/ sábado 3 de abril de 2021

Las encuestas de Morena como el “monje loco”, “nadie sabe…nadie supo”….

No solo la designación de Claudia Rivera Vivanco, nuevamente como candidata de MORENA a la alcaldía de Puebla capital, la de aspirantes plurinominales, y a presidencias municipales en el estado, así como de muchas de las posiciones en juego, tuvo sin duda interesantes lecturas entre ellas, que es el grupo de Edgard Garmendia y Carlos Evangelista el que tiene el sartén por el mango (o por lo menos eso parece), en cuanto a candidaturas. También que Mario Bracamonte (el otro presidente) y su caterva no solo no tiene poder, sino que es ignorado para tan importantes decisiones y finalmente que Erick Cotoñeto, ( quien tiene a su cargo la estructura paralela) no ha funcionado como puente a nivel estatal, y mucho menos a nivel nacional para ser tomado en cuenta en estos fallos.

Basta conocer los nombres de candidatos oficiales hasta este momento, empezando con el de Claudia, para darse cuenta que el líder moral en el estado no ha tenido la mínima influencia en las designaciones, pese a ser –supuestamente- un factor determinante para impulsar el triunfo de un buen número de candidatos de su partido, como ha sido una tradición en política. Y en estos momentos menos aun cuando 7 de cada diez poblanos no están de acuerdo con la reelección de la alcaldesa, -según los últimos sondeos- por la falta de trabajo en la ciudad y de importantes programas de beneficio social.

No obstante está visto también que la influencia de Bertha Luján y el Consejo Nacional, sigue siendo fuerte y que las decisiones de Mario Delgado, por lo menos aquí, son cuestionadas y en muchos casos desobedecidas sin temor a represalias. Además es notoria la irrupción de personajes con influencia política nacional, (léase Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard, Gabriel Hernández etc.,) que paulatinamente se vienen convirtiendo en los “fieles de la balanza”, beneficiando a sus propios grupos y tras bambalinas haciéndose de una parte del poder en la entidad.

Por otra parte, Cotoñeto maneja algunos grupos a nivel estatal, pero eso no significa que tenga una estructura fuerte, y menos que haya podido seleccionar a candidatos competitivos, para ofrecerlos a su partido, de ahí que tampoco haya sido tomado en cuenta. Sin duda ha alcanzado cierto poder, pero este aún es insuficiente para constituirse en el factor de decisión que debió ser en momentos tan importantes como los actuales.

Respecto a Mario bracamonte, su única labor es su aparición mediática desconociendo a Garmendia y compañía, calificándolos como una “pandilla que tiene secuestrada a MORENA aquí”. Así entre todos los grupos mencionados en los que está dividido MORENA, han interpuesto 54 impugnaciones a los nombramientos de candidatos, desconociéndose entre ellos. Todo ello a unos cuantos días de que se inicien campañas. ¿Qué tal?.

LA OPASIDAD DE LAS ENCUESTAS

Otra cosa que exhibieron las designaciones publicitadas es, que como se ha señalado desde el inicio del gobierno de MORENA a todos los niveles, las encuestas no son ni siquiera una simulación. Estas existen solo en el imaginario o en el discurso de los dirigentes del Movimiento. De ahí la inconformidad de los aspirantes que sintiéndose con trabajo y merecimientos para participar en las mismas, -si éstas fueran reales- son ignorados o aparecen en los últimos lugares, cuando sondeos privados los colocan en primerísimos sitios.

Cómo estarán las cosas, que los resultados de la supuesta encuesta con la que se dio el triunfo a Claudia Rivera, no la conoce ni siquiera el presidente en funciones Edgard Garmendia –como lo aseguró-. Nadie sabe cuál fue la metodología, el tiempo de realización ni nada que se le parezca. O sea como dijera “el monje loco”, “nadie sabe… nadie supo la realidad del horrible caso”. Lo que si asegura, es que en los próximos días se darán a conocer los resultados, pero nada más. De ahí que simpatizantes de MORENA le den cierta razón a Gabriel Biestro, el contrincante de Claudia en la nominación, porque no tuvo la menor información, sino solo un supuesto resultado de una supuesta encuesta de la que nadie puede ofrecer información creíble.

