/ sábado 4 de diciembre de 2021

Latinoamérica unida: ¿un idealismo imposible?

América Latina llegó tarde al banquete de la civilización: Alfonso Reyes


Si esta región del mundo concentrara sus esfuerzos en una sola dirección, utilizando los colosales recursos naturales y aprovechando el vasto territorio, es muy posible que el mundo se regiría bajo nuestros designios. Esto suena muy fácil y es muy idealista, sin embargo, debemos ser cautos con este tipo de afirmaciones que desgraciadamente resultan imposibles de realizar.


Recientemente se reunieron diversos líderes latinoamericanos en la ciudad de México, durante el séptimo Encuentro del Grupo de Puebla, en donde se oyeron voces que sugerían la unificación de esta parte del planeta, para así hacer frente a los diversos problemas, como las grandes diferencias sociales y la pobreza, elementos acostumbrados y que se han incrementado por el neoliberalismo.

La situación obviamente no es positiva, el sistema económico citado evidentemente ha incrementado la brecha entre quienes tienen todo y quienes casi no poseen nada, pero no hay que creer en soluciones mágicas que solo nos llevara a una nueva frustración.

Recordemos a uno de los grandes personajes de nuestra historia: Simón Bolívar, aquel caudillo que peleó por la independencia de varios países y que actualmente es un héroe internacional. Este criollo educado tuvo un sueño, ver a América Latina unida y fuerte para ser el hegemón del continente, lo cual hasta nos podría enchinar la piel y nos evocará diversos sentimientos creados por el oficialismo de la historia, pero infortunadamente no obedecen a una realidad.

Latinoamérica fue forjada mediante una fusión de culturas bajo la influencia mayormente hispana, recordando que Portugal y Francia también tuvieron colonias, cuya situación es igual o peor al resto de las naciones de la región, es más, en el caso haitiano nos encontramos con que los galos prácticamente dejaron a su suerte los habitantes en un desorden que hoy sigue y hace de ese país caribeño el más pobre y anárquico del continente.

No es un secreto que los puestos asignados en la Nueva España y otras regiones dominadas por Castilla y Aragón fueron dados mediante un pago, el cual se tenía que recuperar mediante acciones heterodoxas, surgiendo así la corrupción, tan característica de nuestro México y otros lugares.

También podemos mencionar la falta de identidad en muchos de los habitantes, quienes no tienen idea de un proyecto de nación y solo actúan buscando el interés propio o de grupo, es por eso que la historia latinoamericana está llena de caudillos, golpes de estado y dictadores que buscan el poder a costa de lo que sea: Antonio López de Santa Anna, Juan Manuel de Rosas, Hugo Chávez, Anastasio Somoza, Jorge Videla, Augusto Pinochet, Daniel Ortega y tantos otros gobernantes son prueba de ello.

América Latina también no puede dejar de victimizarse y aludir a un supuesto pasado de injusticia, atribuyendo a los españoles todos los males, pero sometiendo la conciencia a una iglesia y un dios que impone una moral de esclavos.

Los complejos y resentimientos no permiten ver hacia adelante, pero son muy útiles políticamente debido a que recordarlos, evocando una solución aparentemente reivindicatoria, luce muy atractivo para buena parte de los latinoamericanos, la cual carece de un sentido reflexivo desgraciadamente.

Bien vale la pena hacer un ejercicio de pensamiento y aceptar que el conflicto, la corrupción y la división son los comunes denominadores de nuestra Latinoamérica, situación que hemos visto desde hace 2 siglos y lamentablemente seguiremos viendo por la idiosincrasia existente. Es obvio que estas líneas pueden no resultar agradables, pero no estoy diciendo una mentira y no invocaré algunas frases llenas de “egoísmo colectivo” que nos aluden a un orgullo nacional, cuando en realidad lo que buscan es distraer la atención para poder cometer un saqueo más de los que ha tenido esta región del orbe. Verdaderamente yo espero que algún día los latinoamericanos tomemos conciencia del problema y empiecen a cambiar para bien, pero eso se ve muy lejano y no hablo de años, sino de décadas y hasta de siglos. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.


