/ miércoles 7 de agosto de 2019

Manzanilla y Biestro para el 2021… por ahora

Todavía no se cumple una semana desde la toma de posesión de Luis Miguel Barbosa Huerta como gobernador del estado y ya son dos los personajes cercanos al mandatario que son vistos como eventuales competidores por la presidencia municipal de Puebla, en el no tan lejano 2021.

Uno despacha en la Secretaría de Gobernación y se llama Fernando Manzanilla Prieto; el otro es presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado y responde al nombre de Gabriel Biestro Medinilla.

Estos dos colaboradores del gobernador Barbosa, de perfiles contrastantes entre sí en orígenes y formación, son actores principales en las conversaciones de prospectiva que realizan los integrantes de la nueva clase política.

Al secretario de Gobernación se le mira como un aspirante natural, con méritos propios, o más trabajados, que tiene ese proyecto en mente desde que ocupó por primera vez la secretaría encargada de la política interior en 2011, con el fallecido Rafael Moreno Valle.

Por su parte, al líder del Poder Legislativo se le considera en esa muy corta lista por el papel que ha desempeñado como representante de los intereses barbosistas, asumiéndose como guardián de los designios del mandatario recién ascendido al poder desde el Congreso.

Hasta hace unos meses, antes de la contienda extraordinaria por la gubernatura, Manzanilla parecía encaminarse como aspirante casi único de Morena y sus partidos aliados para los comicios intermedios de 2021.

Con el paso del tiempo apareció Biestro en escena, a quien no le desagrada escuchar que puede ser el palomeado del jefe del Ejecutivo para disputar el ayuntamiento de la capital en las próximas elecciones, contra el candidato del revitalizado PAN, quien quiera que sea.

Anote entonces a los dos como probables abanderados de Morena para la alcaldía de Puebla.

Pero no guarde el lapicero.

Manzanilla y Biestro figuran en las discusiones sobre futurismo político que en realidad pertenecen a un contexto que hoy se encuentra apenas en gestación y que deberá transitar por una enorme espiral de acontecimientos por venir, de todo tipo.

Esto apenas comienza.

En un abrir y cerrar de ojos la lista de tiradores vinculados al barbosismo se incrementará.

Esa lista sufrirá cambios, ascensos y descensos naturales, como ocurre cada vez que nace un nuevo régimen y sus miembros más aventajados en el organigrama operan en favor de sus causas personales.

Si es cierto que en el partido de Andrés Manuel López Obrador se definen candidatos a puestos de elección popular de manera democrática, como afirman los militantes de ese instituto político, sin la intromisión de los gobernantes en turno, Miguel Barbosa Huerta no será el gran elector al interior de Morena.

Por si las dudas, sin embargo, la carrera para tratar de convertirse en relevo de Claudia Rivera Vivanco dentro de dos años irá por la senda de la aprobación del gobernador, que se ha fijado como objetivo hacer de su de gobierno un modelo de renovación, donde todo sea diferente y mejor, incluso el estilo de hacer política.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Todavía no se cumple una semana desde la toma de posesión de Luis Miguel Barbosa Huerta como gobernador del estado y ya son dos los personajes cercanos al mandatario que son vistos como eventuales competidores por la presidencia municipal de Puebla, en el no tan lejano 2021.

Uno despacha en la Secretaría de Gobernación y se llama Fernando Manzanilla Prieto; el otro es presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado y responde al nombre de Gabriel Biestro Medinilla.

Estos dos colaboradores del gobernador Barbosa, de perfiles contrastantes entre sí en orígenes y formación, son actores principales en las conversaciones de prospectiva que realizan los integrantes de la nueva clase política.

Al secretario de Gobernación se le mira como un aspirante natural, con méritos propios, o más trabajados, que tiene ese proyecto en mente desde que ocupó por primera vez la secretaría encargada de la política interior en 2011, con el fallecido Rafael Moreno Valle.

Por su parte, al líder del Poder Legislativo se le considera en esa muy corta lista por el papel que ha desempeñado como representante de los intereses barbosistas, asumiéndose como guardián de los designios del mandatario recién ascendido al poder desde el Congreso.

Hasta hace unos meses, antes de la contienda extraordinaria por la gubernatura, Manzanilla parecía encaminarse como aspirante casi único de Morena y sus partidos aliados para los comicios intermedios de 2021.

Con el paso del tiempo apareció Biestro en escena, a quien no le desagrada escuchar que puede ser el palomeado del jefe del Ejecutivo para disputar el ayuntamiento de la capital en las próximas elecciones, contra el candidato del revitalizado PAN, quien quiera que sea.

Anote entonces a los dos como probables abanderados de Morena para la alcaldía de Puebla.

Pero no guarde el lapicero.

Manzanilla y Biestro figuran en las discusiones sobre futurismo político que en realidad pertenecen a un contexto que hoy se encuentra apenas en gestación y que deberá transitar por una enorme espiral de acontecimientos por venir, de todo tipo.

Esto apenas comienza.

En un abrir y cerrar de ojos la lista de tiradores vinculados al barbosismo se incrementará.

Esa lista sufrirá cambios, ascensos y descensos naturales, como ocurre cada vez que nace un nuevo régimen y sus miembros más aventajados en el organigrama operan en favor de sus causas personales.

Si es cierto que en el partido de Andrés Manuel López Obrador se definen candidatos a puestos de elección popular de manera democrática, como afirman los militantes de ese instituto político, sin la intromisión de los gobernantes en turno, Miguel Barbosa Huerta no será el gran elector al interior de Morena.

Por si las dudas, sin embargo, la carrera para tratar de convertirse en relevo de Claudia Rivera Vivanco dentro de dos años irá por la senda de la aprobación del gobernador, que se ha fijado como objetivo hacer de su de gobierno un modelo de renovación, donde todo sea diferente y mejor, incluso el estilo de hacer política.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx