/ miércoles 25 de septiembre de 2019

Los ambulantes se quedan en las calles

Los vendedores ambulantes que se han apropiado de las calles del centro histórico de la ciudad de Puebla, no solo en esta administración municipal sino en todas las anteriores, permanecerán ahí, sin nadie que los moleste.

Palabras más, palabras menos, Claudia Rivera Vivanco dijo recién llegada a la presidencia municipal que su gobierno toleraría a los comerciantes informales por tratarse de personas con necesidad económica que hacían uso de su derecho a ganarse la vida.

Ese discurso de aparente permisividad le valió críticas que esquivó durante meses, casi un año, con el despliegue de un supuesto programa de reordenamiento que buscaba, si no expulsar a los ambulantes del primer cuadro de la ciudad, al menos organizarlos de una manera que causaran menos malestares en el comercio establecido.

Para eso puso a trabajar a su secretario de Gobernación, René Sánchez Galindo, que no pudo entregar resultados satisfactorios ante la imposibilidad de enfundarse en el papel de ejecutor de un sector de la economía que en realidad goza de tolerancia y concesiones.

La presidenta municipal no volvió a defender la permanencia de los comerciantes informales, hasta este lunes, cuando confirmó que algunas de las calles de ese mismo centro histórico se cerrarán al tránsito vehicular para convertirse en ciento por ciento peatonales.

En efecto, aquello que personajes como Luis Banck Serrato y otros presidentes municipales no se atrevieron a concretar por miedo a la reacción de los comerciantes formales, Rivera Vivanco sí lo hará.

Al menos eso es lo que ha afirmado, que antes de que termine el año habrá nuevas calles peatonales permanentes en el corazón de la Angelópolis.

El punto es que ese tema, que ya de por sí conducirá a un obligado episodio de confrontación con los dueños de los restaurantes y comercios asentados en el centro y los representantes de las cámaras empresariales, la condujo a defender de nueva cuenta la venta informal, a la que define como una “economía de subsistencia”.

Rivera Vivanco fijó este lunes su postura en torno al comercio ambulante, la auténtica, esa que no busca simulaciones ni apariencias y que, aunque parezca reprobable a muchos, trata de ser congruente con los ideales del Movimiento Regeneración Nacional y la 4T.

Frente a la pregunta concreta del reportero de EL SOL DE PUEBLA, Marco Aurelio Mirón, que quiso saber si serían permitidos los ambulantes en este nuevo programa de peatonalización, la primera edil emanada de Morena en el municipio capital dijo que sí y volvió a usar la palabra “inclusión” para justificarse.

Luego matizó con un resumen de las obligaciones que en teoría deben cumplir los informales para gozar del permiso municipal, pero expresó lo que en verdad piensa y lo que en verdad hará en este tema en los dos años que le restan a su ayuntamiento.

Así contestó:

“Estamos hablando de un esquema de inclusión, como lo hemos mencionado, que estén dentro de la ley. Puede ser una dinámica ambulatoria, pero cumpliendo con los requisitos que marca la ley en cuanto a los permisos, en cuanto a no ser actividades delictivas, mantener limpio, es decir, todo lo que es ordenamiento. En un esquema (peatonal) que sí permita un desarrollo por parte de las que han sido economías de subsistencia a unas formales y del comercio establecido que pueda todavía detonar un desarrollo mejor”.

Un tanto ambigua pero lo suficientemente clara para que los interesados comprendan que en su gobierno habrá tolerancia al comercio informal.

Y no solo en el centro histórico, sino en todo el municipio.

Eso no debe asustar.

Se trata de Morena y la 4T, donde se supone que los pobres son primero.

Lo importante es que los empresarios y los ciudadanos que no disfrutan de calles invadidas por ambulantes ya saben a qué atenerse y dónde no tocar para encontrar una solución.


Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Los vendedores ambulantes que se han apropiado de las calles del centro histórico de la ciudad de Puebla, no solo en esta administración municipal sino en todas las anteriores, permanecerán ahí, sin nadie que los moleste.

Palabras más, palabras menos, Claudia Rivera Vivanco dijo recién llegada a la presidencia municipal que su gobierno toleraría a los comerciantes informales por tratarse de personas con necesidad económica que hacían uso de su derecho a ganarse la vida.

Ese discurso de aparente permisividad le valió críticas que esquivó durante meses, casi un año, con el despliegue de un supuesto programa de reordenamiento que buscaba, si no expulsar a los ambulantes del primer cuadro de la ciudad, al menos organizarlos de una manera que causaran menos malestares en el comercio establecido.

Para eso puso a trabajar a su secretario de Gobernación, René Sánchez Galindo, que no pudo entregar resultados satisfactorios ante la imposibilidad de enfundarse en el papel de ejecutor de un sector de la economía que en realidad goza de tolerancia y concesiones.

La presidenta municipal no volvió a defender la permanencia de los comerciantes informales, hasta este lunes, cuando confirmó que algunas de las calles de ese mismo centro histórico se cerrarán al tránsito vehicular para convertirse en ciento por ciento peatonales.

En efecto, aquello que personajes como Luis Banck Serrato y otros presidentes municipales no se atrevieron a concretar por miedo a la reacción de los comerciantes formales, Rivera Vivanco sí lo hará.

Al menos eso es lo que ha afirmado, que antes de que termine el año habrá nuevas calles peatonales permanentes en el corazón de la Angelópolis.

El punto es que ese tema, que ya de por sí conducirá a un obligado episodio de confrontación con los dueños de los restaurantes y comercios asentados en el centro y los representantes de las cámaras empresariales, la condujo a defender de nueva cuenta la venta informal, a la que define como una “economía de subsistencia”.

Rivera Vivanco fijó este lunes su postura en torno al comercio ambulante, la auténtica, esa que no busca simulaciones ni apariencias y que, aunque parezca reprobable a muchos, trata de ser congruente con los ideales del Movimiento Regeneración Nacional y la 4T.

Frente a la pregunta concreta del reportero de EL SOL DE PUEBLA, Marco Aurelio Mirón, que quiso saber si serían permitidos los ambulantes en este nuevo programa de peatonalización, la primera edil emanada de Morena en el municipio capital dijo que sí y volvió a usar la palabra “inclusión” para justificarse.

Luego matizó con un resumen de las obligaciones que en teoría deben cumplir los informales para gozar del permiso municipal, pero expresó lo que en verdad piensa y lo que en verdad hará en este tema en los dos años que le restan a su ayuntamiento.

Así contestó:

“Estamos hablando de un esquema de inclusión, como lo hemos mencionado, que estén dentro de la ley. Puede ser una dinámica ambulatoria, pero cumpliendo con los requisitos que marca la ley en cuanto a los permisos, en cuanto a no ser actividades delictivas, mantener limpio, es decir, todo lo que es ordenamiento. En un esquema (peatonal) que sí permita un desarrollo por parte de las que han sido economías de subsistencia a unas formales y del comercio establecido que pueda todavía detonar un desarrollo mejor”.

Un tanto ambigua pero lo suficientemente clara para que los interesados comprendan que en su gobierno habrá tolerancia al comercio informal.

Y no solo en el centro histórico, sino en todo el municipio.

Eso no debe asustar.

Se trata de Morena y la 4T, donde se supone que los pobres son primero.

Lo importante es que los empresarios y los ciudadanos que no disfrutan de calles invadidas por ambulantes ya saben a qué atenerse y dónde no tocar para encontrar una solución.


Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx