Si puede o no ganar la elección constitucional del 6 de junio del 2021, frente a un aparato electoral morenista, aún está por verse, pero lo que parece inamovible ya, es la definición de la candidatura panista a la presidencia municipal en favor de Eduardo Rivera Pérez quien ya fuera alcalde de la ciudad de Puebla en el periodo 2011-2014.
El único aspirante que pudo haberle rebasado en nivel de conocimiento (aunque no en opiniones positivas) es el exgobernador José Antonio Gali Fayad, quien tempranamente decidió bajarse de la contienda y buscar una diputación federal plurinominal. Los mensajes explícitos desde Casa Aguayo sobre presuntos procesos iniciados en su gobierno seguramente incidieron en ello.
Alfonso Esparza Ortiz, rector de la BUAP, quien habría sido considerado por la dirigencia estatal panista de Genoveva Huerta Vilegas, como otra alternativa declinó esa posibilidad.
El diputado Oswaldo Jiménez López, quién levantó la mano para buscar la candidatura, no creció en intención de votos para verse como una carta fuerte del blanquiazul.
Y la propia Genoveva Huerta, quien aseguró que disputaría la posición, el lunes pasado le declaró al periodista Alejandro Mondragón que su nombre no está (si es que alguna vez estuvo) en la mesa de negociaciones para la alianza partidista rumbo a la contienda contra Morena por la capital del estado.
Si la definición del género o del candidato a la presidencia municipal recae en la dirigencia estatal del PAN, conforme a sus estatutos, estas facultades se pulverizan a la hora de la concreción de una alianza partidista como se encamina. Pero incluso si fuera solo el partido, el Comité Ejecutivo Nacional es el que tiene la última palabra.
Parece entonces, que la definición del candidato a la alcaldía será una designación consensuada entre los partidos que conformen la alianza y donde el Partido de la Revolución Democrática, Compromiso por Puebla, Pacto Social de Integración e incluso Nueva Alianza han expresado su interés de arropar a Eduardo Rivera.
Dicen que Emilio Salgado Nestor, presidente estatal de Nueva Alianza ha comentado que Puebla capital puede ser de las excepciones del acuerdo nacional que existe para ir juntos con Morena siempre y cuando el candidato sea Rivera Pérez.
En el equipo cercano al panista aseguran incluso que al medir el impacto sobre el “Lalo Rivera Fake”, en alusión al empresario Eduardo Rivera Santamaría, que ha colocado espectaculares y medallones de con su nombre, esta estrategia para confundir el electorado, en realidad sirvió para tener vigente al ex edil que es a quien asocian con el nombre.
Y cosa rara, el gobernador Miguel Barbosa Huerta no ha descalificado al panista como sí lo hace, tiro por viaje, con otros blanquiazules.
Así es que los astros parecen acomodarse hacia el yunquista, quien tiene en su agenda de trabajo conciliar los intereses de todos los panistas, los de los partidos que le acompañen y dar apertura a propuestas ciudadanas.
Hasta la próxima.
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