/ jueves 18 de junio de 2020

¡Las guerritas internas de Morena!

A un menos de un año de las elecciones del 2021, a los militantes del partido Morena no les cae el veinte que en vez de estar perdiendo el tiempo en luchas intestinas por las dirigencias y el money que ahí hay, mejor deberían estar aceitando su maquinaria y seleccionando precandidatos como sus oponentes ya lo hacen.

Mientras las cúpulas y grupos del poder de Morena están entretenidos peleándose entre ellos, sus adversarios ya tienen en mente la selección de posibles abanderados y ya comienzan a hablar de coaliciones, alianzas y hasta BOA´s.

La conducta que exhiben los morenos solo muestra que están esperanzados a que su tlatoani mayor sea quien salga a su rescate como ya ha comenzado a hacerlo. Queda claro que las giras nacionales en medio de la pandemia global no son obra de la casualidad, ni porque el país en verdad demande su presencia; lo que en realidad hace el jefe mayor de Morena es que su presencia evite que su popularidad siga en descenso y al mismo tiempo mantenga aceitada la maquinaria ya que su partido no puede hacerlo.

Aunque hay prioridades, en estos momentos la dirigencia nacional provisional cree que la lucha electoral del 2021 aún puede esperar y por eso está más enfocada en exhibir la corrupción, los abusos y los posibles manejos abusivos de las prerrogativas a manos de la poderosísima Yeidckol Polevnsky, quien ha mostrado que no le desagradan las mieles que le da el poder como aquellas millonarias condonaciones de impuestos a sus empresas.

En resumen Alfonso Ramírez Cuéllar quiere quitarle el disfraz de oveja a la loba que dirigió el partido. Y hace bien, pues quiere lavar la imagen de Morena ante los ojos ciudadanos; pero mientras él sigue en ello y alborotando los gallineros quitando y poniendo nuevos delegados estatales, es decir en sus “guerritas internas”; los oponentes naturales ya están en modo elecciones 2021.

La oposición también hace bien en anticiparte porque solo así podrá prepararse para una lucha en donde estarán en disputa gubernaturas, la Cámara de Diputados federal, así como congresos locales y presidencias municipales, sin duda la elección intermedia más importante de los últimos años.

Los políticos dividen

Que triste es ver que nuevamente los políticos polaricen a la sociedad y solo provoquen la división entre los ciudadanos, entre el pueblo de una nación. Ayer con su visita a Puebla, el presidente Andrés Manuel López Obrador provocó que las y los poblanos se encararan y gritonearan como hacía tiempo no lo hacían.

San Pedro Cholula se convirtió en el ring de las protestas entre simpatizantes y críticos del mandatario federal. Ayer se confrontaron conservadores contra liberales, fifís contra chairos –que conste que así los han etiquetado- y al final ¿quién ganó?

Aquellos que llaman a la unidad y a sumar, hoy parece que solo alientan la desunión y división de las y los mexicanos. ¿Esto construye?, ¿Así va a crecer el país?, ¿Ayuda a una sociedad más crítica? ¿A dónde vamos a parar?

A un menos de un año de las elecciones del 2021, a los militantes del partido Morena no les cae el veinte que en vez de estar perdiendo el tiempo en luchas intestinas por las dirigencias y el money que ahí hay, mejor deberían estar aceitando su maquinaria y seleccionando precandidatos como sus oponentes ya lo hacen.

Mientras las cúpulas y grupos del poder de Morena están entretenidos peleándose entre ellos, sus adversarios ya tienen en mente la selección de posibles abanderados y ya comienzan a hablar de coaliciones, alianzas y hasta BOA´s.

La conducta que exhiben los morenos solo muestra que están esperanzados a que su tlatoani mayor sea quien salga a su rescate como ya ha comenzado a hacerlo. Queda claro que las giras nacionales en medio de la pandemia global no son obra de la casualidad, ni porque el país en verdad demande su presencia; lo que en realidad hace el jefe mayor de Morena es que su presencia evite que su popularidad siga en descenso y al mismo tiempo mantenga aceitada la maquinaria ya que su partido no puede hacerlo.

Aunque hay prioridades, en estos momentos la dirigencia nacional provisional cree que la lucha electoral del 2021 aún puede esperar y por eso está más enfocada en exhibir la corrupción, los abusos y los posibles manejos abusivos de las prerrogativas a manos de la poderosísima Yeidckol Polevnsky, quien ha mostrado que no le desagradan las mieles que le da el poder como aquellas millonarias condonaciones de impuestos a sus empresas.

En resumen Alfonso Ramírez Cuéllar quiere quitarle el disfraz de oveja a la loba que dirigió el partido. Y hace bien, pues quiere lavar la imagen de Morena ante los ojos ciudadanos; pero mientras él sigue en ello y alborotando los gallineros quitando y poniendo nuevos delegados estatales, es decir en sus “guerritas internas”; los oponentes naturales ya están en modo elecciones 2021.

La oposición también hace bien en anticiparte porque solo así podrá prepararse para una lucha en donde estarán en disputa gubernaturas, la Cámara de Diputados federal, así como congresos locales y presidencias municipales, sin duda la elección intermedia más importante de los últimos años.

Los políticos dividen

Que triste es ver que nuevamente los políticos polaricen a la sociedad y solo provoquen la división entre los ciudadanos, entre el pueblo de una nación. Ayer con su visita a Puebla, el presidente Andrés Manuel López Obrador provocó que las y los poblanos se encararan y gritonearan como hacía tiempo no lo hacían.

San Pedro Cholula se convirtió en el ring de las protestas entre simpatizantes y críticos del mandatario federal. Ayer se confrontaron conservadores contra liberales, fifís contra chairos –que conste que así los han etiquetado- y al final ¿quién ganó?

Aquellos que llaman a la unidad y a sumar, hoy parece que solo alientan la desunión y división de las y los mexicanos. ¿Esto construye?, ¿Así va a crecer el país?, ¿Ayuda a una sociedad más crítica? ¿A dónde vamos a parar?