/ lunes 28 de mayo de 2018

Las políticas salariales condenan a los obreros a la pobreza

DESDE QUE SE IMPUSIERON EN México las doctrinas económicas neoliberales existe una Comisión Nacional de Salarios Mínimos, que se ha encargado de sostener una política salarial que ha mantenido congelados los incrementos salariales anuales por debajo de los índices inflacionarios anuales, de tal suerte que nunca los salarios de la clase trabajadora han rebasado el nivel inflacionario, generando, desde hace 35 años, un proceso progresivo de empobrecimiento de las clases laborantes del país, condenándolas a vivir siempre en la pobreza.

POR ESTA CAUSA, de acuerdo al centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), siete de cada 10 mexicanos que nacen en familias de menores ingresos salariales nunca logran salir de la pobreza a lo largo de su vida, esto debido a que el país no genera suficientes medios de movilidad social. Tampoco de mejoría en el ingreso salarial.

LA POLITICA SALARIAL oficial ha sido inmisericordemente injusta con la clase trabajadora. De hecho, todo el peso del crecimiento y del bienestar, de la pujanza industrial y comercial que vive el país, se ha descansado sobre las espaldas de la clase trabajadora. El relativo crecimiento económico nacional esta fincado sobre el sacrificio de la clase trabajadora y su progresiva pobreza, pues cada día, cada año, el salario que devenga no le alcanza para surtir la canasta básica.

PARA EL CEEY en el pasado cuarto de siglo el ingreso salarial promedio de los hogares disminuyó en términos reales, perdió capacidad de poder de compra en un 20% entre 1992 y 2016; en el mismo periodo, el de la familia de estratos medios y altos disminuyó en 18% en cada caso.

PARA EL SECRETARIO DE la Academia Mexicana de Derechos del Trabajo, Jorge Jiménez Alonso, el salario mínimo actual de 88 pesos condena a la miseria a la clase trabajadora que devenga ese percepción, y abogó por un salario mínimo de 204 pesos con 73 centavos para que una familia de cuatro miembros de la clase trabajadora pueda adquirir una canasta básica elemental, que le sirva para medio comer y medio alimentarse.

CUANDO LA COPARMEX deslizó la idea de subir el salario mínimo de 88 a 98 pesos y la idea fue aprobada por los candidatos presidenciales Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, no se trataba más que de un grito de auxilio en favor de los más desprotegidos, que parece como si en las demás cúpulas empresariales y en Los Pinos no se escuchara. Las explicaciones oficialistas siempre se justifican porque dicen que subir los salarios equivale a acelerar la inflación.

EN MEXICO PUEDEN subir los impuestos, puede haber gasolinazos, aumentar los precios en todos los productos, lo único que no puede ni debe aumentar son los salarios. El gobierno se ha propuesto mantener una política salarial baja como parte del atractivo internacional para traer inversión extranjera. Es de las naciones latinoamericanas que más bajos salarios tiene; hasta China ha elevado hoy más sus salarios y ha basado su productividad y competitividad en otros factores, ya no es en mano de obra barata.

GABRIELA RAMOS, DIRECTORA de la OCDE, afirma que los niveles de desigualdad en México se cuentan entre los más altos entre los países que pertenecen a ese grupo. En la actualidad, 53 millones de personas, que representan 43 por ciento de la población, viven en pobreza. Y, según el Banco Mundial, en México hay, además, 18 millones de mexicanos que viven en pobreza extrema, es decir, no tienen trabajo o ganan uno o dos dólares diarios para vivir.

LO QUE ACABA de ocurrir en las renegociaciones del TLCAN, de que el gobierno mexicano y las cúpulas empresariales se opusieron terminantemente a la petición de Estados Unidos y Canadá de que se eleven los salarios de la clase trabajadora de la industria automotriz, es claro ejemplo de que el gobierno está decidido a seguir subsidiando con mano de obra barata a las empresas trasnacionales, que se benefician con miles de millones de dólares como utilidad extraordinaria a cambio del sacrificio económico y del nivel de vida de los trabajadores… ESCÚCHANOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en el Noticiario De Viva Voz, de 13 a 14 horas en 1280 de AM Abc Radio.