Pero como esto no se acaba hasta que se acaba, podemos asegurar que habrá más inconformidades e impugnaciones sobre este proceso interno de MORENA, de parte de muchos aspirantes están dispuestos a llegar a las últimas consecuencias después de las designaciones hechas, por las supuestas encuestas o por “dedazo”, al fin que viene siendo lo mismo. ¿ O no?.

ASPIRANTES FELICES CON SUS “MIGAJAS” EN EL PRI

Donde sin duda van de mal en peor es en el PRI, donde aspirantes a una diputación, se conforman con una regiduría. La historia no tiene desperdicio. Tal es el caso de Karina Romero Alcalá, cuya mamá Blanca Alcalá luchó lo más que pudo para que tuviera una candidatura a diputada. Cuando al parecer la tenía en la bolsa, le dijeron que siempre no, ofreciéndole una posición más modesta como una regiduría dentro de la planilla del candidato del PRI-PAN –PRD Eduardo Rivera Pérez. La historia mencionada se repitió con Leobardo Soto Jr. El hijo del líder de la CTM del mismo nombre. Este último luchó para que no lo desterraran del PRI por haber servido al PAN y a MORENA. Regresó arrepentido al tricolor y aunque no logró la diputación para su vástago, la representación de su sindicato le alcanzó para una regiduría y con ello se dio por bien pagado. Quien sigue cobrando buenos dividendos del partido es el Ing. Alberto Jiménez Merino que logró la candidatura a diputado por el distrito 14 de Acatlán y una regiduría para su esposa Christian.

Sin duda los políticos priistas están en tiempos de “vacas flacas” y se conforman con las migajas de un pastel que en otros años se comieron a puños. Y HASTA LA PRÓXIMA.

mariagarciasolis@hotmail.com







No solo la designación de Claudia Rivera Vivanco, nuevamente como candidata de MORENA a la alcaldía de Puebla capital, la de aspirantes plurinominales, y a presidencias municipales en el estado, así como de muchas de las posiciones en juego, tuvo sin duda interesantes lecturas entre ellas, que es el grupo de Edgard Garmendia y Carlos Evangelista el que tiene el sartén por el mango (o por lo menos eso parece), en cuanto a candidaturas. También que Mario Bracamonte (el otro presidente) y su caterva no solo no tiene poder, sino que es ignorado para tan importantes decisiones y finalmente que Erick Cotoñeto, ( quien tiene a su cargo la estructura paralela) no ha funcionado como puente a nivel estatal, y mucho menos a nivel nacional para ser tomado en cuenta en estos fallos.

Basta conocer los nombres de candidatos oficiales hasta este momento, empezando con el de Claudia, para darse cuenta que el líder moral en el estado no ha tenido la mínima influencia en las designaciones, pese a ser –supuestamente- un factor determinante para impulsar el triunfo de un buen número de candidatos de su partido, como ha sido una tradición en política. Y en estos momentos menos aun cuando 7 de cada diez poblanos no están de acuerdo con la reelección de la alcaldesa, -según los últimos sondeos- por la falta de trabajo en la ciudad y de importantes programas de beneficio social.

No obstante está visto también que la influencia de Bertha Luján y el Consejo Nacional, sigue siendo fuerte y que las decisiones de Mario Delgado, por lo menos aquí, son cuestionadas y en muchos casos desobedecidas sin temor a represalias. Además es notoria la irrupción de personajes con influencia política nacional, (léase Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard, Gabriel Hernández etc.,) que paulatinamente se vienen convirtiendo en los “fieles de la balanza”, beneficiando a sus propios grupos y tras bambalinas haciéndose de una parte del poder en la entidad.

Por otra parte, Cotoñeto maneja algunos grupos a nivel estatal, pero eso no significa que tenga una estructura fuerte, y menos que haya podido seleccionar a candidatos competitivos, para ofrecerlos a su partido, de ahí que tampoco haya sido tomado en cuenta. Sin duda ha alcanzado cierto poder, pero este aún es insuficiente para constituirse en el factor de decisión que debió ser en momentos tan importantes como los actuales.

Respecto a Mario bracamonte, su única labor es su aparición mediática desconociendo a Garmendia y compañía, calificándolos como una “pandilla que tiene secuestrada a MORENA aquí”. Así entre todos los grupos mencionados en los que está dividido MORENA, han interpuesto 54 impugnaciones a los nombramientos de candidatos, desconociéndose entre ellos. Todo ello a unos cuantos días de que se inicien campañas. ¿Qué tal?.

LA OPASIDAD DE LAS ENCUESTAS

Otra cosa que exhibieron las designaciones publicitadas es, que como se ha señalado desde el inicio del gobierno de MORENA a todos los niveles, las encuestas no son ni siquiera una simulación. Estas existen solo en el imaginario o en el discurso de los dirigentes del Movimiento. De ahí la inconformidad de los aspirantes que sintiéndose con trabajo y merecimientos para participar en las mismas, -si éstas fueran reales- son ignorados o aparecen en los últimos lugares, cuando sondeos privados los colocan en primerísimos sitios.

Cómo estarán las cosas, que los resultados de la supuesta encuesta con la que se dio el triunfo a Claudia Rivera, no la conoce ni siquiera el presidente en funciones Edgard Garmendia –como lo aseguró-. Nadie sabe cuál fue la metodología, el tiempo de realización ni nada que se le parezca. O sea como dijera “el monje loco”, “nadie sabe… nadie supo la realidad del horrible caso”. Lo que si asegura, es que en los próximos días se darán a conocer los resultados, pero nada más. De ahí que simpatizantes de MORENA le den cierta razón a Gabriel Biestro, el contrincante de Claudia en la nominación, porque no tuvo la menor información, sino solo un supuesto resultado de una supuesta encuesta de la que nadie puede ofrecer información creíble.

Pero como esto no se acaba hasta que se acaba, podemos asegurar que habrá más inconformidades e impugnaciones sobre este proceso interno de MORENA, de parte de muchos aspirantes están dispuestos a llegar a las últimas consecuencias después de las designaciones hechas, por las supuestas encuestas o por “dedazo”, al fin que viene siendo lo mismo. ¿ O no?.

ASPIRANTES FELICES CON SUS “MIGAJAS” EN EL PRI

Donde sin duda van de mal en peor es en el PRI, donde aspirantes a una diputación, se conforman con una regiduría. La historia no tiene desperdicio. Tal es el caso de Karina Romero Alcalá, cuya mamá Blanca Alcalá luchó lo más que pudo para que tuviera una candidatura a diputada. Cuando al parecer la tenía en la bolsa, le dijeron que siempre no, ofreciéndole una posición más modesta como una regiduría dentro de la planilla del candidato del PRI-PAN –PRD Eduardo Rivera Pérez. La historia mencionada se repitió con Leobardo Soto Jr. El hijo del líder de la CTM del mismo nombre. Este último luchó para que no lo desterraran del PRI por haber servido al PAN y a MORENA. Regresó arrepentido al tricolor y aunque no logró la diputación para su vástago, la representación de su sindicato le alcanzó para una regiduría y con ello se dio por bien pagado. Quien sigue cobrando buenos dividendos del partido es el Ing. Alberto Jiménez Merino que logró la candidatura a diputado por el distrito 14 de Acatlán y una regiduría para su esposa Christian.

Sin duda los políticos priistas están en tiempos de “vacas flacas” y se conforman con las migajas de un pastel que en otros años se comieron a puños. Y HASTA LA PRÓXIMA.

mariagarciasolis@hotmail.com