Aunque en términos generales Morena está de júbilo luego de resucitar en menos de un mes en sus intenciones de gobernar el estado de Puebla, también es cierto que existen damnificados de esta misma fuerza política o de aliados partidistas que forman parte de la coalición Juntos Haremos Historia.
Aunque despistados como los diputados locales, Yadira Lira, Nora Merino Escamilla y Raymundo Atansio, entre otros, cuestionaron que el gobernador interino, Guillermo Pacheco Pulido, esté nombrando a priistas dentro de su gabinete, la realidad va más allá de este hecho.
La llegada del nuevo aliado político de Morena, es decir el Revolucionario Institucional, implica todo un amarre de acuerdos con la intención de abrirle la pista político-electoral sin contratiempos a Luis Miguel Barbosa Huerta como próximo candidato a gobernador de la elección extraordinaria.
Tiene también la finalidad de cobrar afrentas contra quienes no estuvieron alineados a la causa barbosista, sin importar sean morenistas. Se trata de sepultar de una vez por todas la intención que alguien más busque competirle internamente al ex perredista Luis Miguel Barbosa.
Dos ejemplos saltan a la vista.
Claudia Rivera Vivanco, presidenta municipal de Puebla y Nancy de la Sierra, actual senadora que fue candidata a esa posición por las siglas del Partido del Trabajo (PT).
Y Ahí juega un papel fundamental el flamante nuevo secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, quien se dice que tiene la mira puesta en participar en los comicios intermedios de 2021: la presidencia municipal de Puebla.
Al estilo morenovallista, se busca no dejar ningún cabo suelto e implicará la máxima de acabar con cualquier problema que surja en el camino.
Morena, por ahora, tiene todo el camino libre para lograr su objetivo de quedarse con Puebla al tener el apoyo de todo el gobierno federal y de elementos que buscan cobrar afrentas del pasado como Fernando Manzanilla y Luis Miguel Barbosa Huerta.
Se dice que a Claudia Rivera la castigarán con negarle la posibilidad de reelegirse como presidenta municipal tras desobedecer a la cúpula morenista y mantener acercamientos institucionales con la gestión de la fallecida Martha Erika Alonso Hidalgo.
Para nadie es un secreto que tiene diferencias con Luis Miguel Barbosa. Directa o indirectamente no está en el ánimo de la burbuja de quien está dando el salto al poder y a la próxima candidatura a Casa Puebla.
Así que el destino de Claudia Rivera, por ahora, está dejarla fuera de buscar un segundo periodo de gobierno municipal.
En el caso de Nancy de la Sierra es sencillo.
Alzó veladamente la mano con la celebración de asambleas informativas sobre el trabajo legislativo, con la finalidad de promover una potencial aspiración a la gubernatura estatal.
La llegada de Guillermo Pacheco Pulido sepultó toda posibilidad a la ex priista y se refrendó con la llegada de Fernando Manzanilla a la Secretaría General de Gobierno, quien operará políticamente a favor de Luis Miguel Barbosa Huerta.
Del lado del PAN, todo indica que está por terminar su aventura de permanecer al frente de la administración estatal.
Uno de sus potenciales contendientes, Luis Banck Serrato, ayer anunció en su cuenta de twitter su negativa de participar en el próximo proceso extraordinario.
“Al tiempo de agradecer a todos quienes me han manifestado su apoyo en las últimas semanas, les comparto que no participaré en el próximo proceso electoral. Hago votos para que Puebla avance en paz y unidad”, fue el mensaje publicado.
De esta forma, el panismo se ve disminuido sumado a la división interna que actualmente atraviesa tras el nombramiento en el congreso local de Guillermo Pacheco Pulido.
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