Raúl Zárate López
Las campañas mediáticas y las marchas populares contra López Obrador
Los gobiernos neoliberales dejaron hecha trizas la economía nacional al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Con una deuda pública superior a los 10 billones 800 mil millones de pesos, y a Pemex lo dejaron endeudado con más de un billón de pesos. El tabasqueño, para salvar de la quiebra y del remate, y rescatar a Pemex está haciendo un sacrificio extraordinario y ha tenido que prescindir de parte del crecimiento económico del país para pagar las cuentas por cobrar a PEMEX de 2019 y 2020, lo cual complica la estabilidad macroeconómica.
Los problemas económicos se le han complicado, el crecimiento de la economía se ha desacelerado por factores negativos internos y externos durante el primer trimestre del año, los ingresos fiscales han disminuido por consecuencia y ha tenido que recurrir a la reducción del gasto público, aunque eso significa bajar las expectativas de crecimiento para este año. Los analistas estiman que, si entre abril y junio bajan, como bajaron las expectativa de crecimiento del PIB en el primer trimestre del año, la economía mexicana podría entrar en riesgo de recesión económica con dos trimestres consecutivos de reducida expansión.
Con los recortes al gasto anunciados por el gobierno federal hace dos semanas, se obtendrán ahorros de entre 8 mil 245 millones y 10 mil 990 millones de pesos, incluyendo el monto de reducción de partidas en la administración pública federal y la eliminación de las direcciones generales adjuntas, según el análisis de la Secretaría de Hacienda, dinero que servirá para cubrir los compromisos de deuda de Pemex. Se estima que el recorte de personal se extendería a 3 mil 600 personas.
La dependencia con más ajustes sería la Secretaría de la Defensa Nacional, con 887.5 millones de pesos, seguida por Gobernación (765.7 millones), Medio Ambiente (765 millones), Salud (575 millones), Educación Pública (549 millones), Cultura (352 millones) y Comunicaciones y Transportes (306 millones). Las medidas que refiere el memorando sobre la Ley de Austeridad en la Dependencias del Ejecutivo Federal son de observancia obligatoria para toda la administración pública federal. Elimina a los asesores de todas las entidades y sólo conserva a cinco para la Presidencia de la República.
La marcha de la economía ha metido en apuros al gobierno por los pagos que se ha comprometido a hacer por los vencimientos de la deuda de Pemex, y otro tanto por el bajo crecimiento de la economía en el primer trimestre y por la baja de los ingresos tributarios por la causa misma del decrecimiento, aun cuando el presidente refute a sus críticos y diga que “la economía va bien”; y de que corrija a Alfonso Romo que declaró que la economía “ha sufrido una cachetadita”, y afirmar que la corrupción es la que ha sufrido una cachetadita.
Los ingresos totales del sector público –gobierno federal, Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad y banca de desarrollo– fueron, entre enero y marzo pasados, de un billón 295 mil 433 millones de pesos, monto inferior en 1.2 por ciento real al mismo periodo de 2018, según información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). La cantidad obtenida fue menor en 68 mil 699.7 millones a los previstos en la Ley de Ingresos para ese trimestre
Este es el marco que ha dado origen a una campaña mediática por parte del Banco de México, organizamos internacionales como la OCDE y una gran parte del sector privado mexicano, una campaña de ataques y desprestigio contra el gobierno de Andrés Manuel; y es la misma razón que invocó a los organizadores de una marcha popular hace dos domingos, la que no paso de insignificante, desorganizada y poco numerosa contra el gobierno de la cuarta transformación.
Lo que más llama la atención es su realización apenas a 5 meses de iniciado la administración pública federal. Cómo se le quieren achacar a su gobierno las herencias malditas del pésimo, antipatriótico manejo económico de los gobiernos neoliberales durante 36 años consecutivos, en que hicieron hasta la imposible por enterrar, vender y desaparecer a PEMEX. .
Hoy se necesitan 5 mil millones de dólares para hacerle frente al pago de las deudas por vencerse de PEMEX para este año, y otros 7 mil 500 millones de dólares para el 2020, y López Obrador va a tener que echar mano de recursos fiscales para fortalecer las finanzas de PEMEX, y salvarlo de la quiebra, de un mayor endeudamiento y de su entrega final a los mercados internacionales.
El propósito del tabasqueño es rescatar la empresa petrolera y salvar lo que queda de la industria de hidrocarburos, como es la reconstrucción de las 6 refinerías que trabajan al 25% de su capacidad y construir la refinería de Dos Bocas. Obviamente eso no le gusta a los intereses trasnacionales que se oponen férreamente a dichos proyectos, y son los que critican como malo el manejo de las políticas económicas del obradorismo, porque va en contra de los intereses del modelo económico que impusieron durante 36 años y apostaba a privatizarlo todo en México y a convertirlo en una nación importadora y dependiente.
Másallá de las críticas y los ataques que su gobierno seguirá recibiendo de partede quienes quisieran que el gobierno les entregara el manejo de la economía,como los gobiernos neoliberales se los dejaron, lo que si tendrá que hacerLópez Obrador es más con menos, para no incidir en el endeudamiento, ya que porla vía hacendaria se ha comprometido a no aumentar los impuestos al menosdurante los primeros tres años de su gobierno. ESCÚCHANOS diariamente de 13 a14 horas en ABC Radio 1280 de AM.
