Los creativos de la campaña de la candidata de Morena a la reelección en Puebla capital, Claudia Rivera Vivanco, creen haber encontrado el punto débil de su contrincante del PAN, Eduardo Rivera Pérez, y han propuesto enfocar sus baterías por esa ruta en las últimas dos semanas de la contienda por la presidencia municipal.
Según estos diseñadores de estrategia, es imperativo decir a los votantes que Rivera Pérez es el candidato del gobernador Luis Miguel Barbosa, de manera que el aspirante emanado del partido blanquiazul pierda efectividad como alternativa de gobierno para quienes desean a Morena fuera del poder y para quienes reprueban el estilo de conducción del mandatario poblano.
La especie, que sugiere una vinculación pactada entre Rivera y Barbosa para conferirse ayuda mutua, ya fue utilizada en el pasado por los enemigos políticos del panista, mientras se disputaba internamente la candidatura a la alcaldía en el PAN y la presidenta del Comité Directivo Estatal de ese instituto, Genoveva Huerta Villegas, se mostraba como la más férrea opositora de las aspiraciones de su correligionario.
Vincular política y afectivamente al entonces aspirante del PAN con el inquilino de Casa Aguayo, emanado de la coalición Juntos Haremos Historia, no fue suficiente para quitarlo del camino hacia la postulación, pero el rumor, regado como versión confirmada, generó dudas en un sector del panismo que terminó por mirar con desconfianza esa vieja relación, reconocida por ambos personajes como institucional y esporádica.
El tema ha vuelto, en circunstancias que se acomodan para darle matices de credibilidad, con un Gabriel Biestro dispuesto a cobrar muy cara su derrota en Morena y con todos sus aliados enfilados en una guerra sin cuartel en contra de la edil en campaña.
Descarrilar a Claudia Rivera de la reelección implica ayudar a Eduardo Rivera a ganar.
Esa es la premisa fundamental entre los integrantes del cuarto de guerra de la candidata de Morena, por lo que han decidido revivir esa especie que se remonta al pasado, en un intento por restarle puntos efectivos a su rival y llamar la atención de los dirigentes nacionales del partido presidencial frente a las acciones del gobernador en esta contienda, como presunto aliado de esa “mafia” opositora a Andrés Manuel López Obrador.
Rivera Vivanco fue la primera en denunciar la alianza inconfesable en conferencia de prensa, hace una semana.
Le siguió su coordinadora de campaña, Liza Aceves, el jueves, en uno de los episodios políticos más desafortunados de la contienda electoral en proceso, al querer demostrar la existencia del presunto complot con una temeraria “revelación” que lastimó a las dos familias involucradas.
Fernando Manzanilla atizó el fuego el sábado.
Como diputado federal del Partido Encuentro Solidario y candidato a la reelección, el exsecretario de Gobernación replicó la esencia de los señalamientos vertidos por Claudia Rivera y Liza Aceves, desde un evento que tuvo como invitado al dirigente nacional de ese instituto, Hugo Eric Flores Cervantes.
La estrategia está en marcha.
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La coordinadora de campaña de Claudia Rivera, Liza Aceves, se disculpó con el gobernador Barbosa el mismo día que aseguró que este mantenía una relación sentimental con la cuñada de Eduardo Rivera, Denisse Ortiz Pérez, quien trabaja en el gobierno del estado como titular de la Unidad de Asistencia Social y Salud del Sistema DIF.
La disculpa dirigida a Barbosa, publicada en redes sociales, se vio forzada y se leyó confusa, pero se entendió.
No obstante, para Denisse Ortiz no hubo ningún intento de desagravio por parte de la presunta defensora de las causas de la mujer y (ahora se sabe) falsa feminista.
Para Aceves, Rivera y Leobardo Rodríguez Juárez puede ser irrelevante y hasta cómico expresarse así de las personas en público.
No lo es.
Desde su cuenta de twitter, la funcionaria del DIF, víctima colateral de la guerra política que sostienen el gobernador y la presidenta municipal con licencia, anunció este domingo que procederá legalmente en contra de su agresora.
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El senador Ricardo Monreal encabezará este lunes un acto político con el pretexto de la presentación de un nuevo libro sobre procedimientos electorales.
La convocatoria está hecha para empezar en punto de las 12 horas en el Salón JP de la colonia San Manuel.
Los organizadores prevén la asistencia de al menos 10 senadores integrantes del grupo legislativo de Morena, diputados locales de ese mismo partido y algunos candidatos de Puebla, entre ellos Claudia Rivera Vivanco.
Así estaba la lista de confirmados hasta el domingo por la tarde:
Senadores:
Alejandro Armenta Mier, Nancy de la Sierra Arámburo y el suplente Jesús Encinas Meneses, por el estado de Puebla.
María Soledad Luévano Cantú, por Zacatecas; Lucy Meza, por Morelos; Nestora Salgado García, por Guerrero; María Antonia Cárdenas Mariscal, por Jalisco; Ernesto Pérez Astorga, por Veracruz; José Alfonso Pascual Solórzano Fraga, por Michoacán; Casimiro Méndez Ortiz, por Michoacán; Cecilia Margarita Sánchez García, por Campeche; José Antonio Cruz Álvarez Lima, por Tlaxcala.
Diputados locales:
Miguel Trujillo de Ita, Paola Ruiz García y Cristina Tello Rosas.
Otros:
Joaquín Espidio Camarillo, regidor en el ayuntamiento de Puebla.
Claudia Rivera Vivanco, candidata a edil de Puebla (por un segundo periodo).
Y Pablo Salazar Vicentello, candidato a diputado local por el distrito 18 de Cholula.
El domingo Armenta calentó el proceso electoral en la región de San Pedro Cholula con fuertes declaraciones en contra del edil Luis Alberto Arriaga.
Más tarde Monreal hizo lo propio en el zócalo de la ciudad de Puebla, con alusiones a la falta de unidad en el partido lopezobradorista, en torno a la campaña de Rivera Vivanco.
Es muy probable que hoy continúen en esa línea.
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