Estoy cierto que este año ha sido complejo y muy volátil, desde diferentes perspectivas hemos transitado con esperanza por el anuncio de las vacunas contra el COVID-19, así como el regreso a diferentes actividades presenciales, educativas y laborales.
No obstante, uno de los padecimientos recurrentes que se derivaron de las medidas tomadas para contener la enfermedad, es el estrés que se ha generado en prácticamente, todos los grupos de edad, desde la niñez hasta los adultos mayores.
Sobre este tema, retomo lo que señala la psiquiatra Mariana Rojas-Estapé, en el sentido de que comprender el funcionamiento de nuestro cerebro y organismo nos ayuda a vivir una vida más consciente, y a gestionar de manera saludable las emociones y el estrés a través de técnicas como la atención plena, la meditación, la respiración o el deporte.
De acuerdo con la especialista, comprender es aliviar y cuando se entiende lo que pasa por la mente, se genera una especie de alivio; porque si no, se corre el riesgo de convertirse en esclavo de síntomas físicos, psicológicos y se genera una sensación de ir perdido por la vida.
La doctora Rojas-Estapé afirma que estamos en un momento de la historia donde parece que existe una obsesión por ser felices, como que hay atajos fáciles: “Disfruta con esto y conseguirás la felicidad rápidamente”. Pero esto no es necesariamente felicidad, ya que depende del sentido que cada persona le da a su vida. Es decir, se necesita trabajar permanentemente para conectar con las cosas pequeñas que van surgiendo en el día a día.
De igual forma, sostiene que cuando uno está en armonía con las personas de su entorno, es capaz de mitigar los efectos que el estrés puede producir en el ser humano. Si se vive ansioso o preocupado por algo, un tema económico, pero te sientes querido, el estrés que eso produce es mucho menor.
La psiquiatra hace mención que lo importante es la interpretación que hacemos de lo que nos sucede, y que es relevante que conozcamos cómo funcionamos en lo individual y cómo funcionan el cerebro y el organismo humano en general. Asimismo, establece que hoy en día sabemos que tener ilusión en la vida consigue que se produzca una migración de neuronas hasta el hipocampo, que es la zona del aprendizaje.
La doctora también recomienda que es necesario prestar más atención a lo que nos está sucediendo en el momento. Nuestro cerebro recibe constantemente muchísima información a través de los sentidos, especialmente a través de la vista, a través de los sentidos; pero solo se queda con lo que le interesa.
Finalmente, la doctora reitera que esculpimos nuestro cerebro en tiempo real según a qué prestamos atención, y ello determinará en gran parte nuestra calidad de vida emocional, intelectual y cognitiva.
Sin duda, estas reflexiones nos llevan a plantearnos a nosotros mismos, qué estamos haciendo para conocernos mejor, de qué forma incrementamos la creatividad, la imaginación y el desarrollo de nuestro cerebro, de forma que encontremos mecanismos y actividades que nos permitan combatir el estrés, reducir la ansiedad y los efectos adversos que esto genera.
Y tú, ¿cómo canalizas o controlas tu estrés? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.
Como mencionó el escritor estadounidense Ralph Waldo Emerson: “Nada puede darte paz, excepto tú mismo.”
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