DESDE QUE SE IMPUSIERON EN México las doctrinas económicas neoliberales existe una Comisión Nacional de Salarios Mínimos, que se ha encargado de sostener una política salarial que ha mantenido congelados los incrementos salariales anuales por debajo de los índices inflacionarios anuales, de tal suerte que nunca los salarios de la clase trabajadora han rebasado el nivel inflacionario, generando, desde hace 35 años, un proceso progresivo de empobrecimiento de las clases laborantes del país, condenándolas a vivir siempre en la pobreza.

POR ESTA CAUSA, de acuerdo al centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), siete de cada 10 mexicanos que nacen en familias de menores ingresos salariales nunca logran salir de la pobreza a lo largo de su vida, esto debido a que el país no genera suficientes medios de movilidad social. Tampoco de mejoría en el ingreso salarial.

LA POLITICA SALARIAL oficial ha sido inmisericordemente injusta con la clase trabajadora. De hecho, todo el peso del crecimiento y del bienestar, de la pujanza industrial y comercial que vive el país, se ha descansado sobre las espaldas de la clase trabajadora. El relativo crecimiento económico nacional esta fincado sobre el sacrificio de la clase trabajadora y su progresiva pobreza, pues cada día, cada año, el salario que devenga no le alcanza para surtir la canasta básica.

PARA EL CEEY en el pasado cuarto de siglo el ingreso salarial promedio de los hogares disminuyó en términos reales, perdió capacidad de poder de compra en un 20% entre 1992 y 2016; en el mismo periodo, el de la familia de estratos medios y altos disminuyó en 18% en cada caso.

PARA EL SECRETARIO DE la Academia Mexicana de Derechos del Trabajo, Jorge Jiménez Alonso, el salario mínimo actual de 88 pesos condena a la miseria a la clase trabajadora que devenga ese percepción, y abogó por un salario mínimo de 204 pesos con 73 centavos para que una familia de cuatro miembros de la clase trabajadora pueda adquirir una canasta básica elemental, que le sirva para medio comer y medio alimentarse.

CUANDO LA COPARMEX deslizó la idea de subir el salario mínimo de 88 a 98 pesos y la idea fue aprobada por los candidatos presidenciales Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, no se trataba más que de un grito de auxilio en favor de los más desprotegidos, que parece como si en las demás cúpulas empresariales y en Los Pinos no se escuchara. Las explicaciones oficialistas siempre se justifican porque dicen que subir los salarios equivale a acelerar la inflación.

EN MEXICO PUEDEN subir los impuestos, puede haber gasolinazos, aumentar los precios en todos los productos, lo único que no puede ni debe aumentar son los salarios. El gobierno se ha propuesto mantener una política salarial baja como parte del atractivo internacional para traer inversión extranjera. Es de las naciones latinoamericanas que más bajos salarios tiene; hasta China ha elevado hoy más sus salarios y ha basado su productividad y competitividad en otros factores, ya no es en mano de obra barata.

GABRIELA RAMOS, DIRECTORA de la OCDE, afirma que los niveles de desigualdad en México se cuentan entre los más altos entre los países que pertenecen a ese grupo. En la actualidad, 53 millones de personas, que representan 43 por ciento de la población, viven en pobreza. Y, según el Banco Mundial, en México hay, además, 18 millones de mexicanos que viven en pobreza extrema, es decir, no tienen trabajo o ganan uno o dos dólares diarios para vivir.

LO QUE ACABA de ocurrir en las renegociaciones del TLCAN, de que el gobierno mexicano y las cúpulas empresariales se opusieron terminantemente a la petición de Estados Unidos y Canadá de que se eleven los salarios de la clase trabajadora de la industria automotriz, es claro ejemplo de que el gobierno está decidido a seguir subsidiando con mano de obra barata a las empresas trasnacionales, que se benefician con miles de millones de dólares como utilidad extraordinaria a cambio del sacrificio económico y del nivel de vida de los trabajadores… ESCÚCHANOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en el Noticiario De Viva Voz, de 13 a 14 horas en 1280 de AM Abc Radio.