidad para llegar a él.

Tú, ¿qué más nos puedes compartir sobre la zona del Paseo Bravo? Los invito a dejar su comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtag #Puebla y #VívelaBien

Como dijo el poeta español Rafael Alberti “La ciudad es como una casa grande.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx

Como en muchos puntos de la ciudad de Puebla, existen sitios y espacios que conocemos, utilizamos o transitamos cerca de ellos, y que cuentan con historias particulares.

Tal es el caso del Paseo Bravo, parque público inaugurado en 1840 bajo el nombre de Paseo Nuevo, que ocupaba parte del terreno de lo que en su tiempo fue una plazuela conocida como Plaza del Parral.

La historia nos dice que Miguel Bravo, insurgente de donde deriva el nombre de este parque, fue un militar insurgente mexicano que combatió durante la Guerra de Independencia junto a sus hermanos y su sobrino, quien fuera presidente de México, Nicolás Bravo.

Se tiene conocimiento que, en diferentes momentos, este sitio también funcionó como sitio para la horca, campo militar, cementerio y finalmente como plaza cuando se establece el primer monumento en honor a Miguel Bravo.

En años posteriores, cerca de 1870, es cuando se le empieza a mencionar como el Paseo Bravo, e incrementa el número de personas que lo utilizaban como lugar de convivencia, para reuniones e incluso para organizar manifestaciones.

Este espacio sigue siendo un punto de referencia, ya sea para utilizar el transporte público, convivir con la familia, o como sitio de reunión muy cercano al centro histórico. En él se pueden encontrar diferentes monumentos que prácticamente todos ubicamos, como lo es el Reloj del Gallito, el Quiosco, la Fuente de Motolinía y la Fuente de la China Poblana.

Desde el Paseo Bravo se puede caminar hacia Iglesia de Guadalupe, que se caracteriza por el uso de talavera en su fachada. Cada 12 de diciembre, el templo recibe a cientos peregrinos y devotos de la Virgen de Guadalupe. Es típico que en esas fechas se monte una especie de feria donde los visitantes acuden con imágenes o a disfrutar lo que se ofrece en el lugar.

Adicionalmente, a un costado se encuentran el Museo del Ejército y Fuerza Área Mexicanos, que resultan un complemento a las actividades culturales de la zona.

El entorno alrededor de este espacio le brinda características únicas desde hace muchos años, que le permiten al visitante descubrir particularidades de los inmuebles ubicados en la zona, el origen y la historia del paseo, así como la facilidad para llegar a él.

Tú, ¿qué más nos puedes compartir sobre la zona del Paseo Bravo? Los invito a dejar su comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtag #Puebla y #VívelaBien

Como dijo el poeta español Rafael Alberti “La ciudad es como una casa grande.”

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