/ domingo 22 de mayo de 2022

Libros, letras y más | Sostenibilidad Emocional

La pandemia ocasionada por el COVID-19 puso en perspectiva múltiples aspectos de nuestra vida, sociales, culturales, educativos, de salud, económicos y familiares, por mencionar los principales.

Uno de los aspectos que llama la atención a los investigadores y académicos es el tema emocional, cómo gestionamos nuestras emociones y de qué forma podemos evolucionar como seres humanos y como sociedad.

En esta oportunidad, recupero lo que señala la psicóloga clínica Inma Puig, quien es autora de diferentes obras, entre la que destaca “La Revolución Emocional”, que aborda los planteamientos sobre la Sostenibilidad Emocional.

Como punto de partida, la especialista señala que por “sostenibilidad” entendemos, en estos momentos, el consumo responsable de los recursos, teniendo en cuenta que, estos recursos van a poder mantenerse para las necesidades futuras.

En el aspecto que se está abordando, Inma Puig hace la analogía con técnicas culinarias, ya que cada alimento lleva su tiempo y su grado de cocción adecuado. En este mismo sentido, lo que se está trabajando a nivel de sostenibilidad emocional es destilar las emociones y cocinar a baja temperatura los sentimientos.

De igual forma, menciona que sorprende la cantidad de recursos que se invierten en la inteligencia artificial y los pocos que probablemente se están invirtiendo en algo tan natural como son las emociones, la emoción natural que tenemos todos. Afortunadamente, no siempre es así. Hay empresas y personas que están invirtiendo tiempo y recursos económicos para trabajar la sostenibilidad emocional, es decir, tener en cuenta las emociones de las personas que están trabajando con ellos.

Adicionalmente, plantea que: “si tú cuidas a una persona, tienes una persona cuidada. Si tú no cuidas a una persona, tienes a una persona descuidada y una persona descuidada no se comportará ni rendirá como podría rendir o comportarse”.

También hace referencia que existe una resistencia a compartir emociones y sentimientos porque todavía está asociada a debilidad, a vulnerabilidad, la idea de que si se muestran sentimientos se están enseñando unas cartas donde luego te pueden hacer daño por ahí y nadie quiere ser vulnerable, pero el compartir las emociones y los sentimientos no es un indicador ni de vulnerabilidad ni de debilidad.

De acuerdo con la psicóloga Puig, el sensible es confiable; hay que tener cuidado del insensible, de estas personas frías y duras que van a sacar provecho económico, o del que sea, de otros a costa de la salud emocional. Afirma que en la actualidad se puede afirmar que, el pasado ha sido de los fuertes físicamente, el futuro es de los sensibles.

Sin duda, esta perspectiva sobre el conocimiento, gestión y atención de las emociones nos hace reflexionar sobre cómo debemos conocernos a nosotros mismos, a quienes nos rodean y de qué forma tenemos que canalizarlas de forma sostenible, para mejorar en lo individual y en lo colectivo.

Y tú, ¿qué más nos puedes comentar sobre la sostenibilidad emocional? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como señaló el psicólogo estadounidense Daniel Goleman: “Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx

La pandemia ocasionada por el COVID-19 puso en perspectiva múltiples aspectos de nuestra vida, sociales, culturales, educativos, de salud, económicos y familiares, por mencionar los principales.

Uno de los aspectos que llama la atención a los investigadores y académicos es el tema emocional, cómo gestionamos nuestras emociones y de qué forma podemos evolucionar como seres humanos y como sociedad.

En esta oportunidad, recupero lo que señala la psicóloga clínica Inma Puig, quien es autora de diferentes obras, entre la que destaca “La Revolución Emocional”, que aborda los planteamientos sobre la Sostenibilidad Emocional.

Como punto de partida, la especialista señala que por “sostenibilidad” entendemos, en estos momentos, el consumo responsable de los recursos, teniendo en cuenta que, estos recursos van a poder mantenerse para las necesidades futuras.

En el aspecto que se está abordando, Inma Puig hace la analogía con técnicas culinarias, ya que cada alimento lleva su tiempo y su grado de cocción adecuado. En este mismo sentido, lo que se está trabajando a nivel de sostenibilidad emocional es destilar las emociones y cocinar a baja temperatura los sentimientos.

De igual forma, menciona que sorprende la cantidad de recursos que se invierten en la inteligencia artificial y los pocos que probablemente se están invirtiendo en algo tan natural como son las emociones, la emoción natural que tenemos todos. Afortunadamente, no siempre es así. Hay empresas y personas que están invirtiendo tiempo y recursos económicos para trabajar la sostenibilidad emocional, es decir, tener en cuenta las emociones de las personas que están trabajando con ellos.

Adicionalmente, plantea que: “si tú cuidas a una persona, tienes una persona cuidada. Si tú no cuidas a una persona, tienes a una persona descuidada y una persona descuidada no se comportará ni rendirá como podría rendir o comportarse”.

También hace referencia que existe una resistencia a compartir emociones y sentimientos porque todavía está asociada a debilidad, a vulnerabilidad, la idea de que si se muestran sentimientos se están enseñando unas cartas donde luego te pueden hacer daño por ahí y nadie quiere ser vulnerable, pero el compartir las emociones y los sentimientos no es un indicador ni de vulnerabilidad ni de debilidad.

De acuerdo con la psicóloga Puig, el sensible es confiable; hay que tener cuidado del insensible, de estas personas frías y duras que van a sacar provecho económico, o del que sea, de otros a costa de la salud emocional. Afirma que en la actualidad se puede afirmar que, el pasado ha sido de los fuertes físicamente, el futuro es de los sensibles.

Sin duda, esta perspectiva sobre el conocimiento, gestión y atención de las emociones nos hace reflexionar sobre cómo debemos conocernos a nosotros mismos, a quienes nos rodean y de qué forma tenemos que canalizarlas de forma sostenible, para mejorar en lo individual y en lo colectivo.

Y tú, ¿qué más nos puedes comentar sobre la sostenibilidad emocional? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí. Con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como señaló el psicólogo estadounidense Daniel Goleman: “Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

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