América Latina llegó tarde al banquete de la civilización: Alfonso Reyes


Si esta región del mundo concentrara sus esfuerzos en una sola dirección, utilizando los colosales recursos naturales y aprovechando el vasto territorio, es muy posible que el mundo se regiría bajo nuestros designios. Esto suena muy fácil y es muy idealista, sin embargo, debemos ser cautos con este tipo de afirmaciones que desgraciadamente resultan imposibles de realizar.


Recientemente se reunieron diversos líderes latinoamericanos en la ciudad de México, durante el séptimo Encuentro del Grupo de Puebla, en donde se oyeron voces que sugerían la unificación de esta parte del planeta, para así hacer frente a los diversos problemas, como las grandes diferencias sociales y la pobreza, elementos acostumbrados y que se han incrementado por el neoliberalismo.

La situación obviamente no es positiva, el sistema económico citado evidentemente ha incrementado la brecha entre quienes tienen todo y quienes casi no poseen nada, pero no hay que creer en soluciones mágicas que solo nos llevara a una nueva frustración.

Recordemos a uno de los grandes personajes de nuestra historia: Simón Bolívar, aquel caudillo que peleó por la independencia de varios países y que actualmente es un héroe internacional. Este criollo educado tuvo un sueño, ver a América Latina unida y fuerte para ser el hegemón del continente, lo cual hasta nos podría enchinar la piel y nos evocará diversos sentimientos creados por el oficialismo de la historia, pero infortunadamente no obedecen a una realidad.

Latinoamérica fue forjada mediante una fusión de culturas bajo la influencia mayormente hispana, recordando que Portugal y Francia también tuvieron colonias, cuya situación es igual o peor al resto de las naciones de la región, es más, en el caso haitiano nos encontramos con que los galos prácticamente dejaron a su suerte los habitantes en un desorden que hoy sigue y hace de ese país caribeño el más pobre y anárquico del continente.

No es un secreto que los puestos asignados en la Nueva España y otras regiones dominadas por Castilla y Aragón fueron dados mediante un pago, el cual se tenía que recuperar mediante acciones heterodoxas, surgiendo así la corrupción, tan característica de nuestro México y otros lugares.

También podemos mencionar la falta de identidad en muchos de los habitantes, quienes no tienen idea de un proyecto de nación y solo actúan buscando el interés propio o de grupo, es por eso que la historia latinoamericana está llena de caudillos, golpes de estado y dictadores que buscan el poder a costa de lo que sea: Antonio López de Santa Anna, Juan Manuel de Rosas, Hugo Chávez, Anastasio Somoza, Jorge Videla, Augusto Pinochet, Daniel Ortega y tantos otros gobernantes son prueba de ello.

América Latina también no puede dejar de victimizarse y aludir a un supuesto pasado de injusticia, atribuyendo a los españoles todos los males, pero sometiendo la conciencia a una iglesia y un dios que impone una moral de esclavos.

Los complejos y resentimientos no permiten ver hacia adelante, pero son muy útiles políticamente debido a que recordarlos, evocando una solución aparentemente reivindicatoria, luce muy atractivo para buena parte de los latinoamericanos, la cual carece de un sentido reflexivo desgraciadamente.

Bien vale la pena hacer un ejercicio de pensamiento y aceptar que el conflicto, la corrupción y la división son los comunes denominadores de nuestra Latinoamérica, situación que hemos visto desde hace 2 siglos y lamentablemente seguiremos viendo por la idiosincrasia existente. Es obvio que estas líneas pueden no resultar agradables, pero no estoy diciendo una mentira y no invocaré algunas frases llenas de “egoísmo colectivo” que nos aluden a un orgullo nacional, cuando en realidad lo que buscan es distraer la atención para poder cometer un saqueo más de los que ha tenido esta región del orbe. Verdaderamente yo espero que algún día los latinoamericanos tomemos conciencia del problema y empiecen a cambiar para bien, pero eso se ve muy lejano y no hablo de años, sino de décadas y hasta de siglos. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.