Ocurrió el jueves pasado en las oficinas centrales del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN), ubicadas en la Colonia del Valle de la Ciudad de México.
Héctor Larios Córdova, Secretario General del partido azul, convocó a distintos liderazgos del panismo poblano con el propósito de establecer las primeras directrices para definir al que será su candidato a la gubernatura para el proceso electoral del 2 de junio.
Quienes atendieron la invitación fueron: Mario Riestra Piña, Francisco Fraile García, Rafael Micalco Méndez, Juan Carlos Mondragón Quintana, Juan Carlos Espina von Roehrich, Pablo Rodríguez Regordosa, Marcelo García Almaguer, Maximiliano Cortázar Lara así como la dirigente estatal Genoveva Huerta Villegas y el secretario general Salvador Escobedo Zoletto.
Aunque carecen de militancia panista otros de los convidados al encuentro fueron el expresidente municipal Luis Banck Serrato y Antinio Gali López, hijo del exgobernador del mismo nombre.
Y aunque también fueron convocados, cancelaron su participación: Eduardo Rivera Pérez, Jorge Aguilar Chedraui, Juan Pablo Piña Kurczyn, Roberto Grajales Espina mientras que Humberto Aguilar Coronado se exculpó debido a que seguía de viaje por España.
Las fuentes del reportero indican que, al iniciar el encuentro, Héctor Larios pretendió obviar el desafortunado manejo -para el panismo- de la designación del gobernador interino señalando claramente a Marcelo García de lo ocurrido para después intentar pasar al segundo tema, el de la elección constitucional.
Su argumento, que no había tenido la oportunidad de hablar con los involucrados en la votación de los diputados panistas en favor de Guillermo Pacheco Pulido que echó por tierra la línea de votar por Jesús Rodríguez Almeida o por lo menos en contra del que ya es gobernador interino. Les dijo a los presentes que no era momento.
Ahí fue donde los yunquistas comenzaron a descargar sus baterías cuestionando que cómo se pretendía iniciar una revisión de cara a la contienda electoral si entre los que estaban sentados en la mesa había traidores.
Gali Junior asumió que parte de las indirectas eran para su padre y les recriminó que no entendía los señalamientos cuando su familia había sido generosa con el PAN y encaró a Pablo Rodríguez diciéndole que tiene un problema personal con ellos desde hace años.
Larios decidió entonces cuestionar al otrora coordinador de los diputados panistas en el Congreso del Estado Marcelo García sobre la decisión del voto de su bancada en favor de Guillermo Pacheco.
El diputado intentó justificarse diciendo que el exvocero del gobierno de Martha Erika Alonso, Maximiliano Cortázar, le comentó que “el presidente” no quería a Rodríguez Almeida y que él no iría en contra del presidente.
-¿De qué presidente?, preguntó molesto Larios.
- Pues el presidente de la República, respondió Marcelo.
La respuesta reventó los ánimos y los yunquistas Juan Carlos Mondragón y Juan Carlos Espina aprovecharon para tundirle al que fuera operador de comunicación de Rafael Moreno Valle.
El Secretario General del PAN reprochó que por tal votación, los panistas hasta fueron objeto de burla de Andrés Manuel López Obrador en relación a la respuesta que dio a medios el pasado 23 de enero donde en medio de risas descartó que hubiera influido en la designación del gobernador interino pues los panistas también se sumaron a la propuesta de Morena.
Y eso los dejó sin discurso, sin la posibilidad de acusar una imposición, un rompimiento de acuerdos o una falta a la palabra del gobierno federal.
Cortázar, quien se integró más tarde a la reunión, aceptó que platicó con Almaguer sobre el tema pero no para que sacaran a Almeida de la terna y menos para que respaldaran a Guillermo Pacheco.
Unos suponen que con retirarle la coordinación bastó como sanción por lo ocurrido, otros esperan que se escale a la inhabilitación de sus derechos políticos.
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A pesar de los señalamientos en contra de Genoveva Huerta de que no está a la altura para dirigir un proceso de unidad, selección de candidato y campaña panista pues adujeron que forman parte del grupo morenovallista que traiciona constantemente, la realidad es que esta se mantendrá en la dirigencia estatal del PAN por los tres años para los que fue electa pues los estatutos impiden su remoción.
Lo que hizo Héctor Larios fue comprometerse a encontrar un delegado que colabore en ese proceso de unidad.
Y hasta la próxima.
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