Aunque la mirada pública está puesta en la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM) y en la Secretaría de Gobernación, con el ultimátum lanzado por la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco de dar dos meses a los integrantes de su gabinete para dar resultados o tendrán que renunciar, dos dependencias podrían dar la sorpresa.
Se trata de la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural, así como en el Instituto Municipal del Deporte.
Ambas áreas a cargo de Lilia Antonia Martínez y Diana Laura Coraza, son señaladas por la grilla interna y falta de ejecución de programas.
Vamos por partes.
La gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural fue criticada por regidores el pasado martes en la Comisión de Patrimonio y Hacienda, por el retraso de la aplicación de 10 millones de pesos que depositó desde febrero el gobierno federal, sin que hasta el momento se hayan ejecutado.
El argumento utilizado fue culpar a la veda electoral, pero sin definir fechas para aterrizar proyectos.
Regidores y público en general, ha denunciado que el Centro Histórico de la capital poblana luce descuidado, sin un mantenimiento preventivo ni correctivo. Como ejemplo, están atractivos turísticos como el Puente de Bubas que puede resultar afectado durante la temporada de lluvias.
Además, se le ha criticado por su falta de coordinación con el área de Protección Civil para la revisión de casonas en mal estado o abandonadas, lo que incrementa el riesgo de venirse abajo con las precipitaciones pluviales.
Otro ingrediente tiene relación con la grilla interna. Cuentan que Lilia Antonia Martínez no escucha ni se deja asesorar.
Por tal motivo, ha tenido serias diferencias con Marcela Sonia Espinosa, quien es directora de Inventarios de la Zona de Monumentos, aunque actualmente ya no aparece en el organigrama de la página electrónica del ayuntamiento.
Los trabajadores están cansados de las diferencias que existen en esta dependencia y se ve reflejado en la falta de resultados.
La -aún- gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural no solamente tiene el ultimátum a cargo de la presidenta municipal, también ya lo dijo el regidor Jacobo Ordaz, “si en agosto no da resultados tendrá que irse”.
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Un caso similar sucede en el Instituto Municipal del Deporte bajo el mando de Diana Laura Coraza Castañeda.
Los problemas van desde nepotismo al autorizar la contratación de primas y un tío, además de prepotencia contra sus subordinados, acoso laboral y, sobre todo, ineficiencia en dar mantenimiento a los 32 espacios deportivos toda vez que tiene, de manera inexplicable, cinco millones de pesos en cuentas bancarias en lugar de invertir el dinero conforme al plan anual de trabajo.
Sus excesos ya son de conocimiento público, sin que hasta el momento las mediaciones mandadas desde Palacio Municipal hayan tenido efecto positivo que permita ponerle un freno.
Más de una veintena de trabajadores han sido dados de baja o ubicados en otras áreas como medida de presión para que renuncien.
La queja es tal que, de manera anónima, empleados redactaron una carta dirigida a la presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco, la cual cita ejemplos de lo que pasa en área.
Aquí un fragmento: “horarios discontinuos, personal que labora 7 días a la semana sin descansos (vigilantes y veladores que laboran incluso más de 48 horas seguidas), todos adscritos a la Jefatura de Infraestructura dirigida por MARCO ANTONIO MÁRQUEZ MONTIEL, quien fue impuesto por ANDRÉS GARCÍA VIVEROS, integrante de la Coordinación Ejecutiva de Proyectos Estratégicos de la Presidencia Municipal, el cual hace uso de los autos oficiales a su antojo y realiza rotación del personal sin tomar en consideración su perfil, sin omitir que su pretensión es ser director del Instituto”.
Tanto en la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural como en el Instituto Municipal del Deporte pueden dar la sorpresa y encabezar los primeros cambios de titular.
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@Marcomironc
