/ jueves 9 de junio de 2022

Los desafíos de la industria automotriz


Pese a que México está en los primeros lugares, a nivel mundiales, en cuanto a producción, actualmente hay poco surtido en los autos nuevos, altos precios en seminuevos, paros técnicos y despidos que son consecuencia de factores nacionales e internacionales, lo cual afecta nuestra economía y hasta el medio ambiente.


Nuestra nación ha tenido una tradición muy importante en la producción de automotores, ubicándose actualmente en la séptima posición, solo después de gigantes como China, Estados Unidos, Japón, India, Corea del Sur y Alemania, además de que la calidad de las máquinas producidas en territorio nacional es reconocida ampliamente. Los factores que han beneficiado esto son: bajos costos de infraestructura, mano de obra calificada, una buena posición geográfica y los diversos acuerdos de libre comercio, con lo que producir aquí sale más barato que en otros sitios, como EU. Todo esto ha hecho que nuestra industria automotriz cuente con un prestigio indiscutible, es más, durante años muchos de los vehículos traían un emblema cromado con la denominación “México”, como una especie de símbolo de buena calidad.

El problema al que ahora se enfrenta este sector deriva de la pandemia, recordando que provocó la producción de diversos elementos, como semiconductores, chips y tantos otros elementos que son importados, recordando que las plantas automotrices fabrican ciertas piezas, pero muchas de estas son traídas de muchos países y aquí son ensambladas íntegramente para dar como resultado el producto deseado.

Es por eso que, ante la escasez de estos elementos, las armadoras nacionales han tenido que ralentizar sus procesos, dando como resultado una oferta poco amplia, es decir, hasta hace unos dos años, era muy fácil llegar a una agencia, escoger el auto predilecto, entre toda una gama de opciones y aprovechar cosas como ferias del crédito, pero eso se terminó desde hace unos meses.

Ahora bien, al verse cerca el fin de la pandemia, se pensó que la producción automotriz se podría recuperar, pero surgió la guerra de Ucrania, la cual ha traído como consecuencia sanciones económicas y otra reducción en cuanto al suministro de piezas, elementos que también afectan que haya más vehículos nuevos.

A esto hay que señalar la contracción en cuanto al poder económico, lo cual significa que una persona y/o familia prefiere darle prioridad a lo urgente, como comida o renta, más que a un carro sin rodar. Esto ha desembocado en un alza en cuanto a los autos seminuevos o usados, lo cual me hizo recordar los tiempos en que ser “coyote” era un buen negocio, sin embargo, la gran falsificación de documentos de autos robados, las fallas mecánicas ocultas y las grandes facilidades que ofertaban las agencias hicieron del negocio del auto usado algo ya menos lucrativo.

Esto también afecta la intención de reducir la emisión de gases contaminantes, si ya es difícil producir y vender autos nuevos a gasolina, pues igualmente los eléctricos sufren más la situación. En primer lugar por la sofisticación de sus componentes y porque esencialmente son mucho más caros, entre otras cosas, porque hay un interés económico mundial por el uso del petróleo, es por eso que estamos aún más lejos de que el parque vehicular se modernice y deje de consumir el hidrocarburo, así que los muy pocos carros cero emisiones que transitan no hacen la diferencia actualmente, pese a las grandes campañas y pseudo activismos que resultan, especialmente en este tema, una gran simulación, como muchos otros que hay en nuestro país.

Como hemos expuesto, uno de nuestros orgullos nacionales está en crisis y las cosas parece que seguirán así durante algunos meses, algunos de los pronósticos optimistas señalan que en 2024 esto acabara y las líneas de producción seguirán emanando bellos y funcionales vehículos, esperando que la invasión rusa no se convierta en una Tercera Guerra Mundial, ya que eso no solo afectaría a las armadoras, sino que sería algo sumamente peligroso para el mundo entero. Hasta la próxima.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.


Pese a que México está en los primeros lugares, a nivel mundiales, en cuanto a producción, actualmente hay poco surtido en los autos nuevos, altos precios en seminuevos, paros técnicos y despidos que son consecuencia de factores nacionales e internacionales, lo cual afecta nuestra economía y hasta el medio ambiente.


Nuestra nación ha tenido una tradición muy importante en la producción de automotores, ubicándose actualmente en la séptima posición, solo después de gigantes como China, Estados Unidos, Japón, India, Corea del Sur y Alemania, además de que la calidad de las máquinas producidas en territorio nacional es reconocida ampliamente. Los factores que han beneficiado esto son: bajos costos de infraestructura, mano de obra calificada, una buena posición geográfica y los diversos acuerdos de libre comercio, con lo que producir aquí sale más barato que en otros sitios, como EU. Todo esto ha hecho que nuestra industria automotriz cuente con un prestigio indiscutible, es más, durante años muchos de los vehículos traían un emblema cromado con la denominación “México”, como una especie de símbolo de buena calidad.

El problema al que ahora se enfrenta este sector deriva de la pandemia, recordando que provocó la producción de diversos elementos, como semiconductores, chips y tantos otros elementos que son importados, recordando que las plantas automotrices fabrican ciertas piezas, pero muchas de estas son traídas de muchos países y aquí son ensambladas íntegramente para dar como resultado el producto deseado.

Es por eso que, ante la escasez de estos elementos, las armadoras nacionales han tenido que ralentizar sus procesos, dando como resultado una oferta poco amplia, es decir, hasta hace unos dos años, era muy fácil llegar a una agencia, escoger el auto predilecto, entre toda una gama de opciones y aprovechar cosas como ferias del crédito, pero eso se terminó desde hace unos meses.

Ahora bien, al verse cerca el fin de la pandemia, se pensó que la producción automotriz se podría recuperar, pero surgió la guerra de Ucrania, la cual ha traído como consecuencia sanciones económicas y otra reducción en cuanto al suministro de piezas, elementos que también afectan que haya más vehículos nuevos.

A esto hay que señalar la contracción en cuanto al poder económico, lo cual significa que una persona y/o familia prefiere darle prioridad a lo urgente, como comida o renta, más que a un carro sin rodar. Esto ha desembocado en un alza en cuanto a los autos seminuevos o usados, lo cual me hizo recordar los tiempos en que ser “coyote” era un buen negocio, sin embargo, la gran falsificación de documentos de autos robados, las fallas mecánicas ocultas y las grandes facilidades que ofertaban las agencias hicieron del negocio del auto usado algo ya menos lucrativo.

Esto también afecta la intención de reducir la emisión de gases contaminantes, si ya es difícil producir y vender autos nuevos a gasolina, pues igualmente los eléctricos sufren más la situación. En primer lugar por la sofisticación de sus componentes y porque esencialmente son mucho más caros, entre otras cosas, porque hay un interés económico mundial por el uso del petróleo, es por eso que estamos aún más lejos de que el parque vehicular se modernice y deje de consumir el hidrocarburo, así que los muy pocos carros cero emisiones que transitan no hacen la diferencia actualmente, pese a las grandes campañas y pseudo activismos que resultan, especialmente en este tema, una gran simulación, como muchos otros que hay en nuestro país.

Como hemos expuesto, uno de nuestros orgullos nacionales está en crisis y las cosas parece que seguirán así durante algunos meses, algunos de los pronósticos optimistas señalan que en 2024 esto acabara y las líneas de producción seguirán emanando bellos y funcionales vehículos, esperando que la invasión rusa no se convierta en una Tercera Guerra Mundial, ya que eso no solo afectaría a las armadoras, sino que sería algo sumamente peligroso para el mundo entero. Hasta la próxima.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.