/ miércoles 8 de mayo de 2019

Los gestos políticos que le tunden al ambulantaje 

Salvo algunos toreros esporádicos, la calle 5 de Mayo lleva 19 días sin la presencia escandalosa de comerciantes informales. Una escena que hasta hace poco resultaba inverosímil hablando de la administración de Claudia Rivera Vivanco y su abierta complacencia a este tipo de ventas.

No es casualidad ni producto de una concientización de las agrupaciones de ambulantes sobre el mal aspecto que daban a una de las principales calles de la ciudad tanto para el turismo como para los paseantes locales que por ahí transitan.

Recientes acuerdos políticos podrían explicar que el desbordado problema del comercio informal encuentre una tregua (¿temporal?), que hace que en ciertos puntos sea visible un orden y que sus propios líderes la piensen dos veces antes de colocarse en tales puntos.

Hoy en día hay trabajo articulado entre los gobiernos municipal y estatal en los operativos en contra de ambulantes que incluso logró contener a líderes que operaron en su momento para el morenovallismo.

Y esta realidad se enmarca en la decisión política de Claudia Rivera de sumarse abiertamente a la campaña de Luis Miguel Barbosa Huerta como candidato a la gubernatura del Estado de Puebla por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

La alcaldesa y sus colaboradores entendieron que mantenerse en una postura alejada de la contienda les hubiera significado un suicidio político si el exsenador llega, como parece, a la gubernatura.

Recorrer entonces la calle 5 de Mayo, desde Juan de Palafox y Mendoza hasta la 18 Oriente-Poniente, es, en parte, una muestra de los acuerdos políticos que han permitido avanzar un poco en el ordenamiento del Centro Histórico. Sobre esa vialidad solamente son visibles los vendedores de globos y burbujas.

Si es una medida estética con tintes electorales ya se verá pronto y por supuesto que el fenómeno no está agotado.

Hacia la 6 Oriente, se puede ver una zona permitida para una veintena de vendedores de sombreros, bolsas, artesanías, gafas, perfumes, relojes y juguetes. Y sobre la 8 y 10 poniente abundan más puestos de una buena cantidad de productos típicos de esa vendimia que va desde comida, ropa, piratería hasta memorias y cargadores de celulares. Pero la calle, 5 de Mayo, por ahora, la respetan.

***

El negocio del comercio informal, tan solo en el Centro Histórico, implica un flujo de dinero que ronda entre los 600 mil pesos y los 3 millones de pesos mensuales que, en temporada decembrinas, de alta venta, llega a incrementarse debido a que un puesto llega a cotizarse ilegalmente hasta en los 800 o mil pesos por los días de la temporada.

Suponiendo que la Secretaría de Gobernación, a cargo de René Sánchez Galindo, cortó tal flujo para los bolsillos de altos funcionarios, eso no quiere decir que los dineros dejaran de moverse con otros servidores públicos o bien que se suspendieran las cuotas de los líderes ambulantes.

De hecho, de los 50 inspectores de vía pública que originalmente iniciaron con la administración municipal, 25 ya fueron dados de baja por presuntos actos de corrupción, remplazados por otros y la limpia sigue.

La incorporación de unos 25 o 30 guardias ciudadanos a las labores de vigilancia del comercio informal ha traído inconformidad de los propios inspectores que incluso delatan ante los comerciantes no establecidos con el fin de amedrentarlos, lo que hace suponer una afectación al negocio irregular.

Dato curioso es que también se han detectado casos en los que personal de la Fiscalía General del Estado da pitazos a los informales sobre las identidades de los guardias ciudadanos que participan en decomisos, por ejemplo, de celulares.

Y hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Twitter: @elsalvadorrios

Salvo algunos toreros esporádicos, la calle 5 de Mayo lleva 19 días sin la presencia escandalosa de comerciantes informales. Una escena que hasta hace poco resultaba inverosímil hablando de la administración de Claudia Rivera Vivanco y su abierta complacencia a este tipo de ventas.

No es casualidad ni producto de una concientización de las agrupaciones de ambulantes sobre el mal aspecto que daban a una de las principales calles de la ciudad tanto para el turismo como para los paseantes locales que por ahí transitan.

Recientes acuerdos políticos podrían explicar que el desbordado problema del comercio informal encuentre una tregua (¿temporal?), que hace que en ciertos puntos sea visible un orden y que sus propios líderes la piensen dos veces antes de colocarse en tales puntos.

Hoy en día hay trabajo articulado entre los gobiernos municipal y estatal en los operativos en contra de ambulantes que incluso logró contener a líderes que operaron en su momento para el morenovallismo.

Y esta realidad se enmarca en la decisión política de Claudia Rivera de sumarse abiertamente a la campaña de Luis Miguel Barbosa Huerta como candidato a la gubernatura del Estado de Puebla por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

La alcaldesa y sus colaboradores entendieron que mantenerse en una postura alejada de la contienda les hubiera significado un suicidio político si el exsenador llega, como parece, a la gubernatura.

Recorrer entonces la calle 5 de Mayo, desde Juan de Palafox y Mendoza hasta la 18 Oriente-Poniente, es, en parte, una muestra de los acuerdos políticos que han permitido avanzar un poco en el ordenamiento del Centro Histórico. Sobre esa vialidad solamente son visibles los vendedores de globos y burbujas.

Si es una medida estética con tintes electorales ya se verá pronto y por supuesto que el fenómeno no está agotado.

Hacia la 6 Oriente, se puede ver una zona permitida para una veintena de vendedores de sombreros, bolsas, artesanías, gafas, perfumes, relojes y juguetes. Y sobre la 8 y 10 poniente abundan más puestos de una buena cantidad de productos típicos de esa vendimia que va desde comida, ropa, piratería hasta memorias y cargadores de celulares. Pero la calle, 5 de Mayo, por ahora, la respetan.

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El negocio del comercio informal, tan solo en el Centro Histórico, implica un flujo de dinero que ronda entre los 600 mil pesos y los 3 millones de pesos mensuales que, en temporada decembrinas, de alta venta, llega a incrementarse debido a que un puesto llega a cotizarse ilegalmente hasta en los 800 o mil pesos por los días de la temporada.

Suponiendo que la Secretaría de Gobernación, a cargo de René Sánchez Galindo, cortó tal flujo para los bolsillos de altos funcionarios, eso no quiere decir que los dineros dejaran de moverse con otros servidores públicos o bien que se suspendieran las cuotas de los líderes ambulantes.

De hecho, de los 50 inspectores de vía pública que originalmente iniciaron con la administración municipal, 25 ya fueron dados de baja por presuntos actos de corrupción, remplazados por otros y la limpia sigue.

La incorporación de unos 25 o 30 guardias ciudadanos a las labores de vigilancia del comercio informal ha traído inconformidad de los propios inspectores que incluso delatan ante los comerciantes no establecidos con el fin de amedrentarlos, lo que hace suponer una afectación al negocio irregular.

Dato curioso es que también se han detectado casos en los que personal de la Fiscalía General del Estado da pitazos a los informales sobre las identidades de los guardias ciudadanos que participan en decomisos, por ejemplo, de celulares.

Y hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Twitter: @elsalvadorrios