/ lunes 29 de julio de 2019

Los ‘villanos’ de Miguel Barbosa

La espera terminó.

Luis Miguel Barbosa Huerta tomará posesión este jueves y una vez convertido en gobernador constitucional pronunciará un mensaje de inicio de gobierno que mostrará el rumbo por el que habrá de conducir a la administración pública en los próximos años.

Desde el Auditorio Metropolitano, ese inmueble de la zona de Angelópolis que erigió Melquiades Morales Flores y que remodeló Rafael Moreno Valle Rosas, dos sexenios después, agradecerá a quienes le llevaron a la victoria electoral, refrendará y ampliará sus compromisos con los poblanos y exhibirá a los “villanos” del pasado reciente, contra quienes luchará desde el primer día de su mandato para contrastarse a sí mismo como un político renovador, digno líder de un régimen en ciernes.

El agradecimiento y los compromisos son piezas de rutina en un discurso de arranque de gobierno.

La condena a los supuestos malosos del pasado lo es solo cuando el emisor de ese discurso sustituye a un régimen contrario, desgastado y derrotado, con el cual está llamado a confrontarse.

Miguel Barbosa ya ha dejado ver su interés por borrar al morenovallismo y castigar los excesos de los integrantes de ese grupo político, que vivió como tal entre julio de 2010 y enero de 2019 y que se ha extinguido.

Aquí radica la expectativa del respetable por escuchar las palabras que pronunciará el nuevo gobernador en su toma de protesta.

El primer día de febrero de 2011, Moreno Valle usó la tribuna del Centro Expositor, una de las escasas obras emblemáticas del marinismo, para apuntar a un enemigo público: Ricardo Henaine Mezher.

Ese día, el político fallecido en diciembre señaló un objetivo al que forjó como adversario del pueblo, y se fue sobre él.

Más adelante metió a la cárcel al ex secretario de Salud, Alfredo Arango García, ante la imposibilidad de romper su acuerdo de impunidad con Mario Marín, acuerdo del que fue operadora y testigo Elba Esther Gordillo Morales.

¿Quién o quiénes de los morenovallistas aparecerán o serán aludidos en el mensaje de Miguel Barbosa?

Hasta ahora solo se han mencionado nombres por efecto de coyunturas políticas.

José Antonio Gali Fayad fue el más reciente, una vez que pareció adentrarse en un arriesgado proyecto preelectoral con la mirada puesta en los comicios intermedios del 2021.

Esas motivaciones derivadas de coyunturas, sin embargo, se esfumarán esta misma semana.

El nuevo gobierno dejará de ser “electo” y se transformará en un gobierno de verdad, del que se espera que pase de los señalamientos mediáticos a los recursos jurídicos y a los acontecimientos de realidad.

¿Habrá recursos concretos?

¿Quiénes serán blanco de ellos?

Eso solo lo sabe el nuevo mandatario.

Por diferentes condiciones a las de Moreno Valle, que hizo un pacto con su antecesor Marín, Barbosa tampoco podrá proceder contra el responsable y autor intelectual de los abusos del pasado inmediato.

Entonces deberá mirar a la larga lista de ex colaboradores.

Cualquiera que haya manejado recursos públicos en la era morenovallista (y que haya dejado huellas de corrupción) podrá estar en la mira de Barbosa Huerta a partir de esta semana.

Por eso el interés en el mensaje, que, cuentan en el círculo cercano del nacido en Zinacatepec, estará impregnado de señales.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

La espera terminó.

Luis Miguel Barbosa Huerta tomará posesión este jueves y una vez convertido en gobernador constitucional pronunciará un mensaje de inicio de gobierno que mostrará el rumbo por el que habrá de conducir a la administración pública en los próximos años.

Desde el Auditorio Metropolitano, ese inmueble de la zona de Angelópolis que erigió Melquiades Morales Flores y que remodeló Rafael Moreno Valle Rosas, dos sexenios después, agradecerá a quienes le llevaron a la victoria electoral, refrendará y ampliará sus compromisos con los poblanos y exhibirá a los “villanos” del pasado reciente, contra quienes luchará desde el primer día de su mandato para contrastarse a sí mismo como un político renovador, digno líder de un régimen en ciernes.

El agradecimiento y los compromisos son piezas de rutina en un discurso de arranque de gobierno.

La condena a los supuestos malosos del pasado lo es solo cuando el emisor de ese discurso sustituye a un régimen contrario, desgastado y derrotado, con el cual está llamado a confrontarse.

Miguel Barbosa ya ha dejado ver su interés por borrar al morenovallismo y castigar los excesos de los integrantes de ese grupo político, que vivió como tal entre julio de 2010 y enero de 2019 y que se ha extinguido.

Aquí radica la expectativa del respetable por escuchar las palabras que pronunciará el nuevo gobernador en su toma de protesta.

El primer día de febrero de 2011, Moreno Valle usó la tribuna del Centro Expositor, una de las escasas obras emblemáticas del marinismo, para apuntar a un enemigo público: Ricardo Henaine Mezher.

Ese día, el político fallecido en diciembre señaló un objetivo al que forjó como adversario del pueblo, y se fue sobre él.

Más adelante metió a la cárcel al ex secretario de Salud, Alfredo Arango García, ante la imposibilidad de romper su acuerdo de impunidad con Mario Marín, acuerdo del que fue operadora y testigo Elba Esther Gordillo Morales.

¿Quién o quiénes de los morenovallistas aparecerán o serán aludidos en el mensaje de Miguel Barbosa?

Hasta ahora solo se han mencionado nombres por efecto de coyunturas políticas.

José Antonio Gali Fayad fue el más reciente, una vez que pareció adentrarse en un arriesgado proyecto preelectoral con la mirada puesta en los comicios intermedios del 2021.

Esas motivaciones derivadas de coyunturas, sin embargo, se esfumarán esta misma semana.

El nuevo gobierno dejará de ser “electo” y se transformará en un gobierno de verdad, del que se espera que pase de los señalamientos mediáticos a los recursos jurídicos y a los acontecimientos de realidad.

¿Habrá recursos concretos?

¿Quiénes serán blanco de ellos?

Eso solo lo sabe el nuevo mandatario.

Por diferentes condiciones a las de Moreno Valle, que hizo un pacto con su antecesor Marín, Barbosa tampoco podrá proceder contra el responsable y autor intelectual de los abusos del pasado inmediato.

Entonces deberá mirar a la larga lista de ex colaboradores.

Cualquiera que haya manejado recursos públicos en la era morenovallista (y que haya dejado huellas de corrupción) podrá estar en la mira de Barbosa Huerta a partir de esta semana.

Por eso el interés en el mensaje, que, cuentan en el círculo cercano del nacido en Zinacatepec, estará impregnado de señales.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx