/ miércoles 15 de julio de 2020

Los polos iguales se repelen y los polos distintos se atraen

La admiración es nuestro educado reconocimiento del parecido de alguien con nosotros

Ambrose Bierce

De acuerdo a la teoría de conjuntos, el conjunto Continente Americano lo forman 35 países divididos en cuatro sub conjuntos o regiones que son: América del Norte, América Central, América del Sur y Las Antillas.

El subconjunto (región) Norteamérica lo forman: Canadá, Estados Unidos de América y Estados Unidos Mexicanos (México). Luego entonces México no es un estado de los Estados Unidos, son naciones diferentes.

Los elementos de una nación son: territorio, que es el espacio geográfico donde el Estado ejerce su soberanía; la población, que es el grupo de personas que reside dentro de la Nación; y el gobierno, que es Estado debidamente formado y constituido que posee y ejerce plena soberanía.

Se suma la conciencia nacional, derivación de elementos comunes de la propia población como son: costumbres, religión, raza, idioma entre otros factores compartidos como los objetivos e ideales. Otra vez, México no es Estados Unidos ni al revés. Si bien hay una influencia histórica en el nombre, pero esa es otra historia relacionada a la Constitución.

Es sabido que cada una de las naciones tiene sus propias características por mucho que se puedan parecer o coincidir ideologías; más aún si no tienen las mismas ideologías. Bajo ningún criterio per se, ninguna Nación es igual a otra. Ni siquiera un estado dentro de una Nación, como es el caso de los estados federales, es uno igual a otro.

Todo este rollo de definiciones porque no es de fácil comprender cómo es que hay quienes quieren que México sea como Estados Unidos. Pero ¿¡Cómo, por amor de Dios!?

Si es por parte de la población civil sí se puede entender porque ven en aquel país que hay lo que le falta: Mejor educación, mejor sistema de salud, mayor seguridad, mejor sistema de jubilación y pensión; mejores oportunidades laborales, mayores posibilidades de desarrollo profesional, comercial, social. Como si fuera poco, lo que más se requiere acá: respecto a la democracia. Eso es lo que deseamos todos.

Pues bien, para nuestros políticos, no es igual. Aunque se hable de soberanía de los pueblos, de respeto a nuestra idiosincrasia, a nuestras culturas, nuestras raíces… Por el efecto de las buenas relaciones, por ejemplo, con los Estados Unidos, y porque no somos componentes solitarios, porque requerimos de otros, entonces, de ser posible ceder, se cede.

Y, lo que un día constituyó sostener un discurso nacionalista, patriótico para lograr el poder, al otro día (hoy) si se tiene que conferir por y para el logro de los objetivos, entonces se consiente por una decisión política, aunque pueda ser contraria al pensamiento y sentimiento nacional; o, más bien, utilizar el pensamiento de la población que tiene cifradas sus esperanzas en lograr una mejor vida haciéndole ver que ceder es lo que conviene, y quizás sí.

Es cuando vemos que se encarniza la frase trillada: “Es de sabios rectificar”. Por lo mismo me parece que la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a los Estados Unidos, significó una postura inteligente, para él, aunque no una postura mexicana. Otra vez, los mexicanos hemos sido utilizados en la ruta de conveniencia política.

Él, AMLO, sabe lo que quiere y nada ni nadie lo va a hacer cambiar a él, él siempre ha sabido qué debe hacer. Si eso significa sí, modificar el discurso, ¡claro que lo hará! Él no cambiará sus planes estratégicos. ¿Buenos? ¿Malos? Solo la historia al final del periodo lo dirá.

Estoy seguro sí que los polos iguales se repelen y los polos distintos se atraen ¿Le suena?

La admiración es nuestro educado reconocimiento del parecido de alguien con nosotros

Ambrose Bierce

De acuerdo a la teoría de conjuntos, el conjunto Continente Americano lo forman 35 países divididos en cuatro sub conjuntos o regiones que son: América del Norte, América Central, América del Sur y Las Antillas.

El subconjunto (región) Norteamérica lo forman: Canadá, Estados Unidos de América y Estados Unidos Mexicanos (México). Luego entonces México no es un estado de los Estados Unidos, son naciones diferentes.

Los elementos de una nación son: territorio, que es el espacio geográfico donde el Estado ejerce su soberanía; la población, que es el grupo de personas que reside dentro de la Nación; y el gobierno, que es Estado debidamente formado y constituido que posee y ejerce plena soberanía.

Se suma la conciencia nacional, derivación de elementos comunes de la propia población como son: costumbres, religión, raza, idioma entre otros factores compartidos como los objetivos e ideales. Otra vez, México no es Estados Unidos ni al revés. Si bien hay una influencia histórica en el nombre, pero esa es otra historia relacionada a la Constitución.

Es sabido que cada una de las naciones tiene sus propias características por mucho que se puedan parecer o coincidir ideologías; más aún si no tienen las mismas ideologías. Bajo ningún criterio per se, ninguna Nación es igual a otra. Ni siquiera un estado dentro de una Nación, como es el caso de los estados federales, es uno igual a otro.

Todo este rollo de definiciones porque no es de fácil comprender cómo es que hay quienes quieren que México sea como Estados Unidos. Pero ¿¡Cómo, por amor de Dios!?

Si es por parte de la población civil sí se puede entender porque ven en aquel país que hay lo que le falta: Mejor educación, mejor sistema de salud, mayor seguridad, mejor sistema de jubilación y pensión; mejores oportunidades laborales, mayores posibilidades de desarrollo profesional, comercial, social. Como si fuera poco, lo que más se requiere acá: respecto a la democracia. Eso es lo que deseamos todos.

Pues bien, para nuestros políticos, no es igual. Aunque se hable de soberanía de los pueblos, de respeto a nuestra idiosincrasia, a nuestras culturas, nuestras raíces… Por el efecto de las buenas relaciones, por ejemplo, con los Estados Unidos, y porque no somos componentes solitarios, porque requerimos de otros, entonces, de ser posible ceder, se cede.

Y, lo que un día constituyó sostener un discurso nacionalista, patriótico para lograr el poder, al otro día (hoy) si se tiene que conferir por y para el logro de los objetivos, entonces se consiente por una decisión política, aunque pueda ser contraria al pensamiento y sentimiento nacional; o, más bien, utilizar el pensamiento de la población que tiene cifradas sus esperanzas en lograr una mejor vida haciéndole ver que ceder es lo que conviene, y quizás sí.

Es cuando vemos que se encarniza la frase trillada: “Es de sabios rectificar”. Por lo mismo me parece que la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a los Estados Unidos, significó una postura inteligente, para él, aunque no una postura mexicana. Otra vez, los mexicanos hemos sido utilizados en la ruta de conveniencia política.

Él, AMLO, sabe lo que quiere y nada ni nadie lo va a hacer cambiar a él, él siempre ha sabido qué debe hacer. Si eso significa sí, modificar el discurso, ¡claro que lo hará! Él no cambiará sus planes estratégicos. ¿Buenos? ¿Malos? Solo la historia al final del periodo lo dirá.

Estoy seguro sí que los polos iguales se repelen y los polos distintos se atraen ¿Le suena?